sábado, 31 de agosto de 2013

Devisador o Divisador. ¿Cuál es el verdadero nombre de ese rancho en Salamanca?

 Pensaba hace algún tiempo que al decir devisar, estaba deformando la palabra divisar; deformación que pensaba era común entre la gente del rancho de hace unos cincuenta o más años, esto considerando que, por ejemplo el rancho de El Bable, es más conocido como el Bable y antes se le decía el Baule, a final de cuentas, todas eran deformaciones de una sola palabra: Baúl. Pero en el caso del Divisador, es otra cosa. Veamos lo que dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:

devisar.
(Del lat. divīsus, repartido).
1. tr. ant. Pactar, concertar, convenir.
2. tr. ant. Señalar, declarar la suerte o género de armas para el combate en los duelos o desafíos.
3. tr. ant. Dividir o hacer particiones.
4. tr. ant. contar (‖ referir).
5. tr. ant. disfrazar (‖ desfigurar la forma natural).
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divisar.
(Del lat. divīsus, part. pas. de dividĕre, dividir, distinguir).
1. tr. Ver, percibir, aunque confusamente, un objeto.
2. tr. Heráld. Diferenciar, distinguir las armas de familia, añadiéndoles blasones o timbres.
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  Esto que ahora vemos es el padrón levantado en abril de 1683, allí vemos claramente que el nombre del rancho era con E y no con I como actualmente lo conocemos, la razón queda más que clara al ver la definición que hay de cada palabra. Devisar fue lo que se hizo cuando hubo ese reparto de tierras en Salamanca, quizá 50 años después de haberse fundado la villa, y al hacer ese reparto se usó la palabra correcta para definir a esa parte por el rumbo de La Cruz, se devisó, es decir, se hizo un repartimiento de tierras. Con esto demostramos que el nombre correcto de ese Rancho, ahora en peligro de desaparecer, es el de El Devisador.


viernes, 30 de agosto de 2013

Los fierros, vestigios de cuando había ganado mayor y menor en Salamanca.

  Sé muy bien que aun hay ganado en Salamanca, la razón por la cual el título de este artículo está en pasado es debido a que estos eran los fierros que usaron para marcar ganado en los ranchos y haciendas de Salamanca hasta finales del siglo XIX, quizá algunos siguen vigentes, quizá otros cambiaron ya de dueño, quizá otros más están desaparecidos, eso no lo sé. Lo que sí, más que saber, veo, eran estupendos diseños. Al ir viendo con atención cada uno, seguramente encontrarás alguno que reconozcas, incluso algún nombre te será familiar o, de plano, era de tu familia. Creo este será un muy buen ejercicio gráfico.... y nostálgico.

























jueves, 29 de agosto de 2013

De mesones, arrieros y caminos reales en Salamanca, Guanajuato.

   Para aquellos salmantinos que están hartos de que cuando se haba de la historia de Salamanca se menciona siempre a Emeteria Valencia, Bartolomé Sánchez, los Carros Bíblicos y demás temas que más que recurrentes son obsesivos, esta vez encontramos un auténtico oasis, pues, sí, efectivamente, hubo en Salamanca mesones, postas, ventas, estancos, fondas y todo lo que era necesario para el abastecimiento de arrieros y viajantes por los caminos reales menos conocidos. Bien sabemos que en la villa de Salamanca hubo varios mesones, pues aquí era en donde la Diligencia de México a Lagos hacía escala. Uno de esos mesones sobrevive frente al templo de San Agustín, ahora convertido en estacionamiento. (La foto que vemos corresponde a un Mesón, o mejor dicho, a lo que sobrevive del mismo -que es el letrero- en Teocaltiche, Jalisco.)

  Pero no toda la historia de Salamanca se centra en su villa, la zona rural era muy extensa y estaba más poblada, por lo tanto, mayores necesidades había allí. El mapa que ahora vemos fue publicado por el canónigo y diputado, José Guadalupe Romero en sus Noticias de 1864. En él vemos, además de la Ciénega o Charca, los caminos que pasaban por Salamanca. Uno de ellos, el que venía de Celaya y continuaba a Irapuato, eso que luego fue el Camino Nacional y luego la Carretera Panamericana. Pero vemos que había un camino alterno, este venía de Celaya también pero un poco más al norte y llegaba a Cerrogordo para continuar a Temascatío. Otro más salía de la villa hacia Temascatío y se unían al anterior para seguir a Lo de Sierra y de allí a Guanajuato.

