sábado, 18 de julio de 2009

Candelario Rivas, pintor de los lienzos del Señor del Hospital

Muchas fueron las poblaciones fundadas en México por los españoles, pero pocas las que sobresalieron por las riquezas que desde allí se le proporcionaba a la corona, cito solo a dos, Guanajuato y Zacatecas, lugares cuyas minas produjeron tal cantidad de plata que se decía que tan solo de una de sus minas, la Valenciana en Guanajuato, eran las tres cuartas partes de la plata que circulaba por el mundo entero. No es de extrañarnos que en esas poblaciones ricas, lugar de asentamiento de gente que vivía en la opulencia se desarrollaran las bellas artes más que en el resto de las poblaciones novohispanas. La herencia en Arquitectura, Escultura y Pintura es vasta en estos lugres, por lo que no es de extrañarnos que sea allí el lugar de origen del gran pintor que realizó los espléndidos lienzos que adornan las paredes del Señor del Hospital. Candelario Rivas.

Durante los tres siglos de dominio español, Zacatecas tuvo el privilegio de contar con estupendos artistas, de tener elaborados templos cuyas decoraciones eran del más puro estilo barroco tan en boga en ese tiempo. Candelario Rivas nace el 2 de febrero de 1877, sus padres, fieles a la tradición impuesta desde hacía siglos de rendirle culto al santo del día, siendo el 2 de febrero el día de la Virgen de la Candelaria, es bautizado con ese nombre, en la época en que México estaba tratando de digerir lo acontecido dos décadas antes, cuando se declararon las leyes de Reforma y apenas una década después de haber padecido la invasión francesa. Se habían decretado ya la libertad de culto, la secularización de los panteones, la imposición del registro civil y el poder de la iglesia había disminuido pero no desaparecido del todo.

Candelario Rivas destaca siendo muy joven, a los diez y siete años de edad al entrar en el equipo de pintores contratados para la elaboración de los enormes lienzos que la Catedral de Zacatecas requería, el trabajo de Candelario destacó, desde entonces se le considero un artista completo. Era ya el periodo porfiriano, tiempo en el que se desarrollaron las comunicaciones en el enorme territorio nacional, el ferrocarril cobraba impulso y el interés de Porfirio Díaz era que la industria prosperara, especialmente la minería, en consecuencia no perdería su tiempo en arengas en contra de la iglesia, el presidente Díaz si no mantuvo una relación cordial, al menos no continuó con ninguna persecución. Cada quien mantuvo su coto de poder y el trabajo de Candelario Rivas era ya conocido en la zona.

En 1904, contando con 27 años, Candelario Rivas realiza los murales de la Catedral de León, para luego ejecutar los espléndidos murales del Templo de San Antonio en Aguascalientes, al poco tiempo realiza los del Templo del Carmen en Querétaro, la revolución había ya comenzado y la inestabilidad nuevamente reinaba en México, fue una época que luego de los cientos de obras que se levantaron por los cuatro ángulos del país para conmemorar el Centenario de la Independencia, toda producción artística quedó detenida a lo largo de la década hasta que no terminó el conflicto armado.

El templo del Señor del Hospital en Salamanca estaba ya terminado en su estructura, pero, por el mismo motivo de la guerra civil, conocida como la Revolución suspendió su obra por más de diez años, para 1920 el Maestro Rivas es contratado para la ejecución de los 7 lienzos y la pintura de las escenas de la Resurrección en la cúpula, trabajo que desarrolló a lo largo de tres años. La persecución religiosa se había desatado nuevamente en México, primero con Obregón y después con Calles, aun no se daban las ejecuciones masivas, ni los fusilamientos de sacerdotes, pero poco faltaba para ello pues la Guerra Cristera estaba por comenzar cuando Candelario Rivas recibe amenazas de muerte, siendo él un pintor eminentemente de escenas religiosas, teniendo contacto con los dirigentes de la iglesia se convertía en blanco de las nuevas leyes que condenaban todo aquello que tuviera un matiz católico. Candelario Rivas huye junto con su familia a los Estados Unidos en donde permaneció hasta su muerte acontecida en 1949.

El extraordinario trabajo que el Maestro Candelario Rivas desarrolló en el Templo del Señor del Hospital nos va llevando de la mano cuando lo observamos en el orden en que se pensó, comenzando por el primer lienzo ubicado a la derecha de la puerta principal en el que vemos a Nuestro Señor en Huerto de los Olivos, volteando a la izquierda podemos ver el segundo lienzo donde es aprehendido por los soldados romanos. Caminando al interior del templo tenemos del lado derecho frente a la puerta del baptisterio la escena en la cual Poncio Pilatos se lava las manos, estamos siguiendo el desarrollo del jueves al viernes santo, en perfecto orden cronológico. Siguiendo en el lado derecho vemos la escena en la cual a Nuestro Señor le es entregada la cruz, vemos a la izquierda ese camino al Calvario, podemos reconocer a María a Magdalena y a la multitud que sigue el penoso camino.

Ya en el altar del lado derecho podemos observar la escena de la Crucifixión para luego ver en el lado izquierdo el descenso de la cruz. Estamos ya en el altar frente a la imagen histórica que llegó, luego de un largo peregrinaje y sortear docenas de vicisitudes, llegó para quedarse para siempre en Salamanca, el Cristo Negro decidió por su propia voluntad detener su camino y bendecir con su presencia al pueblo de Salamanca. El Maestro Candelario Rivas, indudablemente fue un magnífico pintor que supo interpretar las escenas bíblicas para mantener la fe en la iglesia católica no solo de Salamanca sino de todo el Bajío.

Para conocer la vida completa de Candelario Rivas, da clic aquí:
http://www.pgmagallanes.com/CRivas/home_e.htm

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