jueves, 28 de febrero de 2013

Los ranchos del siglo XVII en Salamanca, el origen de las haciendas.

    Con los datos que aquí se contienen acabamos de dar una primera revisión al padrón levantado en la villa de Salamanca en el año de 1683. El padrón nos dice el nombre de cada una de las labores, rancherías y estancias de naturales, que no son otra cosa que el origen de las haciendas que se fueron desarrollando a lo largo del siglo XVIII. Encontramos una constante, la advocación a San José. Esto me hace pensar que la zona nor-oriente de Salamanca fue la división del padrón del Valle de Salamanca que llevo justo el nombre de ese santo, esto de acuerdo a los datos que nos da don Pedro González en su Geografía Local de Guanajuato.

 Rancherías, estancias y labores de naturales en Salamanca.

1.- Casa y familia de Don Bernabé Butanda. 35 personas.
2.- San Joseph de la Loma de Granados. 22
3.- San Gabriel. 10
4.- San Gerónimo de Arroyo Seco. 12
5.- Santa Catalina. 18
6.- Nuevo Santa Catalina. 13
7.- San Nicolás de Ancón. 23
8.- Las Granjenas. 24
9.- La loma de Surita. 4
10.- San Nicolás de Mendoza. 14
11.- Mezquite del Tigre. 5
12.- Balderrama. 10
13.- Rancho de Joseph Ramón. 3
14.- Las Cajas. 3
15.- Baltierra de Marcos 26.

16.- Santa Cruz de Arroyo Hondo. 8
17.- Nuevo de San Joseph. 19
18.- Nuestra Señora de Guadalupe. 4
19.- Paredones. 5
20.- De los Pantoja. 3
21.- Cerrito Blanco. 7
22.- San Pedro del Tepeguaje. 13
23.- Miguel García Baltierra. 9
24.- Nuevo de Santiago. 6
25.- San Joseph. 6
26.- Mancera. 8
27.- Puerto de Valle. 23
28.- Baltierra de Lázaro Pérez. 7
29.- Mendoza. 12
30.- El Sauce. 7

31.- Laguna Grande. 4
32.- Domingo García. 13
33.- San Antonio de Tena. 15
34.- San Joseph de Tena. 18
35.- San Isidro. 10
36.- San José Churutaro. 19
37.- La Virgen. 6
38.- San José de las Sardinas. 26
39.- San Francisco Sotelo. 29
40.- San Joseph. 7
41.- San Jospeh de Diego Tamayo. 13
42.- Del Gobernador. 5
43.- San Antonio. 10
44.- San Francisco de Balteirra de Lizarrarás. 14
45.- San Martín.13

 46.- El Devisador. 21
47.- Las Joyas. 16
48.- Santa Cruz de Baltierra. 19
49.- San Joesph. 21
50.- Balderrama. 7
51.- San Juan. 22
52.- El Potrero. 10
Algunos de los nombres nos dicen de los ranchos y haciendas actuales. Aparece la zona de Baltierra con distintos nombres, comunidad que en la actualidad conocemos como la Labor de Valtierra. Son dos los registrados como Balderrama, y varios San José. Pero recordemos que había una especie de integración entre el valle de Salamanca, al norte del río Grande y el valle de Santiago, al sur del río que ahora conocemos como Lerma, estas labores eran:

 Labores del valle de Santiago.

1.- Nicolás Miguel de Lizarrarás. 42 personas.
2.- Gabriel de Valle Alvarado. 27
3.- Isla de Terán. 41
4.- Brazo de San Nicolás. 20
5.- El Cerrito. 23
6.- Sebastián de Estrada o Malpais. 52
7.- Pedro García de León. 16
8.- Nicolás Fernández Aguado. 24
9.- Hoya de Síntora. 20
10.- El Zapote. 14
11.- El Desaguadero. 15
12.- Diego Ramírez. 11
13.- Uruétaro. 9

14.- La Herrita. 30
15.- Brazo de Santa Rosa. 16
16.- Diego García. 14
17.- San Miguel de Tello. 32
18.- Padres de el Carmen. 7
19.- Villa Diego. 27
20.- San Agustín. 15
21.- Joseph Merino. 6
22.- Labor del Tular. 22
Debo aclarar que al padrón del valle de Santiago le falta una hoja, por lo que debemos considerar al menos 5 labores más. Aquí comprobamos que la división entre uno y otro valle era el río Lerma, pues Uruétaro que está próximo a Salamanca, en el padrón lo consideran de Valle de Santiago. Así pues, con estos datos, debemos ir aclarando esta especie de rompecabezas que nos dará con mayor certeza, una vez que logremos determinar en que se convirtió cada labor, cuales fueron los orígenes de las haciendas que hubo en Salamanca.

