miércoles, 29 de julio de 2009

Santa Marta de Betania

Procede del arameo Marta, señora (masculino Mar, señor), que está asimismo presente en el persa Marza. Se trata de un nombre bíblico del Nuevo Testamento, que se popularizó a partir de Francia durante las Cruzadas, a partir de las cual creció la devoción a santa Marta, hermana de Lázaro y de María Magdalena. Sin embargo, nunca tuvo la misma popularidad entre las comunidades judías y protestantes. Se redescubrió este nombre en el siglo XIX en Francia y en Bélgica; se puso de moda hacia 1890 y luego decayó, aunque ha renacido con gran fuerza a partir de la segunda mitad del siglo actual.

Santa Marta, hermana de Lázaro y de María Magdalena. (Su fiesta, el 29 de julio). Se la cita en el Nuevo Testamento como testigo de la resurrección de su hermano Lázaro (San Juan 11-12) y se cuenta cómo dio hospitalidad a Jesús, y que éste la reprendió incluso por la exagerada solicitud con que se afanaba en su servicio (San Lucas, 10, 38-43: "Aconteció que yendo de camino entró Jesús en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, estás preocupada y acongojada con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la parte buena, que no le será quitada." Siguieron sus pasos Santa Marta virgen y mártir, patrona de Astorga, cuya fiesta se celebra el 23 de febrero; y otras tres santas con este mismo nombre, cuyas festividades se celebran el 19 de enero, el 1 de febrero y el 20 de octubre.

Se la representa iconográficamente con acetre e hisopo, hollando la cabeza del dragón, a quien sujeta con cadenas, o lo asperja con agua bendita. Sus atributos son: la escoba, el, cucharón y las llaves, todos ellos símbolos de las amas de casa. Se la presenta en varias escenas: Cristo en casa de María y Marta, tema preferido por los artistas de los siglos XVI y XVII, sobre todo en escenas de bodegón, como en Rubens, Velázquez, Seghers, Vermeer de Delft. También en la Resurreción de Lázaro presenciada por Marta (Giotto, Nicolás Froment). Otra escena es la de Marta, navegando con Lázaro y María, desembarca en Marsella, de Lucas Moser, o Marta dominando el dragón en Tarascón, en un capitel de San Trófimo de Arles del siglo XII, o en el retablo de Iravals del siglo XIV, y en la iglesia de Santiago, de Tarascón, por Van Loo (siglo XVIIII).

Las fotografías fueron tomadas hoy en la capilla que hay en Salamanca dedicada a Santa Marta, misma que se ubica a un costado de la Parroquia Antigua.

El texto fue tomado del sitio: www.elalmanaque.com

martes, 28 de julio de 2009

Santa Ana y San Joaquín

Una antigua tradición, datada ya en el siglo II, atribuye los nombres de Joaquín y Ana a los padres de la Virgen María. El culto aparece para Santa Ana ya en el siglo VI y para San Joaquín un poco más tarde. La devoción a los abuelos de Jesús es una prolongación natural al cariño y veneración que los cristianos demostraron siempre a la Madre de Dios. La antífona de la misa de hoy dice: "Alabemos a Joaquín y Ana por su hija; en ella les dio el Señor la bendición de todos los pueblos".

La madre de nuestra Señora, la Virgen María, nació en Belén. El culto de sus padres le está muy unido. El nombre Ana significa "gracia, amor, plegaria". La Sagrada Escritura nada nos dice de la santa. Todo lo que sabemos es legendario y se encuentra en el evangelio apócrifo de Santiago, según el cual a los veinticuatro años de edad se casó con un propietario rural llamado Joaquín, galileo, de la ciudad de Nazaret. Su nombre significa "el hombre a quien Dios levanta", y, según san Epifanio, "preparación del Señor". Descendía de la familia real de David.

Moraban en Nazaret y, según la tradición, dividían sus rentas anuales, una de cuyas partes dedicaban a los gastos de la familia, otra al templo y la tercera a los más necesitados. Llevaban ya veinte años de matrimonio y el hijo tan ansiado no llegaba. Los hebreos consideraban la esterilidad como algo oprobioso y un castigo del cielo. Se los menospreciaba y en la calle se les negaba el saludo. En el templo, Joaquín oía murmurar sobre ellos, como indignos de entrar en la casa de Dios.

Joaquín, muy dolorido, se retira al desierto, para obtener con penitencias y oraciones la ansiada paternidad Ana intensificó sus ruegos, implorando como otras veces la gracia de un hijo. Recordó a la otra Ana de las Escrituras, cuya historia se refiere en el libro de los Reyes: habiendo orado tanto al Señor, fue escuchada, y así llegó su hijo Samuel, quien más tarde sería un gran profeta.

