miércoles, 26 de mayo de 2010

Los encomenderos y sus indefinidos territorios en el lugar que se fundó la Villa de Salamanca

Hemos visto como el territorio que ocupa actualmente Salamanca en la antigüedad era punto de confluencia de tres pueblos, el tarasco al sur, el guamare al norte y el otomí al oriente. Luego de la repartición del “botín de guerra” los españoles se asignaron enormes propiedades, estas tuvieron más o menos las dimensiones que cada pueblo prehispánico tenía y encontramos que, nuevamente, Salamanca se encuentra en un punto de conflicto, o más bien, en la tierra de nadie.


Era la época en que la agrimensura no existía y los territorios se marcaban con medidas un tanto cuanto virtuales, pues eran a “tiro de piedra”, o, “hasta donde la vista te alcance”, también se consideraba como medida “una jornada y media” y dentro de esa imprecisión se ubicaba precisamente la parte del río Lerma, llamado entonces el río Grande de Toluca en su parte más norteña en donde a una legua de distancia estaba la confluencia con el río Laja en el punto llamado “las Adjuntas”, si, en efecto, nos referimos a que Salamanca formaba los límites de los cuatro enormes territorios en que fue dividida la zona en encomiendas, a saber: al norte Luis de Castilla, al poniente Juan de Jasso, el que fundara las villas de León y Lagos; al sur Juan de Villaseñor y Orozco, cuyos territorios llegaban hasta el actual Cuerámaro, Irapuato y Pueblo Nuevo; al oriente Hernán Pérez de Bocanegra, mismo que luego sede o, en todo caso, se reasigna parte de su territorio y el conquistador Jerónimo López Trujillo, el viejo, al recibir la encomienda de Tarimoro queda en la indefinición si su territorio llega hasta las adjuntas o sigue siendo de Pérez de Bocanegra. En ese punto fue donde se erigió la Villa de Salamanca en lo que, de acuerdo a la tradición, fue la Estancia de Barahona, junto al pueblo de Indios de San Juan Bautista Xidóo.


El que denomino “botín de guerra” era el pago a los servicios que los conquistadores recibieron por parte de Hernán Cortés, las encomiendas se entregaron tres años luego de la caída de la Gran Tenochtitlán, la honradez de los encomenderos no era plena, el tener territorios tan bastos no eran para su explotación, sino, pocos años después eran vendidos la mayoría o reasignados, los menos, a otros propietarios, así de 1525 a 1550, aproximadamente el actual Guanajuato estaba en poder de cuatro encomenderos. El flujo de Pasajeros de Indias era continuo y las riquezas del Nuevo Mundo eran ya conocidas en España, muchos ansiaban venir para apoderarse de lo más posible. Las Villas de León y Celaya eran las que, en buena medida, controlaban la parte poniente y oriente, respectivamente de Guanajuato, al sur estaba ya establecida la Jurisdicción de Yuririapúndaro y es, a finales del siglo XVI que aparece en escena Bartolomé Sánchez Torrado, del cual el único testimonio que hemos logrado encontrar es que aparece en el listado de los Pasajeros a Indias que en los anales de la Casa de Contratación de Sevilla existe, esto es el actual Archivo de Indias.


Bartolomé Sánchez aparece como residente de la congregación de Irapuato que en ese momento formaba parte de la Jurisdicción de Yuriria. Él, seguramente con el ansia de tener una propiedad y hacerse de una fortuna, es decir, “hacer la América” nota que hay una parte no aprovechada en la rivera norte del río Grande de Toluca, entre las estancias de Valtierra y Barahona. Enla licencia y merced otorgada por el virrey Almanza en 1602 se asienta que “en la parte que disen Baltierra, junto a la estancia de Barahona y al rio grande que ba de Toluca del quel por esperiensia y prueba que abia echo se podia sacar el agua para riego de las tierras que caen en su ribera, que por ser tan secas eran inútiles y de poco provecho y con tan buena ocasion se podia regar…” (1)


Es claro que siendo un estanciero o, mejor dicho, un encomendero, propietario de cientos de miles de hectáreas, y avecindado no en su propiedad sino en su residencia o mejor dicho, palacio, de la ciudad de México, lo que menos le preocupa es lo que en sus terrenos está sucediendo, si son totalmente aprovechados y más aun, si consideramos que el tal Sancho de Barahona es el conquistador de Guatemala o uno de sus descendientes, mismos que habitan en Guatemala, lo que pudiera pasar por acá, a tantos kilómetros (leguas) de distancia.