Fuente.

Carrillo Cázares, Alberto. Partidos y padrones del obispado de Michoacán. 1680-1685. El Colegio de Michoacán. Zamora, 1996. pp. 416-434.

miércoles, 27 de febrero de 2013

1683: La influencia de Salamanca en Valle de Santiago y viceversa.

    Volvemos una vez más al análisis sobre el documento que el historiador Carrillo Cázares incluyó sobre la villa de Salamanca en el padrón levantado en 1683. En dos artículos anteriores vimos cuáles habían sido los antecedentes que, en esos padrones levantados para el Obispado de Michoacán, se hicieron desde algunos años luego de la fundación de la villa, hasta el más completo que es, justamente al que nos referiremos de nueva cuenta, el de 1683. Esta vez con la intención de ver la enorme relación que había entre la villa de Salamanca y la congregación de Valle de Santiago, a donde había emigrado algo de la población que había formado parte de la fundación de la villa. Seguiré pensando que esta migración se debió a que las tierras situadas en la parte norte se inundaban durante la temporada de lluvias, en cambio hacia el valle de Santiago, las tierras eran cultivables todo el año.

    Para 1602 fue cuando iniciaron los trámites, las entonces llamadas peticiones, para recibir una merced del rey, es decir, una autorización para, en este caso, fundar una villa. Esto lo hicieron algunos españoles asentados en las congregaciones de Irapuato, los encabezó un personaje del cual no tenemos muchos datos, fuera de que su nombre fue Bartolomé Sánchez Torrado, "por sí y en nombre de algunos españoles que viven y residen en las congregaciones de Irapuato y jurisdicción de Yuririahpúndaro..." esos españoles eran muchos, "...y con ella algunas peticiones firmadas de ochenta hombres que pedían lo mismo..." (1), al final fueron 41 los que firmaron el acta de fundación el 1º de enero de 1603. Por lo tanto podemos considerar que en un principio la villa estuvo poblada por unos 164 personas, considerando que 4 personas formaban cada familia, quizá eran un poco más, dudo que el número superara a los 200 pero, siendo objetivos 200 personas no se quedarían a vivir luego de la fundación, debió pasar algún tiempo para que las casas fueran levantadas, ¿que tanto tiempo pasó? eso lo desconozco.

   Tuvieron que pasar tres años, luego de la fundación de la villa para que se delimitaran cómo serían los repartos de tierra, si bien se habían ya entregado los solares correspondientes a los fundadores, que incluían terreno suficiente para una huerta familiar, esto en lo que hoy conocemos como centro histórico. Es para el 6 de mayo de 1606 en que el valle de Salamanca, -como se le nombró- obtuvo los nombres a las 16 divisiones que de él se hicieron. Se tuvo en cuenta un punto especificado en la licencia de merced de fundación la cual establecía que "y atento que le está señalado de distrito, término y jurisdicción cuatro leguas y las estancias de ganado mayor que suelen pedir, han de caer tres leguas del poblado..." (2)

   "... a los fundadores de Salamanca se es dio merced y posesión real de todo el valle de Salamanca, con arreglo a la ratificación del virrey marqués de Montesclaros y al repartimiento hecho por el ayuntamiento de Salamanca, en la sesión del 6 de mayo de 1606, día en que se dieron nombre a las divisiones del terreno en los padrones de San Diego, San Bartolomé, San Francisco, San Mateo, San Lorenzo, San Pedro, San Juan, San Roque, San Miguel, San Cristóbal, San Nicolás, Santa María, Potrero, San José, Santiago y San Lázaro..." (3) Es de este modo que, determinado el padrón de Santiago, se establece allí la nueva población que llevará el nombre de Valle de Santiago; siendo sus primeros once pobladores: Diego Tamayo, Pedro Rivera, Cristóbal Martínez, Francisco Gómez, Silvestre Aguirre, Luis de Fonseca, Antonio de Estrada, Andrés de Cuellar, Francisco de Santoyo y Juan Martínez Guerrero. Son varios los apellidos que resaltan y que seguramente tienen relación con los ya asentados en Salamanca: Tamayo, Fonseca, Santoyo y Cuellar.

