La placa que recuerda a Doña Emeteria Valencia en Salamanca

Fue apenas el pasado viernes 2 de marzo que recordamos el 178 aniversario de uno de los personajes salmantinos que tuvieron una gran, enorme influencia, en el desarrollo no solo de Salamanca sino de buena parte del Bajío: doña Emeteria Valencia de González. La benemérita piadosa mujer nació el 2 de marzo de 1834 en la casa que vemos justo en la fotografía, en la esquina de las actuales calles de Obregón y Guerrero. Esta fotografía tomada cuando la inundación de 1958, vemos la esquina mencionada, lugar en donde entonces se ubicaba en negocio denominado La Paz, tienda de materiales para la construcción en donde, si vemos con atención, luego del letrero que anuncia el negocio y aquellos emblemáticos letreros puestos por "cortesía" de Coca-cola indicando la dirección de la vialidad de la calle, aparece la placa que unos buenos salmantinos, agradecidos por la obra de doña Emeteria, recordaron el Centenario de su nacimiento.

Cuando la demolición de la casa y la desaparición de la placa, esto dio paso a una serie de locales comerciales que en los años setenta albergó, entre otros, a Basilio, quien vendía trajes y ropa "de vestir". Fue entonces que, en sano ejercicio, el entonces Presidente Municipal Rogelio Gutiérrez, ordenó fuera colocada nuevamente la placa en su sitio.


Pocos, o nadie, recuerdan su importancia. Hija de Patricio Valencia, casada con Eusebio González, heredera de una cuantiosa fortuna generada en la próspera industria textil de Salamanca, misma que luego se extendió a Celaya, Salvatierra y Soria, creando con esto uno de los capitales más solidos de toda la región. Su esposo, el español Eusebio González, hábil en los negocios incursionó en la agricultura al contar con haciendas al sur de estado, una de ellas en Yuriria, sus descendientes, o, mejor dicho, quienes quedaron administrando la fortuna del matrimonio a la desaparición del mismo, dado que no contaron con descendencia, incursionaron también en el negocio de la minería en la ciudad de Guanajuato.



En Salamanca doña Emeteria Valencia fue la que, con su capital propio, mandó construir el Santuario del Señor del Hospital, fue quien dispuso que los mejores artistas de la región aplicaran sus conocimientos en la fabricación de un templo a la altura de la dignidad del Señor del Hospital. Esa fue Emeteria Valencia.