En este 2015 estaré cumpliendo sesenta años, eso quiere decir que viví un buen trecho del cambio en el estilo de vida que se dio en Salamanca. Hubo tradiciones que me tocó vivir, todas ellas asociadas a cosa religiosa, a festividades del calendario litúrgico como, por ejemplo, comer lechugas, zanahorias y rábanos aderezados con chile y limón en el Día de San Gonzalo. También comer "fruta de horno" y comprar mi calavera de azúcar en el Día de Muertos en el Jardín. Admirar las excepcionales decoraciones que se hacían en los templos para la Visita de las Siete Casas que se llamaban Monumentos y eran eso en verdad. Y hubo más... más tradiciones y costumbres que por uno u otro motivo se fueron perdiendo, como la "vuelta al Jardín".
No sé cuándo comenzó la tradición en Salamanca de "ir a dar la vuelta al Jardín", considerando que fue en 1910 cuando se colocó el kiosco y cuando se pusieron los árboles de trueno en su rededor, seguramente luego de los pasajes tensos que se vivieron durante la Revolución y la consecuente Guerra Cristera, podemos pensar que la vuelta al jardín se instituyó una vez reabiertos los templos en Salamanca, por ahí de 1935. Dos días eran los tradicionales de ir al Jardín: los jueves y los domingos, ambos por ser día de descanso en las tardes. Y la costumbre de la época incluía que la banda municipal diera su serenata mientras que, los jóvenes daban "la vuelta al Jardín", es decir, se formaban dos círculos, el interior en el que caminaban lentamente todas las señoritas en un sentido, digamos que el de las menecillas del reloj, y los varones hacían lo propio en sentido inverso. Fue así como muchas parejas se conocieron y formaron una familia. Y ocurrió que...
"Los que suscribimos, suplicamos muy atentamente al C. Jefe Político de esta Ciudad, que se digne concedernos que no sean modificada nuestra costumbre de oír las serenatas de 8 a 10 p.m., como se estila, por convenirnos así; por lo cual esperamos recibir de su filantrópico y no desmentido proceder, ser esta vez favorecidos, y no vacilamos en anticiparle nuestro sincero agradecimiento".
EL COMERCIO
-Rúbricas.
Me parece un documento curioso, lo encontré en el Archivo Histórico Municipal, ubicado en la caja relacionada a la Refinería, por lo que intuyo, dado que no está fechado, que corresponde a los años de 1945-1950. Tengo la idea de que esta suspensión que hubo de las serenatas dominicales, se dio debido a los enfrentamientos que comenzaron a darse entre "los de Salamanca" y "los Petroleros". El caso fue, que la tradición de las serenatas en le Jardín Principal, para ir "a dar la vuelta" siguieron en Salamanca, al menos algunos buenos años más hasta la década de los sesenta en que la tradición de dar la vuelta al jardín terminó, así como la "bendición del Santísimo" que se daba puntualmente a las 9 de la noche. Se abriría luego la cafetería El Piagalle que estaba en el portal Corregidora (segunda foto) y que se volvería el lugar de las citas, ya no dándole la vuelta al Jardín, sino frente a él se volvería el lugar en donde algunos matrimonios comenzarían su historia.
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