viernes, 28 de diciembre de 2012

11 de junio de 1964, Adolfo López Mateos visita Salamanca, Guanajuato.

Parto del punto de que nací en 1955 y que vivía en la calle de la Fortaleza, justo en el número 200, la calle que lleva el nombre de Obregón me quedaba a cuadra y media hacia el poniente, era de doble sentido y la única pavimentada que comunicaba "al pueblo" con "la refinería", tenía entonces 9 años. Creo fue mi papá quien me dijo: ahí viene el Presidente! y no lo pensé, salí corriendo hasta llegar a la esquina, propiedad de don Florencio Orozco que tenía una barda de ladrillo de apenas un metro, al fondo vivían sus cuñadas, las entrañables señoritas Solís. Recuerdo que el Presidente López Mateos apareció en un vehículo negro descapotado. Sonriente saludaba a uno y otro lado,  su rostro, se veía rozagante y  "colorado". Ahora sé que eso sucedió el jueves 11 de junio de 1964 y la razón de su visita a Salamanca fue para inaugurar la planta de Fertilizantes del Bajío y algunas plantas en la refinería.

Los sesenta fueron una época de una brutal inconsciencia ambiental. Lo que se estaba produciendo en Salamanca eran pesticidas y fertilizantes con bases de amoniaco anhídrido, bióxido de carbono y ácido sulfúrico como materias primas. En la actualidad esa planta está abandonada, al igual que la otra que fuera propiedad de la misma empresa, Fertimex, y que conserva el nombre de su último propietario: Tekchem. De esta planta, sus residuos sólidos que aun están allí, son considerados como una vergüenza nacional en términos de protección al medio ambiente.

Pero aquí no se trata de hacer balance de las etapas de contaminación que ha vivido Salamanca, sino dar cuenta de ese día en que el Presidente de la República estuvo en Salamanca. En su rápida visita inauguró también algunas plantas que estaban por ser concluidas en la Refinería: la Planta Primaria No. 2; Planta Preparadora de Carga; Planta Desintegradora Catalítica y la Planta Recupradora de Gas. Según consta en la Monografía Salamanca Hoy 1987-88 de Guillermo Razo, estas plantas entraron en operación el 26 de noviembre de 1964.

En esta fotografía tomada en RIAMA aparecen, al centro el Presidente López Mateos, a la derecha el munícipe de Salamanca, Luis Aurelio Sánchez Pérez y a la izquierda el Gobernador del Esatado de Guanajuato, Juan José Torres Landa.

"La familia petrolera mostró su júbilo ante la presencia del Jefe de la Nación, por los grandes beneficios que su gremio ha obtenido en el actual gobierno del licenciado Adolfo López Mateos. El secretario general de la Sección 24 de Trabajadores Petroleros de Salamanca, señor Luis Ugarte, en forma respetuosa y cordial, acompañó al señor Presidente de la República, durante su visita a la refinería de Salamanca. El licenciado López Mateos, regresó complacido por las múltiples atenciones y muestras de gratitud que ahí fue objeto". (1)

 Así se manifestó la Sociedad Cooperativa de Autotransportes Petroleros, Salamanca, S.C.L.

 Luego de Salamanca, el presidente López Mateos continuó a Valle de Santiago (en la foto), Jaral del Progreso y Salvatierra en donde fue entregando obras de urbanización en el nuevo y controvetido concepto del Plan Guanajuato, del cual nos queda la duda si fue lo suficientemente respetuoso con los centros históricos de las poblaciones por donde pasó. 

La gira que había iniciado el día anterior, el 10 de junio, incluyó las visitas y entrega de obras en León, Silao, Cuerámaro, Irapuato y Celaya. La toma es del Boulevard Adolfo Lóepz Mateos, al cual, habrá que agregar, acabo de ver (hace un mes) le tumbaron la placa alusiva a esa inauguración de López Mateos, pues están construyendo un paso a desnivel para dar libre tránsito cuando el tren está maniobrando.

Y el DC-3, El Revolucionario, fue el aeroplano que se encargó de traer a don Adolfo a esta zona del país.

Fuentes:

1.- Revista Siempre! presencia de México. Número 575. Julio 1 de 1964.

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