Y así también Joaquín y Ana vieron premiada su constante oración con el advenimiento de una hija singular, María. Esta niña, que había sido concebida sin pecado original, estaba destinada a ser la madre de Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado. Desde los primeros tiempos de la Iglesia ambos fueron honrados en Oriente; después se les rindió culto en toda la cristiandad, donde se levantaron templos bajo su advocación. Aunque el culto de la madre de la santísima Virgen María se había difundido en Occidente, especialmente desde el siglo XlI, su fiesta comenzó a celebrarse en el siglo siguiente

Las fotos fueron tomadas en el Templo de San José en Puebla, Pue. Texto tomado de http://www.catholic.net/

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Santiago Apostol, Santiago el Mayor

Misión Franciscana de Jalpan de Serra, Querétaro, dedicada a Santiago Apóstol

El nombre Santiago, proviene de dos palabras Sant Iacob. Porque su nombre en hebreo era Jacob. Los españoles en sus batallas gritaban: "Sant Iacob, ayúdenos". Y de tanto repetir estas dos palabras, las unieron formando una sola: Santiago. Fue uno de los 12 apóstoles del Señor. Era hermano de San Juan evangelista. Se le llamaba el Mayor, para distinguirlo del otro apóstol, Santiago el Menor, que era más joven que él. Con sus padres Zebedeo y Salomé vivía en la ciudad de Betsaida, junto al Mar de Galilea. Antiguas tradiciones (del siglo VI) dicen que Santiago alcanzó a ir hasta España a evangelizar. Y desde el siglo IX se cree que su cuerpo se encuentra en la catedral de Compostela (Galicia, norte de España) y a ese santuario han peregrinado miles y miles de fieles durante siglos y han conseguido maravillosos favores del cielo. Es Patrono de España y de su caballería. Los españoles lo han invocado en momentos de grandes peligros y han sentido su poderosa protección. También nosotros si pedimos su intercesión conseguiremos sus favores.

Altar Mayor de la Parroquia de Santiago Apóstol en Silao, Gto, cuyo nombre original fue Pueblo del Glorioso Señor Santiago Apóstol del Llano Grande de Silao.

En el Noroeste de España, en la céltica y verde Galicia, a la que los romanos llamaron "Finis Terrae", por ser el extremo más occidental del mundo hasta entonces conocido, cuenta la tradición que estuvo el Apóstol Santiago, como llaman los españoles a Jacob el hijo de Zebedeo y hermano de Juan el Evangelista. Dicen las confusas narraciones de los primeros años de la cristiandad que a él le fueron adjudicadas las tierras españolas para predicar el Evangelio, y que en esta tarea llegó hasta la desembocadura del río Ulla. Sin embargo con poco éxito y escaso número de discípulos, decidió su vuelta a Jerusalén. Cuando regresó a Palestina, en el año 44, fue torturado y decapitado por Herodes Agripa, y se prohibió que fuese enterrado. Sin embargo sus discípulos, en secreto, durante la noche trasladaron su cuerpo hasta la orilla del mar, donde encontraron una barca preparada para navegar pero sin tripulación. Allí depositaron en un sepulcro de mármol el cuerpo del apóstol que llegaría tras la travesía marítima, remontando el río Ulla hasta el puerto romano, en la costa Gallega, de Iria Flavia, la capital de la Galicia romana. Allí enterraron su cuerpo en un compostum o cementerio en el cercano bosque de Liberum Donum, donde levantaron un altar sobre el arca de mármol.

Imagen de Señor Santiago venerada en Valle de Santiago, Gto.

Tras las persecuciones y prohibiciones de visitar el lugar, se olvidó la existencia del mismo, hasta que en el año 813 el eremita Pelayo observó resplandores y cánticos en el lugar. En base a este suceso se llamaría al lugar Campus Stellae, o Campo de la Estrella, de donde derivaría al actual nombre de Compostela. El eremita advirtió al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, quien después de apartar la maleza descubrió los restos del apóstol identificados por la inscripción en la lápida. Informado el Rey Alfonso II del hallazgo, acudió al lugar y proclamó al apóstol Santiago patrono del reino, edificando allí un santuario que más tarde llegaría a ser la Catedral. A partir de esta declaración oficial los milagros y apariciones se repetirían en el lugar, dando lugar a numerosas historias y leyendas destinadas a infundir valor a los guerreros que luchaban contra los avances de Al-Andalus y a los peregrinos que poco a poco iban trazando el Camino de Santiago. Una de ellas narra cómo Ramiro I, en la batalla de Clavijo, venció a las tropas de Abderramán II ayudado por un jinete sobre un caballo blanco que luchaba a su lado y que resultó ser el Apóstol. A partir de entonces surgió el mito que lo convirtió en patrón de la reconquista. A partir del s. XI Santiago ejerció una fuerte atracción sobre el cristianismo europeo y fue centro de peregrinación multitudinaria, al que acudieron reyes, príncipes y santos.

