Hoy sí está haciendo frío por el Bajío, hoy sí que la leyenda de aquella mañana en que se dice ocurrió la aparición en el cerro del Tepeyac encuadra con los grados de temperatura que sentimos por estos rumbos. Pero lo interesante no es recurrir a la leyenda sino a los hechos y ver lo que ocurre en Salamanca en un 12 de Diciembre. Como es tradición, la imagen de Guadalupe que pintó Candelario Rivas es bajada de la parte superior del altar mayor y se pone en la parte central, para ser admirada con mayor facilidad, esto en el Santuario del Señor del Hospital.
El cuadro es sumamente bello, está por cumplir su centenario, faltan 6 años para que se conmemore, pues fue pintado justo luego de que Candelario Rivas regresara de la Basílica de Guadalupe, después del bombazo ocurrido que dañó la imagen original y que él restauró. Y, embebido en esa belleza, cuando regresa a Salamanca pinta un lienzo con los apuntes y bosquejos que, seguramente, cuando estuvo frente al lienzo hizo para dejarnos en Salamanca una pieza que bien podemos catalogar como única. Se trata de algo que seguiré insistiendo es una imagen "tocada" pues fue ejecutada por alguien que restauró la original.
Esta toma la hice hace pocos días, quizá hace un par de semanas, vemos, a la derecha, la imagen de "bulto" de San Bartolomé Apóstol, el Santo Patrono de Salamanca. Al fondo, el altar mayor y en el centro el nicho principal con el Cristo negro del Señor del Hospital, al lado derecho San Juan Evangelista, al izquierdo la virgen María. Al centro, en la parte superior, está el lienzo pintado por Candelario Rivas, que es la manera en que habitualmente se muestra.
Si observas con atención esta imagen, verás que, lo que hay detrás del cuadro, en la parte alta, donde regularmente se localiza, se ve el diseño original, elaborado, medido, bien desarrollado, y comprobamos que el maestro Rivas lo hizo justo a la medida para que no descuadrara en lo mínimo con el proyecto original y se integrara a la perfección. Creo que esta es una de las cosas excepcionales de arte que tenemos en Salamanca y que hay que saber apreciar, entender y mostrar, incluso, por qué no, presumir.
Y ocurrió también que, en el Santuario de Guadalupe, dentro de las celebraciones de Guadalupe, se hizo una solemne procesión con la imagen que allí se venera, se trata de un lienzo tocado. Así se puede ver en la parte baja del mismo en donde se anota "santo y seña" de cuándo, en dónde y con quién, se hizo la ceremonia del tocado.
Esta es otra de las cosas que tenemos en Salamanca que es necesario aprender, entender, difundir y, vuelvo a decirlo, por qué no, presumir.
En esta toma podemos ver con mayor claridad la imagen tocada de Guadalupe que tenemos en Salamanca y que se venera en su Santuario.
La imagen me ha sido difícil de retratar, pues, al tener un vidrio que la protege, los reflejos de luz, sea de la natural que de la artificial o las velas, no me permite obtener una toma clara, esta es la que se incluye en el anuncio de las Novenas, y alcanzamos a notar en la parte baja, luego del ángel, en donde no se aprecia mucho más que una sombra oscura, es allí en donde están los datos relacionados a la ceremonia del tocado. Esta historia la puedes leer completa aquí.
Pero eso no es todo. Partiendo de la idea de que fue Miguel Cabrera el pintor autorizado a hacer las primeras copias oficiales de la imagen de Guadalupe, una de ellas para el Arzobispo de México, otra para el Papa en turno y una más para él (de la que luego se haría una buena cantidad de copias, ya que fue la que sirvió de modelo), en Salamanca tenemos otra maravilla más, pues se dice que la imagen de Guadalupe ubicada en el retablo de Santa Anna en el templo de San Agustín, fue pintada por Cabrera. Y, a sabiendas de que el caudal de los agustinos era grande a mediados del siglo XVIII, quizá haya sido también "tocada" en una ceremonia especial, eso aun no logramos documentar.
Y de que el culto a Nuestra Señora de Guadalupe es grande en Salamanca, no hay duda, y las manifestaciones abundan, como esta.
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