Es el Alcalde Mayor “que a la sason era de las dichas minas de Guanajuato”, Martín de Jasso, hijo del encomendero, Juan de Jasso; el comisionado para deslindar el territorio que se asignará a la nueva Villa, “en su comisión hizo sitar en forma a Jerónimo Lopes, Gaspar de Valdes vesinos y rejidores desta ciudad, Baltasar de la Cadena, Alonso Peres de Bocanegra, Antonio de la Cadena, Don Juan Belasques de Salasar, y a Juan de Cuellar como personas hacendadas y conbesinas al dicho sitio…” (2)


Del elenco que aparece en la Licencia y Merced de 1602 tenemos a los descendientes de los conquistadores, por ende, estancieros: Jerónimo López Trujillo, nieto de Jerónimo López (el viejo) apodado el Caballero del Lagarto, por ese lagarto en oro que llevó a España siendo la sensación en el momento. Alonso Pérez de Bocanegra, nieto de Hernán Pérez de Bocanegra, el que llegara por el sur a conquistar los territorios tarascos del actual Acámbaro. Llaman la atención los otos apellidos llenos de linaje y abolengo (comprado) con las riquezas asignadas luego de la conquista, de la Cadena y Velásquez de Salazar. (Aun no los logro identificar pero sus padres aparecen siempre en documentos del Cabildo de México.)


Estos personajes son citados pues cada uno de ellos sería afectado en sus propiedades al serle asignado territorio a la nueva villa de Salamanca. “…y que el daño que se podía seguir al dicho Baltasar de la Cadena es solamente pasar la acequia por los terminos de su estansias resultandole desto aventalle los ganados y asi mismo se le podia seguir perjuisio al dicho Alonso Peres de Bocanegra en haversele de tomar la estansia que tiene nombrada en Mansera… y que el mayor daño que se podia seguir es al dicho Gaspar de Baldes por haversele de tomar dos sitios de estansia que es la de Baltierra… y quw si llegase la pobalsion y sementeras de ella a una estansia de los herederos de Juan Belasques de Salasar que esta despoblada…” (3)


Esta Licencia y Mercedes de 1602 terminan de la siguiente manera: “…por la presente en su Real nombre, doy y consedo lisensia y facultad para que en la dicha parte de Baltierra junto a la dicha estansia de Barahona y el dicho rio grande se pueble de españoles conforme a la taza que se diere una villa, que se llame nombre e yntitule Villa de Salamanca por ahora y para siempre jamas…” (4)


Nos damos cuenta de que en todo el documento nunca se mencionó ni a Sancho, ni a Juan de Barahona, presuntos propietarios de la estancia donde se dice se fundó Salamanca, tampoco aparece el que se dice era administrador de la estancia, Baltasar López Ledesma. ¿Por qué? Pregunta que se nos antoja difícil de responder.


Fuente:


Apéndice 1. Licencia y Mercedes, otorgadas en 1602, por el Virrey Conde de Monterrey, para la fundación de la Villa de Salamanca, contenida dentro del libro de José Rojas Garcidueñas, Salamanca. Recuerdos de mi tierra guanajuatense. Editorial Porrúa. México, 1982.



lunes, 24 de mayo de 2010

Sancho de Barahona, el que recibió la Estancia en las inmediaciones del Río Grande.

Este es el único monumento que se ha levantado a Sancho de Barahona. En Santa Catarina de Barahona, Guatemala.


Para adentrarnos en el tema será bueno saber de donde viene el nombre Barahona. Como era costumbre medieval, la gente no tenía apellidos, aun no habían sido concebidos o no se veía la necesidad de tenerlos. Los gentilicios, en buena medida fueron los primeros apellidos que existieron. Así tenemos que luego del nombre de pila venía el gentilicio, agregándole el DE, asentando que de ese lugar veía: de Ávila, de Salamanca, de León, de Segovia, etc. También los atributos de cada persona o su personalidad en si, con el tiempo, se volvieron apellidos: Bueno, Malo, Moreno, etc. En esa base determinamos que Barahona, el nombre, viene de la población española que ostenta ese nombre.