   Es así como, Cerrgordo, siendo una de las haciendas más importantes de mediados del siglo XIX, y al estar a la vera no del Camino Real, sino del Camino de Arrieros, que era siempre aquel que buscaba la vía más rápida entre hacienda y hacienda, contaba con todos los servicios necesarios para satisfacer a esos pasajeros que seguramente eran muchos, ya que la segunda ciudad más poblada de México fue, en el siglo XVIII, Guanajuato y Salamanca era paso obligado, más aun, la zona norte de Salamanca. Para no confundirnos en el tiempo, Guanajuato fue la segunda ciudad en el XVIII, y para el XIX, estaba dentro de las más importantes del país, pero no encabezaba la lista, como quiera, seguía siendo un centro importante de población. En el estado León ya la había desplazado a un segundo lugar en términos de población, pero no de importancia política y económica. 

  Al transitar por ese Camino de Arrieros entre Cerrogordo y Temascatío, este era el panorama que veían: unos campos enormes, planos, en donde se encontraban importantes haciendas como la de Dolores, Guadalupe, Ancón, Doña Rosa y Mendoza, esto solamente en el tramo comprendido entre las dos grandes haciendas ya mencionadas, de Cerrogordo y Temascatío, sitos en los que existieron, efectivamente, mesones.

  "Consta en el acta del Cabildo de la Ciudad de México, del 1º de diciembre de 1525, que se dio permiso a Pedro Hernández Paniagua para establecer un mesón. En ese mismo documento se mencionan otros dos que ya existían en la Nueva España: el de San Juan en la Villa Rica, y el de Francisco Aguilar en el camino de Medellín a Veracruz. En 1526 se abrieron los mesones de Juana de Paredes y Rodrigo Rangel en Cholula, y los de Juan de la Torre en Tajiamora y Cuernavaca; y al año siguiente, en el camino de Veracruz a México, el de Pero Anzures, a quien por ser muy alto le pusieron Perote, de donde le vino el nombre a ese sitio. Los ayuntamientos establecían el arancel para el cobro de los servicios y cuidaban de que se cumpliese. Los únicos viajeros que paraban en los mesones eran los arrieros y carreteros con sus bestias, pues las personas principales lo hacían en las fincas o en los conventos, al igual que los frailes. Fuera de las poblaciones el hospedaje se hacía en las ventas, a la orilla de los caminos. Más que comodidades, en estos establecimientos se procuraba la seguridad de los viajeros, a menudo expuestos a los ataques de los salteadores". (1)

   En efecto, así se fueron desarrollando estos servicios de alojamiento y de restauración para hombres y bestias pues, recordemos, que el alimento para mulas, burros y caballos era esencial en este tipo de lugares. Temascatío es la hacienda más antigua que existe en la región, data de finales del siglo XVI, cuando se hicieron los primeros repartimientos de tierra en la zona, fue, de algún modo, consecuencia del descubrimiento de las minas de Guanajuato. Perteneció originalmente a la Congregación de Irapuato, que dependía del Corregimiento de Guanajuato; y, una vez fundad la villa de Salamanca, pasó a esta administración de Guanajuato directamente, mientras que Irapuato quedaría debajo, en cuanto a importancia pues mantenía su categoría de Congregación. Algunos propietarios de terrenos en Irapuato participaron en la fundación de la villa de Salamanca y fueron los que permanecieron en la región y dieron origen a familias que habitaron Salamnca por varios siglos.. (Aclaro que la foto que ves ahora no corresponde a Temascatío sino a lo que fue un mesón en el pueblo de Apaseo el Grande).

   En cambio la hacienda de Cerrogordo fue construida hasta mediados del siglo XIX, en 1853 y fue inaugurada el 8 de diciembre de ese año, día de la Inmaculada Concepción. Y es precisamente de esa época que encontramos los documentos que nos hablan de los mesones que había tanto en la una, como en la otra. Pero recordemos algo. Algo que sucedió en Temascatío y hubiera sucedido en Cerrogordo en caso de haber existido: los incendios que, durante la guerra de Independencia se daban. Temascatío fue uno de los lugares que continuamente era asaltado, sea por realistas que por insurgentes. (La fotografía corresponde al Mesón de San Juan de los Sauces en Encarnación de Díaz, Jalisco.)