   Volviendo al padrón levantado en 1683 vemos en él una población en Valle de Santiago de 1,089 personas, de ellos 69 eran españoles, casi el doble de los 36 que vivían en Salamanca, eso nos dice de la especie de migración que hubo hacia las mejores tierras que había al sur del llamado "valle de Salamanca". Encontramos que son 107 las casas construidas, de ellas sólo 16 tienen personal de servicio, por lo que intuimos son las de los pudientes. Los nombres que, al revisar uno a uno al propietario de cada casa, resaltan por estar asociados a los mismos apellidos -quizá familiares cercanos- de los que fundaron la villa de Salamanca, estos son:

1.- Agustín Tamayo. Uno de los fundadores de Valle de Santiago. En 1670 y luego en 1680 hubo un alcalde ordinario en Salamanca de nombre Diego Tamayo; en 1681, también en Salamanca, un alcalde ordinario de nombre Juan Tamayo. en 1683 no aparece ningún Tamayo en Salamanca, esto indica que ellos se habían ya movido a Valle de Santiago.

2.-  Agustín de Arízaga. Este nombre es el mismo del que fue alférez real en Salamanca, aquí aparece viudo y con dos hijas. Dudo que sea el alférez ya que él contrajo segundas nupcias y de sus siete hijos que tuvo en el segundo matrimonio, solo sobrevivió uno que llevó por nombre José Ventura.

3.- Domingo de Lisarrarás. Hubo un alcalde ordinario en Salamanca en 1683 y 1684 de nombre Juan de Lizarrarás; aparecerá luego, en 1699 y 1708 un alcalde ordinario en Salamanca de nombre Gregorio de Lizarrarás.

4.- Bartolomé de Santoyo. Los Santoyo es apellido común por el rumbo de la hacienda de Temascatío en el norte de Salamanca, todos emparentados con gente de Irapuato. En Salamanca vivían algunos estancieros del mismo apellido: Juan de Santoyo y Alonso Pérez de Santoyo.

5.- Diego Pérez de Santoyo,  Andrés de Santoyo, Mariana de Santoyo,  Leonor de Santoyo. Todos parientes, con ellos tenemos dos cabezas de familia en Salamanca y cinco en Valle de Santiago de la familia Santoyo.

6.- Juan Tamayo, quizá pariente de uno de los fundadores de Valle de Santiago y homónimo del alcalde ordinario de Salamanca en 1681.

7.- Joseph Machuca. Este apellido es otro de los que aparecerán en el siglo XVIII dentro de los propietarios de haciendas en Salamanca. En 1774 hubo un alcalde ordinario en Salamanca de nombre José Tomás Machuca; en 1808 un José Macario Machuca y en 1814 un Tomás Agapito Machuca que también era propietario de la hacienda de San Bernardo.

8.- Nicolás Miguel de Lizarrarás. Otro del mismo apellido del que fuera el alcalde ordinario en Salamanca para 1683 y 1684.

9.- Antonio de Peguero. Fue alcalde ordinario de Salamanca en 1687.

10.- Francisco Delgado. Fue alcalde ordinario de Salamanca en 1683.

   Creo que aquí quedan sentadas varias líneas de investigación genealógica que nos diga como fueron los movimientos de los habitantes del villa hacia Valle de Santiago al finalizar el siglo XVII y como fue que, algunos de ellos, regresaron a Salamanca o desaparecieron de la región. Queda clara esa enorme relación que hubo y sigue habiendo entre ambas poblaciones del Bajío.

Fuentes:

1.- De Solano, Francisco. Normas y leyes de la ciudad hispanoamericana 1601-1821. Tomo II. Biblioteca de Histoira de América. Consejo Superior de Investigación Científica. Madrid. 1996. pp 17, 18.

2.- Ibid. pg. 23

3.- González, Pedro. Geografía local del Estado de Guanajuato. Tipografía de la Escuela Industrial Mlitar. Guanajuato, 1904. p. 232.

4.- Todos los nombres del padrón de habitantes de valle lo obtuve del libro: Partidos y padrones del obispado de Michoacán 1680-1685. Alberto Carrillo Cázares. El Colegio de Michoacán. Zamora, 1996. pp. 427-435

Nota: Las fotografías que acompañan a este artículo las tomé en el amanecer del 21 de diciembre de 2012 en el puente de la Autopista, al norte de Salamanca.

martes, 26 de febrero de 2013

La presencia ñhañhu (otomí) sigue vigente en La Ordeña, Salamanca, Guanajuato.