“La población de Barahona, que a sus 1137 metros de altura es por cierto divisoria de aguas entre el Duero, el Ebro y el Tajo, cuenta con una iglesia dedicada a San Miguel, que contiene una inscripción que recuerda que Felipe V oyó allí misa el 22 de agosto de 1710, y un órgano barroco. El topónimo Barahona, que se supone de origen ibérico (en vasco bara=arbol, monte; y ona=bueno), se encuentra también y está documentado en la diócesis de Calahorra (La Rioja) en 1257, según Eleuterio Carracedo Arroyo.” (1)


Común en la zona de Soria son las enormes fincas rurales, muchas de ellas en Barahona de las Brujas.


Se llama a esta población Baraona de las Brujas por fundados motivos. Barahona es lo que nosotros denominamos un rancho, ubicado dentro del municipio de Soria en el Estado (Comunidad Autónoma) de Castilla León, claro está, en España.


Del primer Barahona que se sabe cruzó el Atlántico fue Gabriel, que formaba parte de los navegantes que venían junto a Cristóbal Colón cuando aconteció el descubrimiento del Nuevo Mundo. El segundo Barahona del que se tiene noticia es Sancho, capitán que venía junto a Hernán Cortés en su expedición, cuando en aquella quema de naves en Veracruz, por lo tanto Sancho se queda en México y participa en todo el episodio que conocemos como Conquista. (2)


Tras la toma de Tenochtitlan en 1521, Cortés comisionó a uno de sus más destacados Capitanes, Pedro de Alvarado, para otras expediciones más al sur, a su vez Alvarado se hizo acompañar de Sancho de Barahona, cosa que los colocó como conquistadores de Guatemala y El Salvador. Sancho de Barahona obtiene su recompensa como conquistador y se vuelve encomendero de vasta zona guatemalteca, la que abarca la zona ribereña del lago Atitlán, entre otras.


“A la muerte de Alvarado (1524) la encomienda de Atitlán fue repartida por mitad entre ¡a real corona y el conquistador sancho de Barahona. Por el año 1,623, un nieto de Sancho, Pedro Núñez de Barahona, tomo posesión oficial de la encomienda de Atitlán, que comprendía los pueblos de Santiago, San Lucas Tolimán, San Pedro. San Juan, San Pablo, La Visitación de Nuestra Señora, Santa Cruz y San Marcos, así como otros pueblos que ahora pertenecen a Suchitepéquez”. (3)


La escalera interior del Archivo de Indias en Sevilla, España.


Sancho casa en Guatemala con Isabel de Escobar, teniendo tres hijos, hasta donde se sabe, dos hombres: Sancho y Juan y una mujer, Leonor, la que casa con Juan de Cavallón, el que se volviera el conquistador de Nicaragua y Costa Rica. Uno de sus nietos, Pedro Núñez de Barahona, es quién reclama por sucesión directa, la encomienda de Atitlán, Guatemala. (4)


En un comentario que recibí en uno de los foros de genealogía que he venido verificando desde hace un año, el Sr. Jorge Jiménez en Costa Rica comenta que “Sancho de Barahona entró a Costa Rica, junto con Juan y Pedro de Barahona, en las huestes del Licenciado don Juan de Cavallón. Su expedición salió de Nicaragua, de la Ciudad de Granada específicamente, a principios de 1561. Venía acompañado de 91 españoles, además de indios y esclavos. Se conoce el nombre de 66 españoles. (76 si sumamos los que entraron con Estrada Rábago por otra vía). De ellas 40 personas eran de un nivel jerárquico superior y fueron 60 las que permanecerían en Costa Rica y que son fundadores de familias en este país.


En estas estanterías se conservan todos los documentos relacionados con el embarco de españoles que decidieron venir a hacer la América.


Juan de Cavallón era casado con Leonor de Barahona, hija de don Sancho, quien como usted bien sabe, fue compañero de Hernán Cortés en la conquista de México. Y luego de don Pedro de Alvarado en la conquista de Guatemala. Por tal razón el Licenciado Cavallón era un hombre importante en Guatemala. Y fue nombrado Alcalde mayor de Nicaragua, donde se mostró como un hombre de carácter y capaz. No obstante, el lic. Cavallón carecía de fortuna y debió financiar su expedición a Costa Rica con el capital del Presbítero Estrada. Pero, el emprendimiento no tuvo frutos, por lo cual las pérdidas no pudieron ser asumidas y Cavallón decidió aceptar un puesto de Oidor que le ofrecieron en México. Al hacer abandono de Costa Rica, Cavallón confiesa que salió endeudado en más de 9 mil pesos oro.


