Quizá el origen de la desaparecida hacienda de Cruces esté en una de la primeras estancias de ganado mayor concedidas en la región de la Chichimeca, como se le conocía a lo que hoy es el Estado de Guanajuato a mediados del siglo XVI, esa estancia se ubicaba en la parte centro-poniente del actual Municipio de Salamanca, se llamaba de Marañón, estaba también una de nombre Estancia Vieja, la primera de Antonio Marañón, la segunda del Maese de Roa. Retirado de allí, rumbo sur, cruzando el río Grande, actual Lerma, estaban las otras estancias más conocidas: la de Barahona, la de Mancera y la de Baltierra.
La primera noticia que encontramos ya con el nombre de Cruces aparece en el Padrón de la Villa de Salamanca levantado por el cura de la villa, el Bachiller Joseph de Solís y Grijalva el 27 de abril de 1683. (ACM, N.D., S.XVII. leg. 69, 1683, 6 fs.). Si bien el dato no es muy preciso, siguiendo un cierto orden en el que aparecen listadas las personas que habitan en cada rancho y hacienda, esto con el fin de llevar un control, por parte de la Iglesia, en cuanto al pago del Diezmo se refiere, podemos deducir que en esa región centro-poniente estaban, de norte a sur: Mendosa con 12 moradores; Sause con 7; Laguna Grande con 4 y el rancho de Domingo García con 13. (1). Aquí veo algo interesante en el nombre de Laguna Grande, parece ser que se refiere a terrenos que se anegaban durante la temporada de lluvias en eso que se conocía como La Charca de Salamanca, no veo otra razón de nombrar así a ese rancho, los nombres en esa época eran bastante lógicos y obvios. Ahora bien, en la historia de Salamanca aparece un Domingo García dos siglos y medio después, era el propietario de la Hacienda de Uruétaro, también lo era de las canoas que cruzaban pasajeros por el río Lerma, pero dudo exista algún parentesco.
Encontramos en los registros parroquiales una mención del Rancho de las Cruces aun más antigua, se trata del bautizo de un niño mestizo, al que pusieron por nombre Francisco, hijo de Juan Cerrano, mestizo, y de Francisca Ramos, india. Cosa ocurrida el 17 de octubre de 1662. (La copia de este registro la incluyo abajo). Los censos o padrones se siguen levantando con regularidad, pero no siempre nos es posible acceder a esos documentos, sin embargo encontramos que, un siglo después, ya hay registro de una Hacienda de Santa Anna de las Cruzes con su estancia y arrendatarios al norte de esta cabecera y 110 personas. Aparece también los Ranchos nombrados El Puesto de las Cruzes también al norte dos leguas de ésta cabecera, con 36 personas. (2)
Las cosas no iban nada bien, más que en México, en España, pues la Corona española se enfrentaba a una guerra intensa con Inglaterra que luego se convertiría en una invasión por parte de Francia que requería de más y más recursos para enfrentarlas, aunado a eso las reformas borbonas trajeron por consecuencia la implementación de los llamados Vales de Consolidación que desataría años más tarde el inicio del movimiento de insurrección. En buena medida, para ir aplanado ese camino, se levanta un censo en la Intendencia de Guanajuato en el cual se da, a detalle todas las fincas rurales existentes en la villa de Salamanca, levantado el 16 de noviembre de 1792, arroja un total de 1 villa, 5 pueblos, 39 haciendas y 54 ranchos. Dentro de esas haciendas aparece la de Cruces. (3). El Bajío se convertiría en el escenario de muchos de los enfrentamientos entre realistas e insurgentes, las haciendas serían saqueadas, quemadas y luego abandonadas muchas de ellas por sus habitantes que se refugiaban en la villa o en otras poblaciones.
Es así como el 28 de febrero de 1818, sucede la "Instrucsion que da el Ylustre Ayuntamiento de esta Villa al Señor Comandante Gral. Coronel Don Antonio Linares de los Pueblos, Haciendas, ranchos y demás puertos laboríos que comprende su jurisdicsion, con noticia de los que hallan valdios, y de los que estan en giro, sin incluir al Valle de Santiago por que aunque es anexo a esta cabesera, y todo un mismo partido por lo Real, pero en lo respectivo al Diezmatorio es diferente" (4); vemos allí que la Hacienda de Cruces está en propiedad de D. Pedro Otero, y bajo el dominio de los Insurgentes. Antonio Linares, junto a Agustín de Iturbide y Calleja, eran los responsables de la formación de las milicias españolas en la Intendencia de Guanajuato. Aquí me queda la duda si este Pedro Otero es el mismo que más tarde se unió al Ejército Trigarante, quiero pensar que sí, dado que él era originario de Guanajuato y mucha gente de ese real de minas tenía posesiones en el valle norte de Salamanca.