    Dentro de todas las relaciones que se hicieron sobre lo que hoy conocemos como Salamanca, en las pocas del XVII, específicamente la más antigua que es la de 1683, no aparece ningún rancho con el nombre de Ordeña, aunque sí aparecen ranchos como la de San Nicolás de Ancón (1). Para el siglo XVIII no tengo los suficientes documentos para afirmar si, transcurrido el siglo que fue de gran prosperidad para la región del Bajío y comenzaron a surgir las grandes Haciendas, para afirmar que La Ordeña surgió entonces, aunque, pudiera ser que allí se denominaba originalmente como Rancho de Nuestra Señora de Guadalupe, esto debido a que en la actualidad el templo que se encuentra en ese rancho está dedicado a esa advocación mariana y que  en documento de 1818 las haciendas de Ancón y Guadalupe aparecen como propiedad de la misma persona: don Crescencio Rodríguez. Aparece también la hacienda de Marigomez, propiedad de "los Pérez" (2)

    Por otra parte, y yéndonos a cosa más antigua, sabemos que antes de la fundación de la villa de Salamanca en 1603, y a lo largo de la segunda mitad del siglo XVI, los estancieros de la región habían ya desplazado a buen número de indígenas traídos de la zona otomí o ñhañhu para nombrarlo con mayor precisión, todos ellos venidos de la provincia de Jilotepec. Al ser desplazados ellos trajeron su idioma, sus costumbres y tradiciones, una de ellas, me atrevo a asegurar, es la muy peculiar forma de levantar bardas de piedra sin utilizar argamasa alguna, simplemente colocándolas una encima de la otra manteniendo un perfecto equilibrio y una estética sin igual.

    Estos ñhañhús se dice fueron congregados en el pueblo de Santa María Nativitas, y en el barrio de San Juan de la Presa, sitio en donde se afirma está el origen del nombre ñhañhu de Salamanca: Xidóo. Es lógico pensar que una vez fundada la villa de Salamanca y al ir aumentando la población indígena de la región, éstos se fueron desplazando a los nuevos caseríos que se fueron desperdigando por toda la geografía de lo que actualmente es el municipio de Salamanca, manteniendo esa tradición que sus padres y abuelos, les transmitieron. Si estamos pensando en la población de mediados del siglo XVII, esto quiere decir que habían pasado al menos 80 años del arribo ñhañhu, consecuentemente dos generaciones estaban ya nacidas en Salamanca.

    Todo esto viene a colación debido a que me encuentro en este momento justamente en Jilotepec, sitio en donde, de acuerdo a la leyenda, se dice partió el Cristo del Señor del Hospital y, más aun, acabo de regresar de un giro por el valle del Mezquital, la región original del pueblo ñhañhu y veo una muy clara y marcada influencia en las bardas de piedra que existen en los ranchos de la Ordeña y San Nicolás de Ancón al norte de Salamanca. la técnica es la misma, la estética también.

   Es abundante la piedra en la región nor-oriente del municipio de Salamanca, razón por la cual la encontramos continuamente en las bardas de los dos ranchos mencionados. Algo me dice que el origen de esa técnica de construcción está en el ancestral y poco conocido pueblo ñhañhu. Dejo la inquietud sembrada para que, personas que conocen a profundidad esta cultura nos de su punto de vista pero para mí es claro que en Salamanca hay una fuerte presencia del pueblo que conocemos por otomí y que en realidad se llama ñhañhu.

   








   Todas las fotografías que has visto las tomé en el rancho de La Ordeña y, para que quede bien clara la idea que tengo acerca de esa relación con el pueblo ñhañhu, la siguiente fotografía corresponde a unas bardas de piedra que retraté en Alfajayucan, Hidalgo.



Fuentes:

1.- Carrillo Cázares, Alberto. Partidos y padrones del obispado de Michoacán 1680-1685. El Colegio de Michoacán. Zamora, 1996. p.422

2.- Contreras, Espiridión. Nuestra tierra. Salamanca, historia y cultura. Marzo-Abril 2012. Casa de la Cultura, Salamanca. pp. 15-16

viernes, 22 de febrero de 2013

1683: Los nombres de los habitantes de la villa de Salamanca.

