jueves, 24 de septiembre de 2009

El Señor de la Conquista de San Felipe Torresmochas

Fueron los Franciscanos la primera orden en llegar a México con la intención de evangelizar las nuevas tierras conquistadas por el Imperio Español. Una vez establecidos en la Ciudad de México iniciaron su peregrinar hacia el desconocido territorio norte, el llamado “bárbaro”, habitado por el aguerrido pueblo Chichimeca, para ello se apoyaron en el pueblo Otomí el cual ya había cedido y aceptado al invasor como su patrón a seguir. Fue de este modo que teniendo como sede a Jilotepec, se va penetrando mas y más hacia el norte, haciendo las fundaciones de innumerables pueblos de indios que con el tiempo dieron paso a las Villas españolas que son en la actualidad los poblados que conforman la geografía del Bajío.

Nicolás de San Luis Montañéz, cacique de Jilotepec, fue quién logró esa gran empresa. Acámbaro fue la primera de las tantas poblaciones fundadas más al norte, lugares en donde se estableció el pueblo otomí y aprovechándose, además, de la presencia tarasca, los Franciscanos establecen el primer templo en donde se venerará al Seráfico Padre, San Francisco de Asís. Con ello se inicia su culto en la zona sur de Guanajuato y se expande rápidamente por la región, llegando a cubrir, prácticamente, todo el actual estado de Guanajuato. Es así como en 1570 se manda hacer un Cristo con el afamadísimo escultor español radicado en Pátzcuaro, Matías de la Cerda.

La imagen es terminada y los padres franciscanos menores, fray Francisco Doncel y fray Pedro de Burgos la transportan desde el taller del escultor al Cristo para ser venerado en la que se había elegido como su sede en San Felipe Torresmochas, solo que los frailes son atacados en el arroyo de Chamacuero, la actual Comonfort, siendo asesinados por los aguerridos chichimecas, el padre Doncel muere abrazado al Santo Jesús Crucificado, el cual es, desde entonces conocido como el Señor de la Conquista.

La devoción y veneración hacia este particular Cristo está muy difundida en la zona norte del Estado de Guanajuato, ubicándose la pieza original en la Parroquia de San Felipe en San Felipe Torresmochas. Una copia tan, venerada, como la anterior se encuentra en San Miguel Allende.


1 comentario:

  1. Vengo de tu otro blog, me encanta seguir las historias que subes.
    Tengo dos amigas que viven en San Felipe Torresmochas, ya me dio la curiosidad de conocer la ciudad.
    He vivido en algunos lugares muy muy interesantes, lo malo es que me doy muy poco tiempo o más bien nada para conocer la historia.
    Muchos Saludos!!

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