Texto tomado del sitio: www.regalosvirtuales.com

sábado, 18 de julio de 2009

Candelario Rivas, pintor de los lienzos del Señor del Hospital

Muchas fueron las poblaciones fundadas en México por los españoles, pero pocas las que sobresalieron por las riquezas que desde allí se le proporcionaba a la corona, cito solo a dos, Guanajuato y Zacatecas, lugares cuyas minas produjeron tal cantidad de plata que se decía que tan solo de una de sus minas, la Valenciana en Guanajuato, eran las tres cuartas partes de la plata que circulaba por el mundo entero. No es de extrañarnos que en esas poblaciones ricas, lugar de asentamiento de gente que vivía en la opulencia se desarrollaran las bellas artes más que en el resto de las poblaciones novohispanas. La herencia en Arquitectura, Escultura y Pintura es vasta en estos lugres, por lo que no es de extrañarnos que sea allí el lugar de origen del gran pintor que realizó los espléndidos lienzos que adornan las paredes del Señor del Hospital. Candelario Rivas.

Durante los tres siglos de dominio español, Zacatecas tuvo el privilegio de contar con estupendos artistas, de tener elaborados templos cuyas decoraciones eran del más puro estilo barroco tan en boga en ese tiempo. Candelario Rivas nace el 2 de febrero de 1877, sus padres, fieles a la tradición impuesta desde hacía siglos de rendirle culto al santo del día, siendo el 2 de febrero el día de la Virgen de la Candelaria, es bautizado con ese nombre, en la época en que México estaba tratando de digerir lo acontecido dos décadas antes, cuando se declararon las leyes de Reforma y apenas una década después de haber padecido la invasión francesa. Se habían decretado ya la libertad de culto, la secularización de los panteones, la imposición del registro civil y el poder de la iglesia había disminuido pero no desaparecido del todo.

Candelario Rivas destaca siendo muy joven, a los diez y siete años de edad al entrar en el equipo de pintores contratados para la elaboración de los enormes lienzos que la Catedral de Zacatecas requería, el trabajo de Candelario destacó, desde entonces se le considero un artista completo. Era ya el periodo porfiriano, tiempo en el que se desarrollaron las comunicaciones en el enorme territorio nacional, el ferrocarril cobraba impulso y el interés de Porfirio Díaz era que la industria prosperara, especialmente la minería, en consecuencia no perdería su tiempo en arengas en contra de la iglesia, el presidente Díaz si no mantuvo una relación cordial, al menos no continuó con ninguna persecución. Cada quien mantuvo su coto de poder y el trabajo de Candelario Rivas era ya conocido en la zona.

En 1904, contando con 27 años, Candelario Rivas realiza los murales de la Catedral de León, para luego ejecutar los espléndidos murales del Templo de San Antonio en Aguascalientes, al poco tiempo realiza los del Templo del Carmen en Querétaro, la revolución había ya comenzado y la inestabilidad nuevamente reinaba en México, fue una época que luego de los cientos de obras que se levantaron por los cuatro ángulos del país para conmemorar el Centenario de la Independencia, toda producción artística quedó detenida a lo largo de la década hasta que no terminó el conflicto armado.

El templo del Señor del Hospital en Salamanca estaba ya terminado en su estructura, pero, por el mismo motivo de la guerra civil, conocida como la Revolución suspendió su obra por más de diez años, para 1920 el Maestro Rivas es contratado para la ejecución de los 7 lienzos y la pintura de las escenas de la Resurrección en la cúpula, trabajo que desarrolló a lo largo de tres años. La persecución religiosa se había desatado nuevamente en México, primero con Obregón y después con Calles, aun no se daban las ejecuciones masivas, ni los fusilamientos de sacerdotes, pero poco faltaba para ello pues la Guerra Cristera estaba por comenzar cuando Candelario Rivas recibe amenazas de muerte, siendo él un pintor eminentemente de escenas religiosas, teniendo contacto con los dirigentes de la iglesia se convertía en blanco de las nuevas leyes que condenaban todo aquello que tuviera un matiz católico. Candelario Rivas huye junto con su familia a los Estados Unidos en donde permaneció hasta su muerte acontecida en 1949.

El extraordinario trabajo que el Maestro Candelario Rivas desarrolló en el Templo del Señor del Hospital nos va llevando de la mano cuando lo observamos en el orden en que se pensó, comenzando por el primer lienzo ubicado a la derecha de la puerta principal en el que vemos a Nuestro Señor en Huerto de los Olivos, volteando a la izquierda podemos ver el segundo lienzo donde es aprehendido por los soldados romanos. Caminando al interior del templo tenemos del lado derecho frente a la puerta del baptisterio la escena en la cual Poncio Pilatos se lava las manos, estamos siguiendo el desarrollo del jueves al viernes santo, en perfecto orden cronológico. Siguiendo en el lado derecho vemos la escena en la cual a Nuestro Señor le es entregada la cruz, vemos a la izquierda ese camino al Calvario, podemos reconocer a María a Magdalena y a la multitud que sigue el penoso camino.

Ya en el altar del lado derecho podemos observar la escena de la Crucifixión para luego ver en el lado izquierdo el descenso de la cruz. Estamos ya en el altar frente a la imagen histórica que llegó, luego de un largo peregrinaje y sortear docenas de vicisitudes, llegó para quedarse para siempre en Salamanca, el Cristo Negro decidió por su propia voluntad detener su camino y bendecir con su presencia al pueblo de Salamanca. El Maestro Candelario Rivas, indudablemente fue un magnífico pintor que supo interpretar las escenas bíblicas para mantener la fe en la iglesia católica no solo de Salamanca sino de todo el Bajío.

