jueves, 22 de abril de 2010

José Guadalupe Posadas y su litografía del Cristo Negro del Señor del Hospital de Salamanca

En 1890 José Guadalupe Posadas saca en la Imprenta de José Venegas, en la Ciudad de México, una litografía donde retrata al Señor del Hospital de Salamanca.


Contrario a lo que pensaba, de no publicar más acerca de la historia de El Señor del Hospital, me veo en la necesidad de sacra esta nota, pues considero que es un verdadero hallazgo el que he podio realizar.


En el catálogo de la obra de José Guadalupe Posadas, encontramos los datos de impresión de la imagen del Señor del Hospital de Salamanca.


A lo largo del año Jubilar pudimos, en este espacio, adentrarnos, entre otras cosas, al arte que va relacionado al ahora Santuario del Señor del Hospital, mencionamos del pintor zacatecano Candelario Rivas y de su hijo José, del marmolista Ponzanelli, del ingeniero Barton, del padre Grall y sus estupendos diseños. Aprendimos que el Gerardo Murillo, el Dr. Atl, estuvo en Salamanca estudiando los estupendos retablos todos perdidos desafortunadamente, y ahora estamos ante otro gran privilegio que la devoción hacia la imagen del Cristo Negro del Señor del Hospital nos está legando: una litografía hecha por el más delicado artista de arte popular mexicano de finales del siglo XIX, el que nos hizo ver la Revolución, ya entrado el XX, desde una óptica distinta y, sobre todo, el que nos legó una imagen que a todos y cada uno de los mexicanos nos identifica, la Catrina. Efectivamente, me refiero al pintor, dibujante y grabador José Guadalupe Posadas.


Verdadero Retrato del Señor del Hospital que se venera en Salamanca (estado de Guanajuato)


José Guadalupe nació en Aguascalientes en el seno de una familia humilde, un 2 de febrero de 1852, en el barrio de San Marcos de la ciudad de Aguascalientes. Su padre Germán Posada Serna -panadero-y su madre Petra Aguilar Portillo, procrearon 6 hijos: José María de la Concepción (1832), José Cirilo (1839), José Bárbaro (1843), José Guadalupe (1852), Ciriaco (1856), y María Porfiria (1858). “Desde pequeño, hijo de una familia de artesanos, Posada ayudaba a su tío Manuel y su hermano Cirilo, este último; maestro de San Marcos en Aguascalientes. Aquí es cuando este grabador comienza a curtirse con las artes plásticas, como la litografía, que experimentaba desde la copia de imágenes sagradas, hasta la creación de personajes indígenas en cerámica. A la edad de doce años Posada concertaba su niñez con sucesos históricos importantes como el fusilamiento de Maximiliano, y la restauración de la Republica. (1)


José Guadalupe Posadas, el primero en traje claro, afuera de su Taller en el centro de la Ciudad de México, actual calle de Mesones.


Averiguando más sobre su vida, encontramos en el sitio electrónico del Gobierno del Estado de Aguascalientes lo siguiente: “Posteriormente, en 1868, entró como aprendiz en el taller litográfico de Trinidad Pedroza. Algunos de sus primeros trabajos –caricaturas de crítica política— fueron publicados en El Jicote, periódico de oposición al gobierno de Jesús Gómez Portugal. En 1872, Posada y Pedroza deciden instalarse en León, Guanajuato, donde ambos se dedicaron a la litografía comercial (estampas religiosas, cajetillas, etiquetas, invitaciones, bolos, tarjetas, esquelas, etc.). En León, Posada abrió su propio taller y trabajó como maestro de litografía en la Escuela de Instrucción Secundaria…” (2)


Litografía en donde se anunciaban los servicios de José Guadalupe Posada en la imprenta de Aguascalientes, hacia 1871.


