miércoles, 4 de octubre de 2017

Algunas de los periódicos y revistas que se han publicado en Salamanca

  Publicaciones del tipo semanario, quincenal o mensual, han habido muchas en Salamanca, igual que los que diariamente se producen. No todos han sobrevivido, quizá sea caso único el Sol de Salamanca que lleva varias décadas y se sigue manteniendo. Ahora vemos varios encabezados en donde aparece el nombre de la publicación, todas del pasado. Algunas de la mencionadas en el artículo de Guillermo Razo no me fue posible localizar, sin embargo nos da un panorama general de lo que este medio de comunicación ha sido en nuestra población.

  "El periodismo en Salamanca es una actividad muy práctica por las personas que se dedican a esta profesión. Siendo la cuarta ciudad en importancia económica es la que tiene mayor proporción en medios de difusión, desde revista hasta medios radiofónico, curiosamente es la ciudad con mayor número de revistas política del estado como son: Radar, Análisis (ahora Guanajuato), Monitor y la revista cultural La Vihuela; no tiene ni un solo diario propio ya que El Sol de Salamanca es un diario que se hace en Irapuato y el criterio que se emplea en él es totalmente irapuatense. Los periodistas que escriben en él viven y tienen sus afectos en Irapuato. En cambio debemos abonar a su crédito que es el diario de mayor circulación en el municipio.

  La calidad de los periodistas salmantinos es reconocida en la entidad, ya que la mayoría de los directores y revistas semanales y quincenales tuvieron estudios universitarios, realidad ésta que permite formarse una idea del tipo de periodismo que ofrecen a sus lectores, en comparación con otros municipios que los periodistas distan de haber tenido estudios secundarios. A diferencia de muchos otros lugares de la República, donde existen innumerables medios de difusión, el principal sostén del periodismo salmantino no es el comercio de la ciudad, mismo que es raquítico y mal orientado, sino las corrientes políticas que predominan en la ciudad. Siendo una población eminentemente cosmopolita, Salamanca alimenta varias corrientes de opinión y por lo mismo ofrece un periodismo plural como en ninguna parte del estado.

  Los diarios que circulan en salamanca sin estar impresos en la ciudad son: Sol de Salamanca, El Centro, A.M. de Celaya, El Nacional. Los periódicos semanarios son: Antorcha, Que tal, La Voz de Salamanca, Tiempo de Salamanca, Expresión, Decídete. Las radiodifusoras que cuentan con información periodística son los siguientes  XEZH, XEMM, y la XEMAS.

  El periodismo en Salamanca se remonta al siglo XIX, cuando se dedicó un periódico muy bien hecho de nombre: “El Demócrata”, que aparecía cada quince días. Durante los últimos diez años se han visto muchos medios informativos locales que no han resistido el paso del tiempo. Mencionaremos a continuación algunos de ellos: Crisol, El Heraldo de Irapuato, Día 7, Gente Audaz, Revista de Futbol, Tiempo Nuevo, Punto, Vértice, RIAMA y La Gaceta".






Fuente

1.- Razo, Guillermo. Salamanca hoy. 1992. p 322

martes, 3 de octubre de 2017

La señalización de las calles, caso Av. del Trabajo en Salamanca

  Al paso del tiempo Salamanca ha ido modificando y adecuando la nomenclatura de sus calles. Aquellos emblemáticos nombres de Las Flores, El Laberinto, Los Santana, El Relox, Del Hospital, por tan solo nombrar algunas, fueron cambiadas por los nombres de los héroes patrios, especialmente de aquellos que participaron en el movimiento de Independencia. Algunos nombres fueron eliminados muy entrado el siglo XX, como es el caso de la Calle La Fortaleza, que cambió por el de Lázaro Cárdenas al oriente y Rafael Campuzano al poniente.

 En el caso específico de la Avenida del Trabajo, no logro entender la razón que hubo para calificar esta arteria como Avenida, dado que es apenas una calle de corte normal, y de un trazo sumamente particular, además de ser la única que mantiene el nombre de lado a lado de la población.

  Pero más me llama la atención ver las placas que nos orientan, las que indican el nombre de la calle, que, comprobar que es esta calle la que conserva la placas que han sido usadas cada que hay un cambio de administración o que se encuentra al patrocinador de la placas.




  Esta era la Villa de Salamanca en 1864. El número 1 corresponde a la Calle del Camino Real, actual Hidalgo-Morelos. La 2 era La Calle de las Carretas, actual Guerrero-Aldama. El 3 corresponde a una calle intermedia que ya no existe. El 4 corresponde a Matamoros-Abasolo. El 5 la actual Avenida del Trabajo ¿por qué "avenida"? no lo sé. El 6 sería la calle de San Antonio, pero en realidad no había calle, ese era el límite norte de la villa. Me queda la duda si la calle de Las Damas era Matamoros o la del Trabajo.

lunes, 2 de octubre de 2017

Lo publicado en Excélsior hace 32 sobre la muerte de Margarita Mendoza López.

   Sale de sobra hacer relato de lo sucedido en la Ciudad de México hace unos días. La casualidad, el destino, a ironía o lo que haya sido, hace repetir en la misma fecha, 19 de Septiembre, con 32 años de diferencia, un fuerte terremoto. El de 1985 a las 7:15 de la mañana, el segundo, de 2017, a las 13:15, ambos dejaron muchos daños, en de hace 32 años hubo más de 10 mil muertos, entre ellos una persona de Guadalajara, ligada de algún modo con Salamanca, ya que era la esposa, viuda ya, de José Rojas Garcidueñas: Margarita Mendoza López. Así, recordando el evento y en su memoria, transcribo lo publicado en el Excélsior, días después de lo acontecido.