Los Barahona que lo acompañaron eran sus cuñados y aportaron capital para la empresa. Ellos también abandonarían la provincia. Sancho de Barahona era encomendero en Atitlán y desempeño el cargo de lugarteniente de general, Juan de Barahona vino como Tesorero. Ninguno dejó familia conocida en Costa Rica”. (5)


La que fuera Casa de Contratación en Servilla, concentra ahora al Archivo de Indias.


En la actualidad el apellido Barahona es cosa común en Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, es decir en toda el área centroamericana, y llama la atención que aquí, en el Bajío, el apellido Barahona es prácticamente desconocido, a no ser por la referencia que se hace de la Estancia de Barahona, el nombre pasaría inadvertido por completo. Y es aquí donde surge la pregunta ¿Quién fue Sancho de Barahona?


Recurriendo a los listados de pasajeros que se embarcaron a las Indias, encontramos en el Archivo de la Casa de Contratación la siguiente ficha:


Archivo General de Indias
ES.41091.AGI/16419// PASAJEROS,L.2,E.4142
"SANCHO BARAHONA" 1538-02-13

(6)


La región centroamericana, lugar de influencia de Sancho de Barahona.


Esto quiere decir que 16 años después de la conquista, cuando el flujo de pasajeros entre España y el Nuevo Mundo era mayor, cuando muchos querían venir “a hacer la América”, hubo un Sancho de Barahona que se embarcó ¿habrá sido él a quién se le otorgó la estancia que llevaría luego su nombre? Eso no lo sabemos, pero la información de este pasajero la corroboramos: “Sancho de Barahona e Isabel de Escobar obtuvo licencia para pasar a México el 13 de febrero de 1538” (7).


El asunto se torna complicado. Isabel de Escobar es la esposa del Conquistador de Guatemala, seguramente esta era una segunda travesía que hacían, ya cuando tenían las encomiendas, pero eso no se sabe. La complicación continúa pues los hijos de Sancho, “el viejo”, como solía diferenciarse al padre del hijo que llevaba el mismo nombre; era igual Sancho, “el mozo”, casado con Isabel de Loaiza; Juan era el otro. Mismos nombres que aparecen con don Pedro González cuando relata la historia de Salamanca: “La instalación de encomiendas se hizo desde luego por mercedes que concedió el primer virrey don Antonio de Mendoza, con sitios de ganado mayor y menor, dehesa, boyal, etc., a los españoles Sancho y Juan de Barahona, quienes fundaron la estancia de este apellido, y por mercedes semejantes se fundaron a la vez las de Mancera, Valtierra, Mendoza, Sarabia, etc., nombres de las haciendas inmediatas que aun existen”. (8)


El hermosísimo lago de Atitlán, región que perteneció a Sancho de Barahona


¿Será entonces que en esa segunda pasada por México Sancho de Barahona obtuvo las estancias que están registradas con los nombres de sus hijos, en el actual estado de Guanajuato e Hidalgo? Esa es una interrogante con la que nos tendremos que quedar por ahora.


Vestigios de construcciones coloniales hay en Santa Catarina de Barahona, Guatemala.


Fuentes:


1.- http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=6962#ixzz0orFZiVv6


2.- Sancho de Barahona venía con Hernán Cortés, eso lo sabemos pues aparece en la Carta del Ejército de Cortés, lo puedes ver aquí:

http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080012401_C/1080012401_T1/1080012401_106.pdf


3.-

http://www.atitlan-online.com/index.php?option=com_content&task=view&id=10


4.- Meléndez, Carlos. Conquistadores y pobladores. Origen histórico y social de los Costarricenses. Editorial Universidad Estatal a Distancia. Costa Rica, 1982.


5.- http://historiacostarica.wordpress.com/ilustres-progenitores-de-los-costarricenses/


6.- http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=6962#ixzz0orG3E3Cs


7.- Navarro del Castillo, Vicente. La epopeya de la raza extremeña a Indias. Mérida, España. 1978.


8.- González, Pedro. Geografía local del Estado de Guanajuato. Ediciones la Rana. Guanajuato, 2004.


Antigua Guatemala y su espectacular belleza, fue la capital original de Guatemala.


Sancho de Barahona venía con Hernán Cortés, eso lo sabemos pues aparece en la Carta del Ejército de Cortés, lo puedes ver aquí:


http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080012401_C/1080012401_T1/1080012401_106.pdf



domingo, 23 de mayo de 2010

Salamanca en la confluencia de territorios. ¿Bendición o Penitencia?