Para conocer la vida completa de Candelario Rivas, da clic aquí:
http://www.pgmagallanes.com/CRivas/home_e.htm

jueves, 16 de julio de 2009

Nuestra Señora del Monte Carmelo

La Virgen del Carmen es también venerada dentro de la Parroquia de El Señor del Hospital.

Patrona de las fuerzas armadas, de los transportadores y de los comerciantes. Una de las devociones más populares en América ha sido siempre la de la Sma. Virgen del Carmen.

Su nombre viene del Monte Carmelo, en Israel o Tierra Santa. A este monte se retiraba a rezar el profeta Elías, y en una ocasión en la cual Dios había castigado a su pueblo rebelde con un verano de tres años, Elías estando rezando en la cima del Monte Carmelo envió a su secretario a que observara en el horizonte para ver si veía algo. El otro volvió a contarle que se veía una pequeña nube. Con esto entendió Elías que ya iban a llegar las lluvias. Y en efecto la nube fue creciendo y se convirtió en una inmensa y muy provechosa lluvia que alegró enormemente a aquellas gentes que llevaban 36 meses sin agua.

La Iglesia Católica ha creído que esa nubecilla que apareció en el Monte Carmelo era imagen o anuncio de María, la cual al aparecer en este mundo nos trajo la más bella noticia: la de que con Ella, por medio de su Hijo Jesucristo nos llegaría la más grande y provechosa lluvia de gracias sobre todos nosotros, pobres pecadores (Carmen significa: tierra fértil que produce muy buenos frutos. Eso es la devoción a N. Sra. del Carmen).

Desde hace muchos siglos se reunieron en el Monte Carmelo varios monjes a rezar y hacer penitencia, y la gente los llamaba Los Carmelitas. Estos religiosos le tenían una gran devoción a la Virgen Santísima y le erigieron un templo en esa hermosa montaña.

Pero en el siglo XI llegaron los mahometanos, terribles enemigos de la religión católica, y destruyeron todo a sangre y fuego. Muchos monjes, murieron mientras cantaban himnos a la Sma. Virgen, pero algunos lograron huir y embarcarse y llegar hasta Italia. Allá empezaron a propagar la devoción a la Sma. Virgen y las gentes los seguían llamando Los Carmelitas. Ahora los Padres Carmelitas y las hermanas Carmelitas siguen propagando en todas partes la devoción a Nuestra Señora.

Entre los monjes llegados del Monte Carmelo hubo uno que se hizo célebre por su santidad, por su amor a la Virgen y sobre todo por una aparición que recibió. Fue San Simón Stock. Dice la tradición que un 16 de julio (de 1251) la Sma. Virgen se le apareció y le prometió conceder ayudas muy especiales a quienes lleven el Santo Escapulario como un acto de cariño y devoción de honor de la Madre de Dios con deseo de convertirse y llevar una vida más santa.

Altar Mayor en el Templo del Carmen en Celaya, Gto. Obra maestra del Arquitecto celayense, Francisco Eduardo Tresguerras.

Muy pronto empezaron a notarse en todas partes las bendiciones y ayudas tan especiales que la Madre de Dios concedía a los que llevaban con fe y devoción el Santo escapulario. Incendios que se detenían. Inundaciones que se calmaban; tentaciones que se alejaban. Pecadores que se convertían. En Francia en plena batalla el rey Luis XI vio que a un soldado le llegaba una flecha dirigida hacia su corazón y en cambio se le clavaba en el escapulario y no le hacía ningún daño. Inmediatamente el rey y todos sus generales pidieron el escapulario y se lo colocaron. Ya sabemos que lo que salva de peligros no es el escapulario en sí, sino la Sma. Virgen que protege y defiende a quienes llevan esa insignia como señal del aprecio y la devoción que sienten por Ella. Ahora la Santa Iglesia Católica ha declarado que el Escapulario se puede reemplazar por una medalla de la Sma. Virgen. Y la Virgen Santísima sigue haciendo prodigios cada día en favor de quienes llevan con devoción el santo escapulario o su medalla y se esfuerzan por volverse mejores creyentes.

Antiguas tradiciones narraban que la Sma. Virgen había prometido visitar en el purgatorio a sus devotos, el sábado próximo a la muerte de ellos y concederles descanso. Por eso la devoción a la Virgen del Carmen está muy ligada a la devoción a las benditas almas. Que Nuestra Señora del Carmen siga protegiendo a nuestro pueblo y le consiga la gracia de convertirse y llegar a la santidad.

Tomado de Church Forum www.churchforum.org.mx

Altar de la Virgen del Carmen en la Capilla lateral del Templo del Carmen en Celaya, Gto.

Virgen del Carmen, Estrella del Mar, Sella Maris.

Los marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con La Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.

Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar.

Entrada de una de las cofradías durante en Novenario a la Virgen del Carmen en su templo de Celaya, Gto.

