Como bien lo sabrás -eso espero, como quiera ahora te lo cuento- este blog surgió a raíz de la celebración del 450 aniversario de la llegada del Cristo Negro del Señor del Hospital a Salamanca, dentro de lo mucho que publiqué sobre el tema, un capítulo importante consistió en la recopilación de las historias de los muchos Cristos que son venerados no solo en la región del Bajío, sino, prácticamente en todo el país. Hoy retomo el concepto y llegamos al enigmático pueblo de San Miguel Istla en el municipio de Apaseo el Grande, estado de Guanajuato para ver allí al Cristo de pasta de caña de maíz denominado El Señor de Ojo Zarco. En su historia encuentro un dato que me indica una estrecha relación con El Señor del Hospital de Salamanca el cual, bien lo sabemos, mantiene una tradición franciscana que es del mismo origen de ambas imágenes.
"Del olvido sólo se salvó la noción de que , en sus orígenes, Istla (lugar donde abunda la obsidiana) fue lugar de paso de las tribus chichimecas, y que las sucesivas tragedias que cayeron en el lugar obedecieron a castigo divino: según oyó decir a su padre el agricultor José Olvera, de 60 años de edad, el águila legendaria que hallaron los aztecas en lo que hoy es el DF, pasó primero por Istla, pero fue ahuyentada a pedradas por los indígenas. A raíz de aquel suceso, dice Olvera, no volvió a llover en Istla en muchos años, y precisamente por eso, cuando llegaron los españoles al lugar, comenzaron a "construir capillas a fin de atraer la gracia divina y terminar con las sequías (la licenciada Rosa María Sánchez Lara, en un estudio elaborado para el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, señala que la fundación de Pueblo de Istla se debió, quizás, a la necesidad de detener la invasión de tribu chichimecas hacia el centro del país). Al cabo, lo que pareció terminar con el tiempo de seca fue, según Eutimio Sánchez Ayala, antiguo delegado político del lugar, la aparición del Señor de Ojo Zarco.
"En una época indeterminada, en el rancho de Ojo Zarco un campesino halló, entre 2 milpas, una planta de 3 mazorcas que semejaba la imagen de Cristo. El campesino mostró el hallazgo a su patrón y éste dio la noticia a las autoridades religiosas, quienes decidieron erigir una capilla en Istla, para agradecer el milagro. La capilla (en la cual permaneció el Cristo, hecho de caña de maíz hasta 1959, año en que fue trasladada a la a la iglesia principal) es una de las más bellas del lugar: su portada ostenta un par de ángeles guardianes, labrados en cantera, que por fortuna no fueron saqueados y permanecen intactos, al igual que la cruz atrial, "historiada" en bajorrelieve al estilo del siglo XVI. Según la creencia popular, en cuanto se comenzó a adorar la imagen, el cielo prodigó sus frutos nuevamente sobre Istla y el Señor de Ojo Zarco repartió milagros a granel: curó enfermos, resolvió problemas, atrajo a gente de los alrededores, revivió Istla.
"Al correr de los años, la fama de la imagen se extendió y comenzaron a llegar al santuario peregrinaciones procedentes de lejanos puntos del país. El 31 de diciembre, día de la veneración, 40 autobuses hacen viajes de Querétaro a Istla para trasladar a los devotos: se ofrendan flores, se encienden veladoras, se colocan puestos de antojitos y fritangas por la calle principal, se cumplen mandas y se entregan generosas limosnas. En la capilla especial, adornada con una gran pila bautismal al centro, se colocan ex votos, trozos de cabello, cartas, fotografías, certificados de escuela y aun huaraches de los agraciados. Otra de las peregrinaciones importantes se realiza el Miércoles Santo: a los peregrinos se les cobra el derecho de entrada y, a los vendedores, el espacio para sus puestos. Hasta hace unos años, los encargados de cobrar eran los representantes de las autoridades municipales, por lo que el dinero rara vez beneficia a Istla. Lo mismo ocurre con las limosnas recaudadas por el cura del Santuario: sólo él sabe a dónde van a parar". (1)
Hasta aquí una interesante reseña que encontré en la revista Contenido de hace 22 años, en donde nos dice, de modo muy puntual, como fue que surgió la veneración al Señor de Ojo Zarco; por cierto, por si no lo sabes, zarco era la manera en el siglo XIX y siglos anteriores a denominar algo que fuera de color azul. Ahora bien, en el texto que a continuación sigue, escrito por el cronista de Apaseo el Grande, encuentro esa relación intensa en cuanto a la concepción de la idea de veneración del Cristo Negro de Salamanca, que conocemos como Señor del Hospital, ese que, como San Miguel Arcángel, expulsa al demonio de los cielos:
"No hay razones para creer que la evangelización, especialmente de un pueblo aliado, impidiera la continuación de la práctica de erigir capillas-oratorios, ahora en honor del Dios de los Cristianos y sus diversos atributos y de ciertos santos, particularmente San Miguel Arcángel, el santo soldado quien con su espad expulsó al demonio del cielo, como los otomíes expulsaron a los chichimecas del Bajío. (...) A partir de los anteriores datos, podemos deducir que en el siglo XVIII, los otomíes de la cuenca alta del Río Laja, que habían sufrido un sistemático ataque a sus derechos obtenidos durante la conquista del Bajío y que ahora habían sido desplazados de sus posiciones políticas en pueblos cabecera como Querétaro y Apaseo, deciden que en el último de sus pueblos cabecera se erija por cada comunidad de la región una capilla, signo de reafirmación racial y política". (2)
"Los habitantes de Istla y comunidades circunvecinas son tradicionalmente religiosos y profesan una devoción muy señalada a la imagen de Cristo crucificado, hecha con técnica de pasta de caña, a quien llaman el Señor de Ojo Zarco. Antiguamente venerada en otra capilla, se ha quedado permanentemente en el templo parroquial de Istla, a donde acuden peregrinaciones del municipio, de otros municipios, de Estados vecinos y del Distrito Federal, la fiesta principal tiene lugar el miércoles dela Semana Santa". (3)
Al recordar la historia, matizada de leyenda, de cómo fue la llegada del Cristo Negro a Salamanca, vemos que el trayecto fue, una vez llegados a Salamanca los otomíes que la traían, continuaron rumbo a Apaseo y ahora aprendemos que, en San Miguel Istla, era el paso del Camino Real justo al medio de ambas poblaciones. Esto, aunado a la idea marcadamente franciscana en cuanto a parámetros seguidos en la evangelización de lo que hoy conocemos como El Bajío nos da una posible escala más en el trayecto, pero, sobre todo, nos dice de una ruta "del alma", en cuanto a ideas religiosas se refiere.
Esta es la capilla en donde estuviera depositado el Señor de Ojo Zarco, es una de las cuatro capillas restauradas, del total de cuarenta que se dice existen en el lugar, aunque hay quien dice de 60 o, incluso 72 capillas que hubo en un pueblo que abarca una superficie de 40 kilómetros cuadrados. (Foto tomada de Wikipedia).
Fuentes:
1.- De Mauleón, Héctor. Las fantasmales capillas de Ixtla, Gto. Revista Contenido, número 322. México, Abril de 1990.
2 y 3.- Buenrrostro López, José G. Apaseo el Grande, la primera frontera. Colección Monografías Municipales. Gobierno del Estado de Guanajuato. Guanajuato, 2010.
4.- Muñoz-Ledo C., Luis. Apaseo, monografía histórica. Edición Privada. Apaseo el Grande, 1995.
Es fascinante leerte y aprender tanto. Otro sitio más para visitar. Me sorprende saber que existen tantos lugares así y que me eran desconocidos.
ResponderEliminarhola bueno pues la verdad es un hermoso lugar se los digo por que yo cada año desde los 5 hasta los 15 años me fui de peregrina solo por gusto ahora lo hago por mandas o igual por gusto cada 30 de diciembre me voy caminando desde Querétaro,Qro hasta ixtla, Guanajuato y ademas es una tradicion familiar y tradicion en el barrio, colonia o como le quieran llamar al campo militar es de donde es originaria mi familia aqui mismo en queretaro cada 14 de diciembre traen al señor de ojo zarco para el campo militar pasando por santa maria magdalena y dos lugares mas y se queda en la iglesia mayor y despues el 30 del mismo mes lo regresan a ixtla en una gran peregrinacion esto ya es todo una tradicion y por lo que dicen de que en semana santa tambien hay peregrinacion es cierto pero eso de que cobran para entrar es falso yo son pocas las veces que voy en semana santa pero nunca se a cobrado eso si solo se le cobra a los puestos que ponen es como en cualquier tianguis que cobran uso de suelo y asi pero bueno se los recomiendo ir y mas encomedarse al SEÑOR DE OJO ZARCO y pueden ir en cualquier epoca del año saludos
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