Ubicado ya en León, recibe encomiendas distintas para realizar dibujos y grabados, los religiosos eran los más solicitados, es por esto que deduzco que, estando en León, alguna persona que mantenía la veneración al Señor del Hospital de Salamanca le solicita un dibujo que lo representara. “Según información recabada en el archivo histórico de la ciudad de León y en una entrevista con el museógrafo Jaime Santoyo Márquez, éste comentó que el paso del maestro Posada en la ciudad de León, se debió a la persecución política que sufrió en su natal Aguascalientes y permaneció aquí desde 1871 hasta 1888. Posada inició su carrera en la litografía y el grabado en un taller junto con su maestro Trinidad Pedroza, a la edad de 19 años ya era un talentoso grabador y linotiposta. En 1871, ambos trabajaban para el periódico "El Jicote" en el que hacían caricaturas de crítica política, debido a esto fueron perseguidos. En su escape llegaron a la ciudad de León, lugar donde abrieron una imprenta, dedicándose mayormente a la publicidad, pocos años después Trinidad Pedroza regresó a Aguascalientes pero Posada se quedó en León… En 1888 las inundaciones hicieron tomar una decisión a Guadalupe Posada, dejar definitivamente la ciudad de León, para migrar nuevamente, esta vez el destino sería la capital de la República Mexicana. (3)


La Catrina es, sin lugar a dudas, la más conocida de las obras de Posadas, aquí la que se exhibe en el Museo de la Muerte en Aguascalientes.


Raquel Tibol apunta que: “Trinidad Pedroza, maestro, amigo y al fin socio. El avezado impresor lo inició en las más avanzadas ideas progresistas y también en la litografía y el grabado en madera que él mismo había practicado en la imprenta El Esfuerzo, con su tío, el activo liberal José María Chávez. El trabajo de Posada en la imprenta litográfica de Pedroza no se constriñó a la caricatura política de trazo afrancesado, muy en boga desde mediados del siglo XIX; se ocupó además de producir imaginería religiosa”. (4) Considerando las fechas, y verificando en la relación del catálogo de la impresión vemos que este segundo trabajo está fechado en 1890, ya en la imprenta de José Venegas en la Ciudad de México.


Una litografía más en donde aparece el Cristo Negro del Señor del Hospital, salido de la genialidad de José Guadalupe Posadas.


Es en la Ciudad de México cuando el trabajo de Posadas se da a conocer ampliamente, la Imprenta de José Venegas llega a tener una importancia tan grande, que se decide, ya en los años 80 declararla monumento: “Que en el inmueble ubicado en Penitenciaria número 27, Colonia Penitenciaría, de la ciudad de México, Distrito Federal, funcionó el taller de imprenta y grabado de Antonio Vanegas Arroyo, en los primeros años de este siglo, teniendo dicho inmueble una superficie de 363 metros cuadrados y las siguientes colindancias: al Norte, con la calle de su ubicación; al Sur, con terrenos que pertenecen al Departamento del Distrito Federal; al Oriente, con Penitenciaría 27 Bis, que originalmente formó parte de la casa motivo de esta Declaratoria y al Poniente, con Penitenciaría 25. Que Vanegas Arroyo, quien nació en la ciudad de Puebla en 1882 y murió en la de México en 1917, abrió esa imprenta después de haber trabajado en el taller de encuadernación de su padre, y produjo hojas sueltas ilustradas por José Guadalupe Posada”. (5)

En esta impresión realizada en 1896 en Morelia, vemos que se usó una imagen muy parecida a la elaborada por el maestro Posadas.

Una vez más corroboramos la gran importancia que El Señor del Hospital tiene, el hecho de contar con un dibujo realizado por el maestro Posadas nos da fe de ello.

Fuentes:


1.- Lorena Vera Verján, en el sitio: www.alternapalabra.com


2.- www.aguscalientes.gob.mx


3.- Javier Lara, artículo publicado el 31 de Octubre de 2009 en el periódico Correo Guanajuato.


4.- Raquel Tibol en su ensayo: “Apuntes estéticos y biográficos” publicado en la Jornada Semanal el 10 de febrero del 2002 en homenaje al 150 aniversario de José Guadalupe Posada.


5.- Diario Oficial de la Federación, publicado el martes 2 de febrero de 1982



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