Esta fotografía solo está marcada solamente como Calle del Progreso, razón por la cual me atrevo a pensar que se trata del molino La Providencia que existió en las proximidades de la Estación del Ferrocarril, se localizaba entre las vías del tren a México y las de la Burra al Valle, lo que hoy se nombran calles de Insurgentes, Progreso y Emilio Carranza, esta última, a finales del siglo XIX era conocida como Calle del Pueblo.
Además de haber sido molino de trigo, estaba instalada también una fábrica de jabón, ambas con el mismo nombre y propiedad de don Apolonio Garcidueñas. De él, su nieto, José Rojas, escribe: "... mi abuelo anunciaba su fábrica 'La Providencia', movida por vapor "por procedimiento novísimo, única hasta hoy en el Estado...", con oficinas en calle de Juárez Nº 2. La fábrica, como el molino de harina del mismo nombre, estaba muy próximo a la estación, entre las vías del Ferrocarril Central y la del Valle de Santiago. Creo que las varias fábricas de jabón, algunas de considerable producción como la de don Apolonio Garcidueñas y la de don Eduardo Flores , se explican por la abundancia y seguramente bajos precios de las grasas provenientes de la gran cría de cerdos (que había) en el distrito." (1)
En este mapa de la que fuera la Estación del Ferrocarril del Valle de Santiago, alcanzamos a ver en la parte superior derecha el terreno donde se ubicaba el Molino de La Providencia. En la actualidad es allí un estacionamiento.
Además de haber sido molino de trigo, estaba instalada también una fábrica de jabón, ambas con el mismo nombre y propiedad de don Apolonio Garcidueñas. De él, su nieto, José Rojas, escribe: "... mi abuelo anunciaba su fábrica 'La Providencia', movida por vapor "por procedimiento novísimo, única hasta hoy en el Estado...", con oficinas en calle de Juárez Nº 2. La fábrica, como el molino de harina del mismo nombre, estaba muy próximo a la estación, entre las vías del Ferrocarril Central y la del Valle de Santiago. Creo que las varias fábricas de jabón, algunas de considerable producción como la de don Apolonio Garcidueñas y la de don Eduardo Flores , se explican por la abundancia y seguramente bajos precios de las grasas provenientes de la gran cría de cerdos (que había) en el distrito." (1)
Me parece que concuerda con lo que te dije mi bisabuelo era un empresario (se llamarìa ahora asì) y cuando pensò en que no podìa heredar a sus hijas sus negocios, les comprò tierras agrìcolas.
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