    En un artículo anterior vimos datos que se levantaron en la villa de Salamanca a lo largo del siglo XVI, en el último de ellos, el levantado el 27 de abril de 1683, hace 330 años, el total de la población que había en todo el Partido de Salamanca, algo equivalente a lo que hoy conocemos como el Municipio de Salamanca, era de 1,467 habitantes. La tradición de la época marcaba no incluir a los menores de 7 años, ya que ellos no tenían la obligación de confesarse, mucho menos de comulgar, y el padrón para lo que servía era para llevar un control estricto sobre este mandamiento. Según los estudiosos del tema, esos niños representaban un 23% (Carrillo Cázares, 1996. p.13), lo cual significan 337, dando un total de población de  1804 personas. El padrón nos dice que había un total de 33 casas en lo que es propiamente la villa, más 43 casas en la zona aledaña. Esto hacía un total de 214 habitantes. Había dos pueblos, Nativitas con 128 y San Pedro con 22. Había un barrio, el de San Juan de la Presa, con 21 moradores. Había también un molino, el de San Nicolás, en él vivían 60 personas. Todos los nombres nos son familiares a excepción del de San Nicolás, ese se refiere a la ex Hacienda de El Molinito.

    Los que habitaban la villa de Salamanca, eso que ahora conocemos como el Centro Histórico los enlisto a continuación, (doy dos números el primero se refiere a los dueños de la casa, el segundo a los sirvientes que vivían con ellos; estos fueron:

1- Francisco Fernández de Aguirre Riofrío. 4 personas más 8 de servicio. El era el Teniente de cura vicario de la villa de Salamanca.
2.- Domingo Pérez de Hoyos. El más 5 personas de servicio. El Bachiller era uno de los dos Alcaldes Ordinarios de la villa en el año de 1680 junto con Diego Tamayo.
3.- Joseph de Lissararas. 6 personas. Fue Alcalde Ordinario en 1683 y 1684.
4.- Juan Pérez Quintana de Hoyos. 6 personas más 5 de servicio. Hubo un Juan Pérez Quintana entre los 41 fundadores de Salamanca, quizá este es su hijo, eran dueños de la Estancia Vieja, que ahora pertenece al municipio de Irapuato.
5.- Juan Bello de Lima. 5 más 3 personas.
6.- María Pérez de Santoyo. 3 más 3. Los Pérez Santoyo fueron propietarios por un tiempo de la Hacienda de Temascatío.
7.- Alonso de Surita Valle. 4 más 5. Podríamos pensar que él era el dueño del rancho Loma de Surita que aparece relacionado en este mismo padrón.

8.- Antonio de Miranda. Una sola familia de 11 miembros.
9.- Joseph de Zavala Santursis. 4 más 3.
10.- Diego Álvarez. 5 más 1.
11.- Juana Pérez de Miranda. 6 miembros.
12.- Juan de Fonseca. 5 más 2. Hubo tres personas de apellido Fonseca que participaron en la fundación de la villa de Salamanca: Juan Fonseca, Diego Fonseca de Oliva y Luis de Fonseca; todos relacionados con la hacienda de Temascatío.
13.- Gabriel de Bello. 6 más 7.
14.- Domingo Pérez de Hoyos. 4 personas. Es el hijo del Bachiller del mismo nombre.

15.- Joseph de Ribera. 4 personas.
16.- Pedro Arias de Bedoya. 3 más 6. Fue Alcalde Ordinario de 1670 a 1675.
17.- Diego Pérez Ramos. 5 más 3.
18.- Francisco Guevara. 8 personas.
19.- Magdalena López. 5 personas.
20.- Don Pedro Soto. 4 personas. Es curioso que a esta persona le agreguen el "Don" en el padrón.
21.- Pablo de Santoyo. 5 personas.
22.- Juan de Guevara. 4 personas.
23.- Catalina Morado. 3 personas.

24.- Agustín Méndez de Torres. 3 personas.
25.- María de Cervantes. 4 personas.
26.- Joseph Ramos. 7 pesonas.
27.- Domingo de Ribera. 2 personas
28.- Don Antonio Morfín. 3 más 3. El segundo del padrón que aparece con el "Don".
29.- Isidro Delgado. 8 más 3 personas.
30.- Diego de Vera de la Vega. 4 más 2 personas.

31.- Magdalena de Valle. 2 personas.
32.- Nicolás de la Cruz. 4 personas. Hay algo curioso en cuanto al nombre o apellido De la Cruz, bien sabemos que todos los pueblos en rededor del cercano cerro del Culiacán llevaron por nombre Cruz, Santa Cruz o de la Cruz; en la actualidad en todos ellos hay grandes festividades el día 3 de mayo. A esto debemos agregar que el promotor de la fundación del pueblo de indios de Santa María de Nativitas llevaba por apellido el de De la Cruz Sarabia. Los Cruz Sarabia llegaron a ser de los más ricos que hubo en la región del Bajío durante el siglo XVII, estuvieron asentados en Celaya; desconozco si este promotor  de Nativitas pertenecía a la familia o trabajaba con ellos fielmente y por eso obtuvo el apellido. Es común ver en el personal de servicio que lleven como segundo nombre (o apellido) el de De la Cruz.
33.- Juan de Contreras. 10 personas.