   Así como lo vimos en lo relacionado a la maquinaria con que contaban las Haciendas de Salamanca para 1864, cuando comenzaba el Segundo Imperio, en ese mismo censo es que vemos cuales eran los sitios en donde había mesones, por cierto, en la época se acostumbraba anotarlos como Mezón, con zeta. La fotografía corresponde a otra de las casonas que sobreviven en el centro de Apaseo el Grande que no creo haya sido mesón pero nos da una idea de cómo eran esas construcciones. Los mesones que había tanto en Cerrogordo como en Temascatío, están ya desaparecidos.

   En la Hacienda de Cerrogordo el concepto de la propiedad, cuando se registró incluyó en uno solo toda el área y dice: "Casa y mezón con todas sus oficinas y mas un corralón para arrieros, sus macheros parte de piedra y cal y parte de piedra y lodo, sus arcos de cantera". Todo eso estaba valuado en $14,000 pesos. El propietario de la Hacienda era don Ramón Muñoz Guijarra, el total de la extensión de la Hacienda de Cerrogordo era de 95 caballerías de distintos tipos de tierras, es decir, era enorme. (La foto que vemos corresponde a uno de los mesones que había en el Camino Real, en el pueblo de San Francisco Soyaniquilpan, en el Estado de México.)

   En la Hacienda de Temascatío, propiedad en 1864 del Lic. Juan B. Morales, guanajuatense, magistrado, que se la había comprado a otro guanajuatense, Intendente que fue luego del asesinato de Juan Antonio Riaño, don Bernabé Bustamante. Así pues, para entonces en la Hacienda de Temascatío había "un mezón con seis cuartos, tiendas, cocina, comedor, caballerizas y un corral todo de adobe". Estaba valuado en $2,000 pesos. Había además, una casa "en estado de ruinas", valuada en $300 pesos. (Lo que vemos en la foto corresponde a una venta localizada en las proximidades de Polotiltán, Estado de México.)

   Para adentrarnos en el tema de los Mesones que había en el Camino Real o en el Camino de Arrieros, es bueno saber sobre la Conducta, que era una modalidad del transporte.

   Encontramos que, pocos años después, en pleno Porfiriato, en la villa de Salamanca había para el 29 de junio de 1882, un total de 20 establecimientos de hospedaje, se dividían en 11 posadas, 7 mesones, 1 casa de huéspedes y 1 corral para bestias. 9 de ellos estaban en la Calle Real, que era justo el paso del Camino Real; hoy se conoce como calles Hidalgo y Morelos. Entre los más grandes de ellos, partiendo del dato de que tenían a una persona encargada del establecimiento que no era el dueño, estaban: Mezón Del Progreso, de don Luis Domenzáin; Mezón de Guadalupe, de don Aurelio Ojeda; Mezón de San Francisco, de don Pedro Estévez; la Posada de San Juan, de don Florencio Lemus; el Mesón del Refugio de Francisco Arévalo; el Mesón de Hidalgo de don Domingo García; la Posada Santana, de don Antonio Santana; y la Posada de la Cruz de don Tiburcio Garcilita. El corral era propiedad de Justo Ramírez y se localizaba en la calle del Laberinto.

   Seguiremos hurgando más y más en todos y cada uno de los capítulos que conforman la Historia de Salamanca, esa que todos queremos saber y que pocos se han atrevido a investigar adecuadamente.

Este es el mapa ampliado que aparece arriba. Allí podemos identificar varias Haciendas de Salamanca, arriba al centro la de Dos Ríos, la de Marigómez, Mendoza, Temascatío, Arroyo Hondo, Cerrogordo, Ancón, Las Cruces, Dolores, Aguilar y Saravia.

Este es el Mesón San Antonio, que aun funciona. Se localiza frente al templo de San Agustín.

