Sin lugar a duda el que haya personajes carismáticos en la historia su sola presencia los vuelve imanes que atraen la atención sea para el rechazo que para la admiración. Los personajes de la historia son seres humanos que causan exactamente las mismas emociones que cualquiera de nosotros generamos hacia los demás: indiferencia, odio, admiración, etc., etc., etc. Desde mi óptica, Maximiliano es uno de esos grandes imanes. Se ha publicado tanto sobre él, como Emperador y como persona, que bien podríamos dedicarle todo el blog y nunca acabaríamos de entenderlo. Y como lo que queremos entender en este espacio es a Salamanca, encuentro esta vez algo que relaciona al Emperador con la ciudad en que vivimos y es algo que desconocía pues, en aquella visita que hizo en agosto de 1864, entregó 50 pesos para crear la ventilación en la cárcel, recordando que entonces la cárcel estaba sobre la actual calle Tomasa Estéves, luego de Banorte.
Y lo que desconocía fue que, además, entregó 200 pesos para que fueran repartidos entre la gente necesitada. Sé de sobra que cuando decimos estas sumas, muchos suelen reír... y esa risa me dice que hay que ahondar un poco en lo que era el costo de la vida y el precio que las cosas tenían entonces. Mi punto de partida en esa comparación es (documento en mano) que una casa de tamaño medio en Salamanca para 1864, tenía un valor de 300 pesos. Por tamaño medio debemos entender que eran, al menos 4 recámaras las que contaba, ya que las familias entonces eran numerosas. Las casas tenían patio y traspatio o, en todo caso, con patio y huerta. Nunca debemos comparar la vida actual con lo que era la vida hace 100 o más años... todo evoluciona.
El sueldo en aquella época rondaba los 20 centavos diarios, esto quiere decir que una persona ganaba 6 pesos mensuales... la quincena se hacía con 3 pesos con los cuales se mantenía una familia de al menos seis integrantes. El tipo de cambio del peso mexicano frente al dolar norteamericano era de 0.97 pesos por uno. Hoy, 27 de julio de 2017, Banamex reporta un promedio de 18.90 pesos por dólar. Con estos datos podemos concluir que 5 pesos en tiempos del emperador Maximiliano era una buena suma, más si era regalada.
Maximiliano llegó al día siguiente de la Fiesta Patronal de la villa de Salamanca, quizá el señor cura de entonces, Luis Saavedra, se esmeró en el decorado de la parroquia de San Bartolomé a sabiendas que al día siguiente Su Majestad asistiría a misa. Más aun cuando él, el señor cura, era el encargado en la organización de la visita real a Salamanca. Incluso lo hospedó en su casa. Maximiliano fue, efectivamente, a misa en lo que hoy es la Parroquia Antigua, visitó la Casa Municipal, es decir, la sede del Ayuntamiento y la Cárcel, también alguna escuela. Y al pasar por las calles de la villa que entonces estaban algunas empedradas, otras no, era temporada de lluvias y bien me puedo imaginar las condiciones que reinaban. Fue también a ver el río. Comprobó la necesidad que había de tener un puente y, aunque no está consignado en documentos, lo más seguro es que haya hecho una visita al templo de San Agustín. Y al andar por las calles notó la pobreza de la población, así que decidió dejar 200 pesos de su bolsa, para ser repartidos entre los más necesitados. Recordemos que con esa cantidad se podía comprar una casa.
Encuentro en el Archivo Histórico local un documento que nos dice a quiénes les fueron entregados los 200 pesos que Su Majestad donó, fueron 5 pesos a cada persona y se eligieron a mujeres, no sabemos si viudas o solteras, no sabemos si jóvenes o viejas, pero sí sabemos sus nombres:
Distribución de la cantidad de 200 pesos que S.M. el Emperador dejó para socorro de personas notoriamente pobres, ordenando su reparto a los que suscriben:
Candelaria Mosqueda. Bárbara Enriquez, Ramona Roajas, Alejandra Enriquez, Jesús Escamilla, Ramona Aguilera, Francisca Aguilera, Cenobia García, Maximiliana Guerrero, Dolores Márquez, Eulalia Fuentes, Perfecta Alfaro, Nazaria Cárdenas, Ignacia Herrera, Estefanía Martínez, Felipa Ramírez, Cayetana Rodríguez, Dolores Pimentel, Teresa Castro, Francisca Aguilar, Mariana Ortiz, Jesús Ojeda, Antonia Vallejo, Ambrosia Mosqueda, Cayetana Melendez, Ildefonsa Ortega, Antonia Ramos, Luz Sandoval, Gregoria López, Angela Pérez, Josefa Páramo, Luisa Savala, Luz Belonde, Francisca Arévalo, Eusebia Ramos, Vicenta Ortiz, Jesús Jaramillo, Ana Pimentel, Hilaria Martínez, Antonia Jaso.
Salamanca, 5 de Septiembre 1864.
El Subprefecto (Rúbrica ilegible)
Luis Saavedra
Fuente:
AHMS. Caja 14. Gobierno. Beneficencia Pública 1852-1977.