Para adentrarnos al estudio de la fundación de la Villa de Salamanca es necesario ubicarnos geográficamente en lo que eran los territorios que los antiguos mexicanos habían ya determinado como su propiedad. El río Lerma era el que formaba la frontera natural dividiendo hacia el norte a los Chichimecas y al sur a los Tarascos.


Chichimeca es el nombre genérico que denomina a todos los pueblos “bárbaros” que habitaban del Bajío hacia el norte, hasta el desierto de Chihuahua; estaban conformados por una buena cantidad de grupos, cada uno con nombre y territorio propio, hacia el sur encontramos a los Guamares, sus dominios llegaban hasta el río Lerma, es decir, era un frontera entre ellos y los Tarascos, pero, a poca distancia y rumbo oriente estaba otro pueblo, el Otomí. Con esto concluimos que en la zona que actualmente ocupa Salamanca, confluían Guamares, Tarascos y Otomíes.


Una vez sometido el pueblo azteca, los españoles trataron de entender que tan grande era el territorio conquistado; las primeras incursiones las hicieron hacia el sur de la ciudad de México y de allí tomaron rumbo occidente, llegando a Michoacán, la riqueza que los territorios ofrecían fueron vistos desde un principio y es Hernán Cortés quién toma posesión de esos territorios bajo la forma de encomienda, y, siguiendo aquel dicho de que “el que parte y comparte, se queda con la mejor parte”, obtiene lo que en la actualidad sería el norte del estado de Michoacán.


“Las encomiendas fueron establecidas en el año de 1524, pues los cristianos españoles iniciaron el reparto del territorio recién conquistado tanto el mundo mexica como del área michoacana. Hernán Cortés estableció el sistema de encomiendas y con este sistema administrativo pretendió servir a Dios, al rey de España, a los intereses particulares de los españoles y beneficiar a los nativos”. (1)


Esta, digámoslo así, casualidad, de ubicación de Salamanca en una zona que era el punto de confluencia de tres grupos, de tres pueblos, se vuelve a dar una vez que se hace la primera repartición de encomiendas por parte de Hernán Cortés, que, como pago a los servicios dados durante la conquista, sus Capitanes obtienen enormes territorios y son precisamente tres de esas gigantescas extensiones de terrenos que vuelven, casualmente, a confluir en lo que hoy es Salamanca.


“Así tenemos que durante la segunda mitad del siglo XVI, prácticamente toda la entidad guanajuatense se encontraba en manos de cuatro terratenientes: Hernán Pérez de Bocanegra en el sureste; Juan de Villaseñor en la parte sur-occidental y Juan de Jasso y Luis de Castilla en el centro y norte, respectivamente. Estos personajes fueron además importantes defensores fronterizos que fortalecieron la presencia española en los dominios chichimecas y contribuyeron a su pacificación. Por lo general estos grandes propietarios del norte radicaban en la ciudad de México o en las principales ciudades del Bajío, dejando sus estancias y haciendas al cuidado de un administrador”. (2)


Al poco tiempo, los enormes territorios asignados por encomienda a Pérez de Bocanegra, serán compartidos por otro conquistador, López Trujillo, quedándose el primero con los Apaseos y Salvatierra con el segundo, ambos peleando la posesión de la parte de la confluencia del río Laja con el Lerma, es decir, Salamanca.


“En tierras guanajuatenses, la estancia lograría imponerse como el más eficaz elemento colonizador, por encima de otros como el presidio y la misión, ya que en la mayoría de los casos evolucionarían hasta convertirse en población urbana de las más diversas categoría (congregación, pueblo, villa o ciudad). Así lo demuestra el hecho de que 23 de las 46 cabeceras municipales del actual Estado de Guanajuato se hayan originado a partir de estas unidades agropecuarias”. (2)


Hay un conquistador más que conocemos muy bien por su nombre: Sancho de Barahona, pero ¿un conquistador aceptaría tan solo una estancia? Eso está de dudarse ya que en nuestras medias actuales una estancia equivale a 1700 hectáreas, aproximadamente y los conquistadores se llevaban descomunales dimensiones de territorio… la pregunta es ¿quién fue Sancho de Barahona?


Fuentes:


1.- Reyes García, Cayetano. Tzacapu. Las piedras universales. El Colegio de Michoacán. Morelia, 1998.


2.- Pérez Luque, Rosa Alicia. Importancia de la estancia en el proceso colonizador del Estado de Guanajuato. Archivo Histórico de Guanajuato, 1989.