La Virgen Inmaculada, Estrella del Mar, es la Virgen del Carmen, es decir a la que desde tiempos remotos se venera en el Carmelo. Ella acompañó a los Carmelitas a medida que la orden se propagó por el mundo. A los Carmelitas se les conoce por su devoción a la Madre de Dios, ya que en ella ven el cumplimiento del ideal de Elías. Incluso se le llamó: "Los hermanos de Nuestra Señora del Monte Carmelo". En su profesión religiosa se consagraban a Dios y a María, y tomaban el hábito en honor ella, como un recordatorio de que sus vidas le pertenecían a ella, y por ella, a Cristo. La devoción a la Virgen del Carmen se propagó particularmente en los lugares donde los carmelitas se establecieron.

Fachada del Templo del Carmen en Celaya, Gto. Del más puro estilo Neoclásico, catalogado como uno de los más bellos de todo México

miércoles, 15 de julio de 2009

Los diseños decorativos del Padre Ives Grall en El Señor del Hospital

Fue entre 1920 y 1924 que los trabajos en el interior del Templo del Señor del Hospital se desarrollaron, por un lado el Maestro Candelario Rivas creando las pinturas de la cúpula y los siete lienzos magistrales relatando la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Por otro el sacerdote francés, Ives Grall, que aplicando su conocimiento en las artes decorativas en boga a finales del siglo XIX toman una relevancia impecable en las bóvedas del Templo.



lunes, 13 de julio de 2009

La cúpula del Señor del Hospital, una invitación a la reflexión

Sería interesante saber quien fue la persona que seleccionó la frase que se puede leer en la base de la cúpula de El Señor del Hospital: SIC OPORTUIT PATI CHRISTUM ET ITA INTRARE IN GLORIAM, la cual está tomada del Evangelio de San Lucas, Capítulo 24, versículo 26 que dice: nonne haec oportuit pati Christum et ita intrare in gloriam suam. Aquí nos enfrentamos a un ajuste hecho con la intención de darle más fuerza a la frase contundente que durante lo relatado por Lucas a lo largo del Capítulo XXIV en el que se desarrolla lo acontecido en la Resurrección de Nuestro Señor y que de algún modo hace la frase central aquí expuesta aun más bella. Se le quita nonne haec al principio, suam al final y se le agrega sic. Sic quiere decir ASÍ, la contundencia está dada. Quizá esto fue hecho en términos de espacio para que la frase fuera entendible y cupiera alrededor de la cúpula.

La Agencia Católica de Información para América Latina dice en un interesantísimo artículo al respecto de la frase: “Por eso la Iglesia, cuando conmemora solemnemente los sufrimientos de su Esposo, mezcla sus sentimientos de compasión con acentos de triunfo. Los ornamentos de color negro o violeta, el despojo de los altares, las “lamentaciones” tomadas de Jeremías, el silencio de las campanas dan testimonio de la amarga desolación que oprime su corazón de Esposa en esos días aniversarios del gran drama. ¿Y qué himno hace resonar? Un canto de triunfo y de gloria: Vexilla regis prodeunt: El estandarte del rey avanza, brilla aquí el misterio de la cruz…eres hermoso, esplendoroso, árbol adornado con la púrpura real. ¡Dichoso tú que cargaste, suspendido en tus brazos, a Aquel que fue el precio del mundo!... ¡Me das, oh Dios, la victoria por la cruz; dígnate salvarnos, regirnos por siempre! “¡Exalta, lengua mía, los laureles de una acción gloriosa! Sobre los trofeos de la cruz, proclama el gran triunfo; Cristo, redentor del mundo, sale vencedor del combate entregándose a la muerte”. “Cristo es vencedor por la cruz”: regnavit a ligno Deus. La cruz representa las humillaciones de Cristo; pero desde el día en que Jesús fue clavado, ocupa un lugar de honor en las Iglesias. Instrumento de nuestra salvación, la cruz se ha convertido, por Cristo, el precio de su gloria: None haec oportuit pati Christum, et ita intrare in gloriam suam? Lo mismo es para nosotros. El sufrimiento no tiene la última palabra en la vida cristiana. Después de haber participado en la Pasión del Salvador, comulgaremos con su gloria”.

Si observamos con atención las pinturas que hay en la cúpula veremos que la figura central es la Ascensión del Señor, lo cual nos hace reflexionar a que todo el trabajo artístico que se desarrolló dentro de la Parroquia del Señor del Hospital fue debido a un profundo conocimiento religioso que tuvo el pintor que realizó toda la obra, don Candelario Rivas (1877-1949), asistido por su hijo, otro excepcional pintor, José Rivas de la Torre (1899-1967). Son siete los lienzos que decoran los muros de la Parroquia, están dispuestos de tal manera que nos van relatando desde las tres etapas por las que Jesús, Nuestro Señor, pasó: Pasión, Muerte y Resurrección.