Fuentes:

1.- Enciclopedia de México.Tomo VII. México, 1977. p. 58

2.- AHMS. Censos y Padrones. Caja 84. leg. 8

3.- AHMS. Estadísitca. Caja 272. leg. 8

miércoles, 28 de agosto de 2013

1905: El proyecto del Ferrocarril entre Salamanca, Guanajuato y Zamora, Michoacán.

   Dentro de los tantos pasajes desconocidos, casi escondidos que hay en la Historia de Salamanca, tenemos los relacionados a las líneas férreas de las que, en el caso de la que se llamó originalmente como Ferrocarril Central Mexicano, aun sobrevive. Ese es el tren que corría desde la ciudad de México, pasaba por Salamanca, seguía a Irapuato en donde había la opción para cambiar a Guadalajara o seguir rumbo norte hasta Ciudad Juárez. La otra era la Burra, que iba de Salamanca a Valle de Santiago y continuaba a Jaral del Progreso. Pero esa línea no solo iba al sur, también iba al norte del municipio de Salamanca pues continuaba a Cerrogordo y de allí a San Juan de la Vega para terminar en Empalme González, luego de haber pasado por la Hacienda de Soria. En la fotografía que aquí ves se nota aun el trazo del que fuera el terraplén que, si lo ves con atención cruzaba el ángulo sur-oriente.

   El proyecto de la línea propiedad del ex presidente de la República, Manuel González, era no solamente llegar a Jaral del Progreso desde Salamanca, sino continuar de allí rumbo a Morelia y luego a Pátzcuaro. No se realizó debido a que el terreno, una vez llegando a Jaral, dejaba de ser plano y el costo de terraplenes, puentes y túneles aumentaba en mucho su construcción y no se veía como un negocio rentable. La Burra a Valle dio servicio hasta 1980 aproximadamente. En cambio el servicio de Salamanca a Empalme González, que es lo que hoy conocemos como Empalme Escobedo, dejó de prestarse en 1932.

   Pero las cosas de la Historia del Ferrocarril en Salamanca no terminan allí, pues hubo una vez, en 1905, el interés de construir una vía férrea que comunicara a todas las haciendas de la región sur poniente del Estado de Guanajuato y la nor poniente de Michocacán, el objetivo era conectar a Salamanca, pasando cerca de Cuitzeo de los Naranjos, actual Abasolo; seguir a Huanímaro hasta un punto próximo a Puruándiro y de allí continuar, por los ricos valles norteños de Michoacán, hasta Tlazazalca y terminar en Zamora. las líneas amarillas del mapa marcan esas dos extensiones que nunca se llegaron a construir. la de Jaral a Morelia y la de Salamanca a Zamora.

   Así se veía la estación de Salamanca al comenzar la década de los años cuarenta del siglo XX. La toma se hizo desde la Casa Colorada, propiedad entonces de los Argomedo, dueños de la Hacienda de Cerrogordo, que al poco tiempo pasaría a manos de la familia González, al fondo, de lado derecho, el que fuera Molino de La Providencia, propiedad de don Apolonio Garcidueñas. Del lado izquierdo vemos el tanque de agua que proveía al tren del líquido, instalado en la fábrica de La Fortaleza. Dejamos la nostalgia de las fotos antiguas y pasamos a los documentos que se emitieron cuando hubo un grupo de emprendedores que querían tener un tren entre Salamanca y Puruándiro.

Hacienda de Cantabria.
A 28 de Septiembre de 1905.
Sr. Dn. Andrés Martínez.
Hacienda del Cortijo.

Muy estimado amigo:


   Me pide la Compañía del Ferrocarril Nacional datos acerca de la producción de esta comarca y de la comprendida entre Salamanca y Puruándiro pues tiene la idea de prolongar la línea ancha desde Salamanca a Zamora penetrando aquí y tocando las inmediaciones de Puruándiro.
   Si esta Compañía se decidiese a comprender este trabajo tendríamos el ferrocarril enseguida porque es hoy la principal empresa de ferrocarriles del país con elementos enormes para terminar en muy poco tiempo un tramo como este, de manera que toca suministrarle datos buenos y perfectamente autorizados.
   De los que aquí tengo facilidad de darlos oficialmente pero quisiera que de Puruándiro me enviasen un informe o comunicación oficial de la Prefectura en la cual me explicasen en cuanto estiman la producción anual en toda la comarca comprendida desde Salamanca a Panindícuaro, contando desde el río Lerma hacia acá, este es al sur.
   Podría dirigirme al amigo Sr. Colín, pero entiendo que de palabra puede explicársele mejor esto y Ud. ha de tener manera por sufamilia de allá de que le hablen y le interesen en suministrarme esos datos. Los de aquí, comprendiendo Coeneo y Huaniqueo los he estimado en lo siguiente:

Productos de maíz anuales 200,000 hs.   21,000 toneladas.
Productos de trigo  70,000 cargas.            11,000 toneladas
Maderas, ganados, etcétera                       30,000 toneladas
Total                                                                62,000 toneladas.

    Ud. considerará si están aproximados a la realidad estos datos y en cuanto a los de Puruándiro, en la zona que indico, me parece que si no son mayores han de ser lo mismo, pues si bien no tienen maderas la producción general ha de ser muy considerable.
   Desearía prontamente esa noticia oficial para poderla mandar a México en seguida y trabajar allí porque se inclinen a hacer el ferrocarril.

Su atto. amigo y S.S. 
Alfredo Noriega.

  Efectivamente, en el llamado Bajío Michoacano había interés grande de tener comunicación férrea hacia el Norte, Salamanca se volvía un punto estratégico pues de ese modo llegarían más rápidamente a Laredo, tomando el ramal Salamanca-Empalme o a Ciudad Juárez, haciendo el trasbordo en la estación de Salamanca. La zona michoacana interesada estaba controlada por varias haciendas y sus hacendados, la lista la vemos aquí, una de ellas la de Cantabria y su dueño, Alfredo Noriega, era propietario, además de Noriega y Compañía, empresa que creada para realizar la desecación de la Ciénega de Zacapu y volver todas esa región productiva, don Alfredo obtuvo la concesión en 1896, para 1905 los terrenos estaban ya produciendo granos y semillas, de allí comienza la idea del ferrocarril a Salamanca. Otro personaje entra en acción: don Gregorio Martínez, propietario de la Hacienda del Cortijo.

Cortijo, 30 de Septiembre de 1905.
Sr. prefecto Ygnacio Colín López.
Puruándiro.

Estimado y fino amigo:


  Como verá Ud. por la adjunta carta, pide el Sr. Noriega la Compañía del Ferrocarril Nacional datos acerca de la producción agrícola entre Salamanca y Panindícuaro.
   Por tratarse de un asunto de tanta importancia como es este, y como viendo perfectamente el espíritu progresista de Ud. que siempre da acogida a todo lo que significa adelanto, no he tenido inconveniente en seguir las instrucciones del Sr. Noriega suplicándole se sirva suministrar los datos que necesite la Compañía.
   Me permito además indicarle que la compañía tiene decidido que solo construiría la línea si por los cálculos aproximados de la que arrojen las exportaciones, el capital que haya de invertir le produzca el 5% anual.
   Por este motivo le expreso a Ud. mis deseos de su informe sea lo más minucioso posible: bajo el concepto de que si los productos a que Ud. halla de referirse, arrojan un total en toneladas, igual o superior al que contiene la carta del Sr. Noriega, podrá considerarse como negocio hecho la erección de la vía de que trato.
   Si molestamos a Ud. es porque el Ministerio desean que el informe que se desea si es posible oficial, es decir por medio de una comunicación, pues ya sabe Ud. la parte tan directa que tiene el Gobierno en dicho Ferrocarril. Mi papá me recomienda de a Ud. las debidas gracias por las atenciones que tuvo al estarse informando por teléfono de su salud la que actualmente se encuentra en estado regular.
   Ya comprenderá Ud. que por el estado actual de mi papá soy yo quien me dirijo a Ud. para este asunto.
   De Ud. como siempre su afectísimo y atento
S.S.Q.B.S.M.
Gregorio Martínez. (1)

  Las comunicaciones seguían su curso, el interés estaba latente, los hacendados piden formalizar los trámites y las informaciones, el Prefecto de Puruándiro, Ygancio Colín López, se pondría en contacto con el Jefe Político de Salamanca, el Lic. don jesús Espinoza. (2)

Puruándiro, 2 de octubre de 1905.
Sr. Lic. Jesús Espinoza
Jefe Político
Salamanca,