    El padrón continúa con un, digamos, segundo círculo; el que marcaba las Rancherías y estancias de la jurisdicción. Las que estaban en corta distancia a la villa, cosa muy relativa que debemos interpretar adecuadamente ya que, por ejemplo, aparecen las casas que la familia Pérez Santoyo poseía en el noroeste de la jurisdicción, en el rumbo de Temascatío, allí encontramos un dato que creo pudiera ser el origen de lo que conocemos como "Cañada de Ortega" sitio que llegó a ser de tal importancia, que allí se estableció una vicaría dependiente de la parroquia de Salamanca. El documento dice que había 7 estancias, no especifica si eran de ganado mayor o de ganado menor.

1.- Antonio García, con 13 personas.
2.- Lorenzo del Razo, con 6 personas. Habrá que poner atención a este personaje que bien pudiera ser el origen de tantas personas que llevan el apellido Razo en la zona rural de Salamanca.
3.- María Gutiérrez Bonete. 5 de la casa más 4 sirvientes.
4.- Lázaro Pérez de Santoyo, con 19 personas. Los Santoyo participaron en la fundación de Irapuato.
5.- Juana de Santoyo, con 6 de la casa, más 13 sirvientes. Intuimos que esta era una de las 7 estancias mencionadas en el documento, esto por el número de trabajadores.
6.- Alonso Pérez de Santoyo, con 28 personas. Este es el asentamiento más grande de toda la sección marcada como "estancias de la jurisdicción".

7.- Diego Martín Macías, con 7 personas.
8.- Juan de León, con 11 personas.
9.- Salvador Pantoja, con 5 de la casa, más 2 sirvientes.
10.- Joseph de Fonseca, con 2 de la casa, más 5 sirvientes. Recordemos que los Fonseca fueron varios cuando la fundación de Salamanca, relacionados también con la hacienda de Temascatío.
11.- Diego Pérez Ramos, el vivía en la villa de Salamanca, en el padrón enlistan a la gente de servicio viviendo en lo que posiblemente era su Estancia.
12.- Lucas Pantoja, con 9 personas.
13.- Andrés de Noriega, con 6 personas.
14.- Joseph de Hinojosa, con 7 personas.

15.- Lucas de Cervantes, con 10 personas.
16.- Domingo Flores, con 8 personas... ¿será acaso este el inicio de la Loma de Flores?
17.- Juan de Acosta, con 5 personas.
18.- Juan Serrano, con 9 personas.
19.- Domingo García, con 7 personas.
20.- Marcos Bonete, con 3 personas.
21.- Sebastián de Ortega, con 6 personas. Esta es la única referencia que hay en ese año (1683) con el apellido Ortega, quizá este es el origen de la Cañada de Ortega.
22.- Francisco Martín Saldaña, con 3 personas.

23.- Juana Flores, con 3 personas.
24.- Marcos Delgado, con 3 personas.
25.- Joseph Delgado, con 4 personas.
26.- Miguel Samudio, con 6 personas.
27.- Joseph Manriquez, con 3 personas. Otro caso curioso, se trata de una mujer abandonada, dice que "Joseph Manriques ausente de su muger muchos años a".
28.- Diego Vallejo, con 6 personas.
29.- Antonio de Ibarra, con 8 personas.
30.- Francisco Muñoz, con 3 personas.

31.- Miguel de la Cruz, con 8 personas.
32.- Francisco Díaz, con 6 personas.
33.- Diego Ortiz, con 9 de la casa más 8 de servicio; hay otro detalle aquí, menciona que este personal de servicio es del Alcalde Cristóbal Razo. Pero desconozco de dónde habrá sido alcalde, ya que el de Salamanca en ese año era José de Lizarraras y Francisco Delgado.
34.- Bernabé Gutiérrez, con 5 personas.
35.- Diego de Gutiérrez, con 8 personas.
36.- Juan Meléndez, con 2 personas.
37.- Francisco Jaramillo, con 8 personas.
38.- Francisco Orozco, con 4 personas.

39.- Miguel Rodríguez, con 5 de la casa más 6 sirvientes.
40.- Nicolás Raya, con 13 personas.
41.- Juan de Medina, con 10 personas.
42.- Joseph Rodríguez, con 4 personas.
43.- Antonio de Soto, con 3 personas.
44.- Diego Pérez Ramos, con 10 personas.