Quizá no siempre damos la importancia representativa que las cúpulas de los templos tienen, los decorados que allí hay, en ocasiones tienen un profundo significado, al menos así está expresado en esta Parroquia, dedicada a Cristo, en su advocación del Cristo de los Agonizantes bajo el nombre de El Señor del Hospital en la cual, vemos hacia el cielo y tenemos la representación de esa ascensión, completando de esta manera y en forma gráfica, desde su aprensión en el Monte Getsemaní, que es el primer lienzo al entrar del lado derecho, hasta la extraordinaria representación que el maestro Candelario Rivas pinta en la cúpula. Siendo la celebración principal del Cristo Negro del Señor del Hospital el Martes Santo y, continuando las peregrinaciones, especialmente el Jueves y Viernes Santo, entendemos ahora el por qué fueron elegidos los pasajes que el pincel privilegiado del maestro Rivas nos legó a todos los creyentes aquí, en Salamanca.

Una persona, conocedora de la Biblia, Pahorán, nos comparte su apreciación al respecto: “Lucas es conocido también como el "Médico Querido", tal vez eso tenga algo que ver con el hecho de que se encuentre en el Templo del Señor del Hospital, no se dice si fue médico o no, pero el Apóstol Pablo se refiere usando este sobrenombre debido a que utiliza muchos términos médicos en sus escritos; Lucas habla mucho sobre la infancia de Jesús o, por lo menos, mas que los otros 3 Evangelistas, Lucas no conoció a Jesús pero viajó a Roma después de convertirse al Cristianismo y conoció a María la madre de Jesús y al parecer fue ella quien le relató cómo fue la infancia de su hijo.

El capitulo 24 es muy importante porque relata la Resurrección de Jesucristo, su aparición a los Apóstoles y a otras personas y, por último, su Ascensión a los cielos, la frase que está escrita en el Templo del Señor del Hospital es algo que Jesús les dice a modo de reprimenda a Cleofás y a otro individuo que no se menciona su nombre, Jesús se acerco a ellos y les preguntó qué es lo que los tenía tan preocupados y ellos al no reconocerlo le platican acerca del Cristo que fue entregado y crucificado, Cleofás le dice que esperaban que él fuera el que habría de redimir al pueblo de Israel pero ya han pasado 3 días desde su muerte, también le dice que unas mujeres habían ido al sepulcro y al no ver su cuerpo habían avisado a los Apóstoles quienes también habían visitado el sepulcro vacío; la siguiente frase es la que al parecer causó la reprimenda de parte de Jesús, "pero a él (Jesús) no le vieron", esta frase la dice a modo de que Jesús era solo un ser mortal y que sus esperanzas fueron en vano.

Entonces Él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!

¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su Gloria?

Jesús debía de pagar por lo pecados de la humanidad, morir y al tercer día resucitar para de este modo, habiéndose sometido a la voluntad de Dios el pudiera heredar la Gloria, pero a pesar de todas las profecías que se habían dicho de él y de lo que el mismo había hecho la gente, no le creía.

Como bien se menciona más arriba, tal vez el escrito este ahí, en la base de la cúpula del templo para que la gente que asiste a visitar al Señor del Hospital no sean insensatos y tardos en creer y crean en el Cristo que murió por la humanidad”.



Si te interesa leer el artículo completo de la Agencia Católica de Información, entra en este sitio:
http://www.aciprensa.com/fiestas/cuaresma/muertejesus.htm

Si te interesa ver el Evangelio de San Lucas en latín, lo puedes encontrar aquí:
http://www.drbo.org/lvb/chapter/49024.htm

domingo, 12 de julio de 2009

Los Ex votos desaparecidos de El Señor del Hospital

Ex voto ofrecido a la Virgen de Sombrerete, Zac. Parte de la colección del Museo de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato, Gto.

Una vez lo oí, fue en voz de una persona que conoció por dentro la Parroquia del Señor del Hospital en los años cuarenta del siglo XX, asistía con regularidad al templo e incluso ayudaba en los días tan especiales que eran cuando se le hacía una limpieza a la Santa imagen del Cristo Negro que era limpiada meticulosamente con algodones, en el afán de que quedara libre de polvo y humo de las veladoras. Me comenta que incluso los algodones eran codiciados por la gente que creyente en la religión y una gran fe en el Cristo Negro, aguardaban con paciencia recibir una reliquia de ese tipo. Me comenta que al entrar en el Templo Expiatorio, a finales de los años treinta del siglo XX, veía como las paredes estaban cubiertas de ex votos. Había una cantidad tal de ex votos que a todos impresionaban. Sabemos que en el México del siglo XIX la fe en los milagros era tal, que esos ex votos se les llamaba propiamente así, “milagros”, esas pequeñas pinturas que representaban la intermediación de una imagen venerada en la solución de alguna enfermedad o de algún problema que acongojaba al creyente.

Templo del Expiatorio, primer curato que hubo en Salamanca, originalmente estuvo dedicado a Nuestra Señora de la Asunción, allí desde 1561 se depositó el Cristo Negro, el cual no fue trasladado hasta finales de los cincuentas del siglo XX a la Parroquia del Señor del Hospital.