Tenemos un vacío de información en lo que corresponde al segundo cuarto del siglo XIX, luego de la consumación de la Independencia y de haber estado abandonadas muchas de las haciendas de Salamanca seguramente se presentaron algunos pleitos y reclamos de propiedad de las mismas, esto es una suposición pues datos seguros no tengo. Pero, ya para 1853, en los últimos tres meses de ese año se levanta un documento que, para quienes estamos interesados en la historia de Salamanca es sumamente importante pues en él se concentra toda la información en cuanto a nombres de Haciendas, sus propietarios, extensiones, tipos de tierras con que contaban, así como equipo, semovientes y construcciones como trojes, norias, casas y presas.
"En cumplimiento de la orden del recaudador subalterno de contribuciones de Salamanca, he procedido como perito nombrado por la misma, el reconocimiento de la finca que a continuación se espresa pertenecientes a.... y hallo el valor es del que sigue" (5). Eran los tiempos en que Antonio López de Santa Anna se había ya nombrado como "Su Alteza Serenísima", nuevamente como Presidente de la República toma el cargo el 20 de abril de 1853, quizá sea esa la razón por la cual se levanta una censo tan preciso y detallado de las propiedades, tanto urbanas como rurales en Salamanca, era intersante para el Gobierno central tener el dato para de allí basarse en los cálculos de las recaudaciones; es allí que encontramos a la Hacienda de Cruces con 38 caballerías de tierra, siendo su propietario Manuel Domenzáin y el valor de la propiedad ascendía a 32,250 pesos.
1 caballería de tierra equivale en nuestros días a 42.79.53 hectáreas (6) por lo que, la Hacienda de Cruces tenía una extensión de 1,626 hectáreas. De esas caballerías la mayoría era tierra productiva, de la llamada "tierra negra" un total de 32. Para darnos una idea de la importancia de esta hacienda, al comparar la extensión de las 28 haciendas existentes en 1853, Cruces ocupa el 6to lugar, siendo la mayor Cerrogordo con 95 caballerías seguida de Doña Rosa con 84, Uruétaro con 56, Buenavista con 50 y Mendoza con 45. En cuanto al valor de las mismas, la lista la encabeza Cerrogordo con 96.756 pesos, sigue Temascatío con 61.500, Doña Rosa con 56.000, Buenavista con 50,770, y Mendoza con 38.000, seguía Cruces con 35,250.00
Un dato relevante es ver los nombres de sus propietarios, en el caso de Cruces quien aparece es Manuel Domenzain. Cerrogordo era de Ramón Muñoz Guijarro, Temascatío y Mendoza de Juan B. Morales y Doña Rosa de Pedro Belaunsarán, este último próspero minero de Guanajuato. Ahora bien, pongamos caso al nombre de Juan B. Morales, todo indica que se trata de el licenciado Juan Bautista Morales, primer gobernador de Guanajuato, el afamado Gallo Pitagórico, quien al poco tiempo se hará propietario de poco más de la cuarta parte de los terrenos de la Hacienda de Cruces. Pero, antes de ir a ese documento, veamos cómo se dividía el total del avalúo hecho por el Recaudador Subalterno de Salamanca.
La Hacienda de Cruces, para 1853 consistía de 12 caballerías de tierra nera con bordos maltratados; 20 caballerías de tierra negra sin bordos; cuatro trojes de piedra y cal; una casa y una tienda; una noria y un aventadero; dentro de la propiedad estaba el Fuerte de Cruces con sus oficinas muy maltratadas, allí había dos eras y un aventadero, un pozo y, además, 6 caballerías de tierra cerril. Quedo sorprendido al ver que, dentro de la extensión de Cruces estaba ese fuerte, origen de lo que hoy conocemos como Hacienda del Fuerte. Veremos que en los registros y censos posteriores de pronto no volvemos a ver a la Hacienda de Cruces, en cambio comienza a aparecer la Hacienda de el Fuerte, la primera dio origen a la segunda.
Ha pasado el tiempo, las Leyes de Reforma se han proclamado, en la Batalla de Puebla el Ejército Mexicano ha salido victorioso pero un año despúes comienza la invasión francesa, en un año más, 1864, dará inicio el Imperio de Maximiliano, el gobierno de Juárez se vuelve itinerante y, el 1 de diciembre de ese año se levanta en Salamanca un Padrón de fincas rústicas. Allí vemos que la Hacienda de Cruces se ha desmembrado ya, aparecen cuatro propietarios, tres de ellos con el mismo apellido Domenzain -Manuel, Benito y María- cada uno de ellos con la misma extensión y valor de su propiedad 2,467.00 pesos; hay un cuarto propietario, Juan Morales, su porción valuada en 2,800.00 pesos.
Podemos situar entre 1864 y 1887 la desaparición de la Hacienda de Cruces, sería bueno encontrar el documento que nos diga la fecha precisa. Para 1886-88 se publica el primer gran censo del porfiriato, es el Dr. Antonio Peñafiel (7) el encargado de realizarlo, poco a poco se va integrando la información estadística de México, se van publicando en libros, uno por cada Estado del país esos valiosos números. En el caso de Guanajuato es en 1887 que se da a conocer, y allí, dentro del Partido de Salamanca vemos que la composición era de 1 villa, 2 pueblos, 24 haciendas, y 90 ranchos. Ya no está en la lista de haciendas la de Cruces, tampoco en la de ranchos, en cambio aparece el Rancho Del Fuerte con 144 habitantes. El total de pobladores de la municipalidad era entonces de 32 200.