   Seguramente en el futuro próximo podremos ir ligando algunos de estos nombres con las propiedades que tuvieron y que, en el transcurso del tiempo se volvieron haciendas. Nos queda por analizar el padrón de Estancias y labores rurales, así como el padrón de Valle de Santiago en donde aparecen nuevamente algunos de los descendientes de los 41 fundadores que hubo de la villa de Salamanca.

Fuente:

Carrillo Cázares, Alberto. Partidos y padrones del obispado de Michoacán 1680 - 1685. El Colegio de Michoacán. Zamora, 1996. pp.416-421.

jueves, 21 de febrero de 2013

1683: La población en la villa de Salamanca en el último cuarto del siglo XVII.

    Encuentro los datos más antiguos que hay sobre la población de Salamanca, al estudiarlos a profundidad nos damos cuenta de las peculiaridades que había al levantar los censos por parte del Obispado de Michoacán, mismas que aplicaban para todos los demás obispados, no era cosa exclusiva del michoacano. Hay detalles como que en la villa de Salamanca debido a que la mayoría de la población en los primeros años de su fundación eran españoles, los padrones no se levantaban aquí pues a quienes contabilizaban era a los pobladores que no fueran peninsulares, ya que eran estos los que debían ser vigilados en sus cumplimientos con la Iglesia, razón por la cual, en las poblaciones en donde sí se levantaban esos censos se indicaba su "calidad" social, es decir, si eran indios, mestizos, negros o mulatos, además si eran propietarios o sirvientes de la casa donde vivían. También indicaban su estatus marital. 

    Es precisamente en el libro de Alberto Carrillo Cázares, Partidos y Padrones que encontramos compilaciones de los padrones levantados en la villa de Salamanca en los años de 1631, 28 años luego de la fundación (recordando que una de las cláusulas de de la entrega de terrenos en la fundación fue la de que se prohibía la venta o transferencia hasta luego de 20 años de la entrega); la de 1636 mandada hacer por el obispo Francisco Rivera Pareja; la de 1640 del deán García de Ávalos  y la del visitador Francisco Arnaldo de Isassy realizada en  1649. En todas ellas se dan muy pocos datos sobre la villa, en cambio para 1683 es levantado un padrón completo que nos deja ver a detalle cuantas personas vivían en la villa, en sus pueblos, barrios y ranchos. Se mencionan también las estancias que aun funcionaban y que darían pie, en el siglo XVIII a la creación de las haciendas que, algunas, sobreviven aun hoy día. Considero que este es el documento más interesante que hay acerca de Salamanca en el año de 1683, es por eso que me atrevo a transcribirlo.

    "La villa de Salamanca fundada hacia 1603, curato de clérigos, no figura en las listas de curatos de los obispos Morales (1568) (2º Obispo de Michoacán, Antonio Ruiz de Morales y Molina -agustino-), ni Medina (1582) (3º Obispo de Michoacán, Juan de Medina Rincón y de la Vega -agustino-). En cambio la reseña puntualmente el obispo Covarrubias (8º Obispo de Michoacán, Baltazar de Covarrubias y Muñoz -agustino-) que la ha visto nacer: "La villa de Salamanca. Habrá 14 o 15 años que se pobló esta villa, por la gran fertilidad de doce leguas de tierra llana que tiene para trigos de regadíos. Hay en ella iglesia parroquial, de que es beneficiado Hernando Gaytán de León, que también lo es de la congregación de Yripuato, tres leguas de esta villa, ministro antiguo, de buena vida ejemplar (Biblioteca del Palacio Rreal de Madrid, ms. 2,579).

   "Y en la minuta de 1631 no hay noticia de su población por ser de españoles y no de tributarios. El obispo Rivera (10º Obispo de Michoacán, Francisco de Rivera y Pareja -franciscano-) hace mención del convento agustino que tenía entonces la villa diciendo "es pobre y corto" (Archivo General de Indias, Aud. de Méx., leg 374). La relación del dean García de Ávalos anota en 1640 como villa poblada por españoles: "Villa de Salamanca, tiene cura que la administra sus quatro novenos conforme a la erezion de la Cathedral" (Biblioteca Nacional de Madrid, ms. 3,047).