   “Tercera llamada, tercera llamada, tercera llamada, y Margarita Mendoza López no contesta. Se teme que haya bajado el telón de su vida y haya dejado inconclusa su importante obra que sobre Teatro mexicano realizaba. Margarita Mendoza López, la extraordinaria mujer, infatigable trabajadora, escrupulosamente apegada al deber y sumamente organizada, no responde a los llamados de sus amigos, por lo que se teme que haya fallecido durante el derrumbe del hotel Regis, en donde vivía desde hace dos años después que perdió a su esposo.

  Ella, ordenada en todos los aspectos de su vida, tenía todo dispuesto para cuando llegara la hora de enfrentarse al Creador. Hace poco le dijo a la licenciada Guillermina Llach: “no le tengo miedo a la muerte, estoy preparada. Todo ser que nace, muere… es lo más seguro que tiene uno en la vida y hay que ver este trance con tranquilidad, serenamente”.

  Margarita nunca uso su nombre de casada era esposa del distinguido literato y diplomático, José Rojas Garcidueñas quien fue miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua –con nombramiento de Secretario Perpetuo-, del seminario de cultura Mexicana y otras instituciones de Cultura. Decía Margarita que no era viuda –porque mi esposo vive dentro de mí”. En el registro del hotel Regis decía: “Margarita Mendoza López. Ahí vivió sus últimos dos años en el cuarto número 440. Después de que falleció don José, ella quitó su casa (en las calles de Bolívar) y se redujo a una habitación en donde solo cabían sus libros, sus recuerdos personales. Escribía, leía y se reunía con sus amistades más íntimas. Gracias, Margarita, por haberme contado entre ellas.

  Alta, erguida, de elegancia natural en sus movimientos, una de sus muchas cualidades era la de ser agradecida. “Una persona agradecida, es una persona bien nacida”, nos decía con frecuencia. Y hablaba con cariño de aquellas personas de las que recibió algo.

  Nació en Guadalajara, hija del maestro Luis Mendoza López, quien fue director de la Orquesta de Esperanza Iris. Su madre, Berta, tuvo por muchísimos años, el alquiler de un vestuario teatral, que presentó utilidades. Margarita estuvo profundamente ligada con la vida teatral de México, pues su padre, como hemos dicho, fue director de su Orquesta, gracias a la amistad de su papá con la actriz tabasqueña. Margarita, en su boda lució las joyas de doña Esperanza Irisa, a quien admiró y quiso entrañablemente. Siempre la recordaba y cuando podía hablaba o escribía de ella. Tenía un acopio importante de datos desconocidos, o poco conocidos, de la que fue emperatriz de la Ópera

   En su último libro que acaba de salir, “El Teatro de Ayer en mis Recuerdos” editado por Editorial Porrúa, S.A. dedica un capítulo a doña Esperanza: Dice en uno de sus párrafos: A poco de llegar a México trabamos amistad con Esperanza y con Paco, acababan de casarse. Él era un muchacho de Delicias, Chihuahua de familia muy honorable. Sus padres querían que se hiciera cargo de las tierras y de los negocios que tenían, pero Paco tenía una bonita voz de barítono y lo que quería era cantar, se vino a México y acabó por casarse con Esperanza. La diferencia de edades era grande y la maledicencia se ensañó contra él…”

  Continúa el relato: “cuando se casaron, Esperanza estaba arruinada, el teatro Iris hipotecado y todas sus alhajas en el Monte de Piedad. Algunas amigas entre ellas Conchita Cabrera, que era enfermera, y Sarita Gutiérrez empleada, se encargaban de comprarle hasta medias. Paco no se casó con Esperanza por su dinero, al contrario, fue él quien se preocupó por sacarla de la ruina”.

  Margarita vino a verme a Excélsior, el 13 de septiembre. Desgraciadamente no me encontró. Me dejó su libro “El teatro de ayer en mis recuerdos”, dedicado a la memoria de José Rojas Garcidueñas (su esposo) y el que dice en la primera página. Luis y Bertha Mendoza López dos vida consagradas al espectáculo. Relato personal entreverado con las conversaciones que con mis padres tuve a lo largo de sus vidas”.

   Qué ironía del destino! En esta pena que embarga a nuestro país la familia de Plácido pereció a consecuencia del sismo y Margarita… pensamos que también, porque de ella no se ha sabido nada de ella y quizá su cadáver fue enviado a la fosa común.

  Todos sus amigos sentimos profundamente su desaparición y nos conforta que estaba preparada para el viaje final. Colaboró en el Centro México de Escritores, institución que en 1959 le encomendó la organización y publicación de la obra titulada “Catálogo de publicaciones periódicas mexicanas”. En esta institución trabajó muchos años, pero sus inquietudes teatrales la llevaron a ser la directora de la Escuela de Teatro del INBA. Útilmente fundó el centro de Información Teatral “Rodolfo Usigli”, del INBA. Y hasta hace unos días trabajaba en la publicación del Catálogo de Obras teatrales mexicanas para el IMSS.


Fuente:

Appendini, Guadalupe. Excélsior Secc. B. Jueves 3 de octubre de 1985 pp. 1—5