En el porfiriato se privilegia la información estadísica, continuamente hay conteos de población y censos cada cinco años, en 1895 se levanta el que sería el antecedente a los actuales Censos Generales de Población y Vivienda que tenemos establecidos cada diez años. Los números en Salamanca son de: una ciudad; 1 pueblo; 4 congregaciones, 23 haciendas y varias decenas de ranchos (el número de ranchos aun no lo tengo preciso). Dentro de las haciendas nuevamente aparece la de Las Cruces, con tan solo 46 habitantes, el número más bajo de todas las 23 haciendas. Y aparece ya, registrada como Hacienda la de El Fuerte, con 275 habitantes.
Y contamos con un documento más. Se trata del primer censo del siglo XX, el de 1900, pero no es el censo general, sino del censo que la Comisión Mexicana para la Exposición Universal de París de 1900 solicita al Gobierno de Guanajuato, en el cual se hace un minucioso informe de los ranchos y haciendas de cada municipalidad del Estado, elaborado el 5 de septiembre de 1899. (8) Allí no aparece la Hacienda de Cruces, tampoco el Rancho de Cruces, en cambio aparece ya la Hacienda de El Fuerte como la más importante del municipio, con un total de 9,345 hectáreas y un valor de 137,581.63 pesos; dentro de El Fuerte se engloba a las haciendas de Ancón, Doña Ros y Zapote. Cruces se volverían, luego de la Reforma Agraria y los repartos ejidales, el nombre de algunos ranchos de la zona poniente de Salamanca, en donde hace mucho floreció una gran hacienda que ese nombre llevo: el de Cruces.
Al recorrer buena parte de lo que fueran los terrenos de la Hacienda de Cruces, solamente localicé estas trojes en el total abandono.
Este es el Rancho de Cruces.
El Canal de Coria, del que podemos decir se trata de la columna vertebral para surtir agua a toda la zona norte del municipio de Salamanca, esta toma es justo por su paso en el rancho de Cruces. No lejos de allí alcazamos a ver los trabajos de la Autopista Salamanca-León.
Y de la Hacienda de Cruces, no queda mucho, en ocasiones ni el recuerdo...
Fue muy placentero caminar por un lado del canal de Coria, hasta llegar a la carretera a la Ordeña, en donde esperé el autobús que me llevara de regreso a Salamanca.
Parte de los datos del Censo de 1895.
Este es el primer registro de Bautismo en donde aparece una persona avecindada en Las Cruces, del 27 de abril de 1683.
Parte de los datos del Censo de 1895.
Este es el primer registro de Bautismo en donde aparece una persona avecindada en Las Cruces, del 27 de abril de 1683.
Fuentes:
1.- Carrillo Cázares, Alberto. Partidos y Padrones del Obispado de Michoacán, 1680-1685. El Colegio de Michoacán. Zamora, 1996. pp. 415-427.
2.- González Sánchez, Isabel. El Obispado de Michoacán en 1765. Comité Editorial del Gobierno de Michoacán, Morelia, 1985. p.304.
3.- Castro Rivas, Jorge Arturo. Rangel López, Matilde. Relación histórica de la Intendencia de Guanajuato durante el periodo de 1787-1809. Universidad de Guanajuato, Guanajuato. 1998. pp.162-163.
4.- Archivo Histórico Municipal de Salamanca. Gobierno. Censos y padrones. Caja 84, 1818-1895, leg. 1.
5.- Archivo Histórico Municipal de Salamanca, Gobierno. Censos y padrones. Caja 84, 1818-1895, leg. 5.
6.- Castro, Lorenzo. The Republic of Mexico. Thompson & Moreau Printers. New York, 1882.
7.- Peñafiel, Antonio. Estadítica General de la República. Tomo VII, Estado de Guanajuato. Ministerio de Fomento, México, 1887, p.141-145.
8.- Archivo Histórico Municipal de Salamanca. Caja 272. Estadísticas.
3.- Castro Rivas, Jorge Arturo. Rangel López, Matilde. Relación histórica de la Intendencia de Guanajuato durante el periodo de 1787-1809. Universidad de Guanajuato, Guanajuato. 1998. pp.162-163.
4.- Archivo Histórico Municipal de Salamanca. Gobierno. Censos y padrones. Caja 84, 1818-1895, leg. 1.
5.- Archivo Histórico Municipal de Salamanca, Gobierno. Censos y padrones. Caja 84, 1818-1895, leg. 5.
6.- Castro, Lorenzo. The Republic of Mexico. Thompson & Moreau Printers. New York, 1882.
7.- Peñafiel, Antonio. Estadítica General de la República. Tomo VII, Estado de Guanajuato. Ministerio de Fomento, México, 1887, p.141-145.
8.- Archivo Histórico Municipal de Salamanca. Caja 272. Estadísticas.
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