    "En cambio Isassy en su descripción de 1649 afirma que "no llegan a veinte los vecinos que asisten en la villa, añadiendo que con los de las estancias "los feligreses de confesión y comunión de este beneficio son quatrocientos poco más o menos". En cuanto al lugar dice: "el temple, cielo y suelo es muy bueno, su asiento a la orilla de el Río Grande en parte alta no puede anegarla en sus contornos fertilísimos y de tanta agua con que puede regar el Río Grande seis leguas de llano. Ay siete haciendas de ganado mayor cuantiosas y veintiséis labores de trigo de riego en que siembran españoles y otras siete que alquilan y cultivan indios, donde se coje mucha cantidad de trigo, y en los montes y quebradas mucha miel blanca de abejas silvestres. La villa tiene muy pocos vecinos porque los más habitan en sus haciendas del valle de Santiago, donde hay parroquia y un ayudante de cura por la dificultad de pasar el Río Grande (YS-DR, p.125). (1)

   Acabamos de leer algo sumamente interesante, nos habla de una villa con una población de apenas 20 personas para mediados del siglo XVII, esta baja en la población quizá se deba a que la charca que inundaba durante todo el verano la zona norte afectaba a los ciclos de las siembras, en cambio, al sur, en el valle de Santiago la población crecía, esto debido a una migración que hubo de los habitantes de Salamanca hacia Valle de Santiago, lugar en donde, muchos de ellos tenían haciendas o rentaban terrenos para sus propias siembras. Menciona la existencia de siete estancias de ganado mayor, esto significan 12,425 hectáreas, ya que cada una de esas estancias medían 1,775 hectáreas. "El sitio de estancia para ganado mayor era una extensa medida agraria de forma cuadrada, de una legua castellana de lado (4.19 km.) y 1,775 ha. de superficie." (2)

    "En este padrón de 1683 se cuentan 802 vecinos de todas calidades en la villa y sus estancias y rancherías, que pocas se distinguen por sus nombres, sino por "casa y familia" del estanciero. Firman el 27 de abril el vicario bachiller Jospeh Solís y Grijalva. Incluye el padrón del Valle de Santiago, sujeto del curato de Salamanca". (3)

     En esa época, último cuarto del siglo XVII, la evangelización seguía su proceso de conversión a pesar de que habían pasado ya 80 años de la fundación de la villa de Salamanca, es por eso que estos padrones son levantados, a diferencia de los censos, con el fin de anotar quienes han cumplido con los preceptos de la Iglesia. Había tres cosas esenciales por las que se levantaban, para llevar el control de la asistencia de misa dominical y en las fiestas de guardar, para verificar que hayan confesado durante la cuaresma y comulgado en la pascua de resurrección.

   "Los presentes padrones son los testimonios de cumplimiento pascual y cada parroquia y doctrina enviaba al obispado diocesano.

   "El padrón era, en efecto, aquella relación individual de feligreses que habían cumplido en tal año con los mandamientos anuales de confesión y comunión. Normalmente comprendía la totalidad de los vecinos mayores de siete años. En caso de faltar alguno de confesarse, se daba razón de ellos, por lo cual quedaban de todos modos incluidos en el padrón. Puede, por tanto, tomarse este registro como un indicador casi completo de la población del partido, puesto que todos eran fieles cristianos. Aunque su objetivo principal es registrar la feligresía que cumple con el mandamiento pascual, de hecho presentan un censo de la población de un partido. Cada año los curas tenían que enviar al obispo ese informe de los fieles que habían cumplido con los mandamientos de la iglesia . Así lo disponían expresamente la ordenanza del obispado. En Michoacán el padrón quedó como una obligación de los párrocos desde mediados del siglo XVII." (4)

   En este padrón levantado en el año de 1683, hace 330 años, en la villa de Salamanca, arroja una población de 1,468 individuos mayores de 7 años, estos se clasificaban de la siguiente manera:

Españoles:   36
Indios:       898
Mestizos:   475
Negros:       11
Mulatos:      48
Total:     1,468

   El padrón nos da los nombres y apellidos de las familias que vivían en la villa, nos dice cuantas casa había, cuantos ranchos, quienes tenían servidumbre, cuáles eran los negros, los esclavos, los mulatos y nos da uno de los informes más antiguos del nombre de los ranchos que, para el siglo siguiente, se volverían algunas de las 22 haciendas que prosperaron en la región. Toda esos datos los analizaremos en un artículo próximo.


Fuentes:

1.- Carrillo Cázares, Alberto. Partidos y padrones del obispado de Michoacán 1680-1685. El Colegio de Michoacán. Zamora, 1996. p. 414

2.- Chevalier, Francoise. Formción de los latifundios en México. FCE. México, 1976. p. 136

3.- Carrillo Cázares, op cit. p. 415

4.- Carrilo Cázares, op. cit. p. 415