Era la época en que, dada la inestabilidad política y social del país, los asaltos a las carretas y diligencias que transitaban por los difíciles caminos se daban con regularidad. Los robos y asaltos eran relatados a través de los ex votos, ya que al invocar la ayuda de ese santo sentía como una intervención milagrosa había defendido al cristiano, evitaba la bala, hacia cambiar súbitamente de parecer al bandido, obraba milagrosamente y el acto no se consumaba. El creyente tenía la convicción de que el Santo de su predilección había intervenido, sentía la necesidad de agradecérselo, juraba una manda, un peregrinar hasta sus pies y dejar constancia del hecho. Los ex votos se multiplicaban y en El Señor del Hospital era cosa común. La gente de la región sabía de las bondades y milagros que el Cristo Negro había realizado, los muros del Templo comenzaron a llenarse de esos milagros o ex votos, hay quien los nombra retablos.

Este es uno de los retablos pintados por Hermenegildo Bustos en Guanajuato, al cual se le compara con el pintor que hacía los retablos del Señor del Hospital en Salamanca. Foto cortesía de Madreselvas.

En los cuarenta, el Padre Medrano fue asignado al templo del Expiatorio, notó como el templo se encontraba sucio, las paredes impregnadas de polvo y hollín, una capa negra cubría los espléndidos trabajos de pintura que regularmente se hacían a los templos en el siglo XIX, se dedicó a dar una limpieza profunda a las paredes, las cuales lucieron como en sus mejores momentos, pero fue en ese momento cuando desaparecieron los ex votos que colgaban en abundancia. Consultando la Monografía de Salamanca, publicada en 1987 por la Revista Radar dirigida por el Señor Guillermo Razo se comenta, en la pluma de Daniel Castro del Valle acerca de los ex votos del Señor del Hospital que en “Alguna ocasión en que Gerardo Murillo, el extraordinario Dr. Atl pasó por Salamanca, observó en el interior del Templo del Señor del Hospital cientos de retablos o ex votos, pintados por un pintor al que equiparaban con Hermenegildo Bustos. Esas pinturitas en lámina, decía, tenían gran valor pictórico. No sabemos donde están ahora”.

De ser esto cierto estamos ante un enorme descubrimiento, si efectivamente fue cierto que el Dr. Atl estuvo en Salamanca y que admiró esos trabajos, el que diga que son maravillas de la misma delicadeza que la obra realizada por el pintor guanajuatense Hermenegildo Bustos es un halago que va mucho más allá de lo imaginable. Quizá otro notable pintor de la época, el cual dejó el extraordinario trabajo mural en los seis lienzos de la Parroquia del Señor del Hospital, el zacatecano Candelario Rivas, seguramente los vio y, conocedor de pintura, se habrá, seguramente también sorprendido, lamentablemente estas son deducciones, como deducciones puede ser la visita del Dr. Atl, sería muy interesante contar con mas documentos que lo autentifiquen.

miércoles, 8 de julio de 2009

El testimonio del geógrafo salmantino Pedro González en 1904

Este es el actual altar del templo del Expiatorio, anexo al Señor del Hospital, luego de la remodelación en ocasión al inicio al Año Jubilar.

Existe un personaje por demás importante en la historia no solo de Salamanca sino de todo el Estado de Guanajuato, es el geógrafo Pedro González del que no se sabe mucho de su vida. Nació aquí en Salamanca en 1853, ocupó en tres ocasiones la Jefatura Política de la ciudad, que equivale a la actual Presidencia Municipal, lo fue no solo de Salamanca sino de varios lugares más, como Purísima, Valle, Apaseo, Moroleón, Dolores, San Miguel, Pozos y San Felipe. Hacia 1894 era el jefe de la sección de estadísticas, al año siguiente se convierte en el bibliotecario del Museo Nacional de Arqueología y se desempeña como profesor de Etnología. Publica varios libros, entre ellos la primera obra completa sobre historia y geografía de todas las poblaciones del Estado de Guanajuato, su Geografía Local publicada en 1904 es punto de referencia para todo estudioso de la historia de nuestro estado, de allí sustraemos los siguientes datos acerca de Salamanca y del Señor del Hospital:

“El templo viejo del Hospital, fundado por el venerable señor Quiroga, es coetáneo de la fundación de la población, lograda al reunir en barrios a los indígenas que se redujeron a ellos, como ya se dijo. El nuevo templo que se está construyendo, adyacente a aquel, lo fundó el señor cura don Tiburcio Incapié y dejó de trabajarse en él durante mucho tiempo, hasta que lo continuaron las señoras doña Cayetana Casca de García y doña Emeteria Valencia, el padre don Vicente Bustos y el padre don Ramón Partida, utilizando en la obra parte de los cuantiosos donativos que producen las romerías de los martes de las semanas santas. Entre los dos templos se levanta una alta torre que contiene un reloj público, comprado con donativos del vecindario a instancias del padre Bustos. Este señor, para colocar dicho reloj, reformó el cubo de la torre que lo sustenta, que había fabricado con igual fin el señor jefe don Cirilo Quiroz, en el año de 1862”.