Muy estimado Sr. mío y compañero:


   Por las cartas que en copia me permito acompañar a Ud. se servirá venir en conocimiento de las pretenciones que tiene la Compañía del F.C. Central Mexicano para establecer un ramal que partiendo de esa Ciudad toque algunos puntos de este Distrito y termine en el de Zamora de este mismo Estado.
   Como se servirá Ud. ver también en las referidas cartas desea el Sr. Dr. D. Gregorio Martínez que se le ministren algunos datos estadísticos acerca de las producciones en la zona referida y como comprende parte del territorio del merecido cargo de Ud. mucho le he de estimar en nombre del Progreso floreciente de nuestro País, se sirva ministrarme aquellos, si fuere posible oficialmente, pues en esta forma los necesita la Compañía emprendedora.
   Como no dudo de su acendrada ilustración y buena voluntad en que se servirá Ud. obsequiar mi iniciativa. anticipo a Ud. las más sinceras gracias.
   De Ud. afmo. y atto. amigo y S.S.
Ygnacio Colín López.

   La respuesta que da el Lic. Espinoza, al parece, no es del todo amable, pues le dice al Prefecto de Puruándiro que el Ministerio de Fomento es el que tiene todo tipo de estadística. Las comunicaciones sobre este proyecto hasta allí llegan o, en todo caso, son las únicas que encontré en el Archivo Histórico Municipal de Salamanca. Tenemos una duda ¿quién era Alfredo Noriega?

  "Eduardo y Alfredo Noriega eran empresarios de origen español residentes en Guanajuato. En 1903 se constituyeron como Sociedad Colectiva Eduardo y Alfredo Noriega. Entre los bienes que poseían en Guanajuato estaban la empresa Arroyo y Compañía dedicada al comercio de abarrotes; tenían una fábrica de dulces; eran propietarios de la hacienda de San Bartolo; poseían acciones en las minas de San Fernando, La Esperanza, El Cedro, El Moral y Beneficiadora de Metales de Zucalpan. Su tío, Iñigo Noriega, era un connotado empresario agrícola, minero y comercial, que se movía en los círculos cercanos al presidente Porfirio Díaz. Gracias a las negociaciones de Iñigo ante el Ministerio de Fomento, Colonización e Industria, en diciembre de 1896, los hermanos Noriega obtuvieron el permiso del gobierno federal para desecar la Ciénega de Zacapu. Con esta obra se incorporaron a la agricultura cerca de 12,000 hectáreas de tierra. Con las ganancias generadas por la desecación pudieron adquirir  propiedades y en un corto plazo dar forma a una de las haciendas cerealeras más importantes de Michoacán: Cantabria". (3)

   Encuentro en el libro Entre campos de esmeralda (4), un mapa que nos ilustra con la ubicación de la Hacienda de Cantabria, propiedad del acaudalado Alfredo Noriega que era el promotor del ferrocarril Zamora-Salamanca, la cual se encontraba entre Huaniqueo y Zacapu y Villa Jiménez y Coeneo.

  Cada día que pasa me sigo convenciendo más y más de que todo lo acontecido en Salamanca y que ha estado en el olvido, nos da material suficiente para escribir no uno sino varios libros.

   Para concluir con el tema, vuelvo a la fotografía inicia, pero ahora ampliada, tomada, seguramente a finales de 1950, luego de la inauguración de la Refinería. Me sigue sorprendiendo que allí se ve claramente el que era el entronque de las vías férreas que partían, como ramales, hacia el norte a Cerrogordo y Empalme; y al sur hacia Valle y el Jaral.

Fuentes:

1.- AHMS. Ferrocarril y Tranvías. Caja 281. Leg. 6.

2.- Reyes, Cayetano. Las tierras creadas del noroeste de Michoacán.  El Colegio de Michoacán. Zamora. pp. 33-48. Vista electrónica aquí.

3.- Saneamiento, restauración y conservación de la subcuenca del río Cupatitzio. Sitio electrónico Rioquecanta de la UAMSNH.

4.- Sánchez Rangel, Martín. (Coord). Entre campos de esmeralda. La agricultura de riego en Michoacán. El Colegio de Michoacán. Zamora, 2002.