Encima del arco de entrada al Baptisterio se ve una barda que era la que sostenía la pared a manera de torre, donde se encontraba el reloj instalado por el Padre Bustos.

Este testimonio es de lo más importante, pues nos da el nombre del cura Incapié, del cual no se había hablado en otras obras, asimismo menciona de cómo las obras estuvieron detenidas, cosa muy cierta pues siempre se ha anotado como inicio de la construcción del Templo del Señor del Hospital el año de 1888 y su terminación en 1924, 36 años que no fueron en realidad los que se llevó el levantar esta obra. Ahora lo sabemos, que sí, que estuvo detenida por muchos años, lamentablemente no da fechas precisas de cuando se reinició la edificación. Aquí el Sr. González, al igual que José Rojas Garcidueñas en su libro, nos comentan del reloj que el padre Bustos mandó colocar en la torre que ya no existe y que se ubicaba en lo que actualmente es el baptisterio.

En primer plano uno de los ángeles del escultor Ponzanelli, al fondo el altar mayor con el Cristo Negro del Señor del Hospital.

lunes, 6 de julio de 2009

Virgen del Socorro



El 6 de julio de 1727, el P. Fr. Alejo López Menéndez hizo la proclamación del Patronato a la Santísima Virgen del Socorro, en la entonces Villa de Salamanca, consagrado al pueblo salmantino al amparo maternal, al auxilio y protección de María del Socorro. Cada 6 de julio, en memoria de aquella consagración, en la Rectoría de San Agustín, de Salamanca, se celebra la fiesta en honor a la Virgen, también Patrona de los Agustinos.

Para ver más sobre esta celebración, acceder al siguiente enlace:
http://vamonosalbable.blogspot.com/2009/07/una-tradicion-mas-que-salamanca.html

sábado, 4 de julio de 2009

La Octava del Jueves de Corpus, entrada de los Agricultores

Hacia 1955 Don Agustín Mosqueda es entrevistado por el Lic. José Rojas Garcidueñas. Esta entrevista será vertida tres décadas más tarde en libro “Salamanca, recuerdos de mi tierra guanajuatense”, de Editorial Porrúa, en donde comenta al respecto del Gremio de Labradores lo siguiente: “ y el jueves de la octava, último día de las fiestas, corre a cuenta de los Labradores, sin duda el que fue el más rico, puesto que la riqueza del Municipio fue principalmente agrícola, pero ya a mediados de este siglo en esto no participaba la población rural, los pequeños propietarios no se unen con los agraristas de los ejidos y hay otras diferencias que disminuyen la importancia del gremio.

Todos estos gremios entran a las 12 del día, hora en que recogen la cera, con música. Es la cera labrada. Cada gremio manda hacer mayor o menor número de velas, siempre varias docenas, que van suntuosas y artísticamente llenas de adornos de su propio material, la cera, las que cada día de la fiesta hace llevar, casi procesionalmente, por las calles y son entregadas en la puerta de la Parroquia para alumbrar las funciones religiosas correspondientes. A la 1pm queman pólvora, tiran cohetes.

A las 8pm vísperas o maitines con más pólvora y al día siguiente salen con la misa solemne con sermón, esto en cuanto a la fiesta religiosa, pero sigue la comida que da el mayordomo que entrega, porque en cada gremio hay un mayordomo y un diputado que son elegidos cada año y, en la tarde, el que recibe da refresco, adornan la mesa con flores de papel que costea el diputado. Antes de la misa hay la alborada a las 5 de la mañana, con repiques, cohetes, la música que pasea por varias calles tocando y tirando cohetes del grupo que va a entrar a las 12 de ese día…”

Fue ahora, en la pasada Octava del Jueves de Corpus, es decir, el 18 de Junio, siguiendo con la tradición, que los ya no denominados como Labradores, sino los Agricultores de Salamanca hicieron la entrega de la cera, no en la habitual procesión sino en camionetas, las de uso cotidiano en la labor del campo, en donde fueron transportadas las ofrendas, las velas, en este caso no labradas, pero igual de impecable manufactura en donde se veía el símbolo del Sagrado Corazón de Jesús, pues al día siguiente sería esta la celebración. Se transportaron también los candeleros, los floreros y una abundante cantidad de gladiolas rojas, las que harían el adorno de los pasillos y altares laterales. En el altar mayor una profusión de gerberas dio una atmósfera colorida y fresca.

En la noche el castillo fue, al igual que durante toda la semana un evento memorable, una vez más se dejó ver el dominio que sobre la pirotecnia tienen los maestros cueteros de Valtierrilla, el cielo de Salamanca se iluminó durante los casi treinta minutos de espectáculo pirotécnico, así, acabalando los 303 años de añeja tradición, los gremios cumplieron su promesa, cumplieron con llevar la ofrenda de cera ante los pies del Cristo Negro del Señor del Hospital, para celebrar hoy y siempre a Jesús Sacramentado. ¡Viva Cristo Rey!