Partiendo del subtítulo que uso en este espacio electrónico, eso de la Microhistoria, o Historia Regional, el de hoy es un ejercicio más que prudente, necesario, para entender mejor la historia de Salamanca y, sobre todo, para ejercer eso de la regionalidad, y no ver como región solamente a lo que hoy es Municipio de Salamanca, sino asomarnos a nuestros vecinos, los cercanos y lo no tan cercanos: Valle de Santiago, Yuriria y Acámbaro. Esto con el fin de entender que la llegada de españoles a esta zona no fue por Querétaro y luego Celaya, sino por Acámbaro, Yuriria y Valle de Santiago. El rumbo es Sur-Norte en esta ocasión. Para ello nos apoyamos en lo escrito por el Cronista de Valle de Santiago, Dr. Benjamín Lara González y por el Cronista de Yuriria, don J. Jesús Guzmán Cíntora. Lo que vemos en la foto de arriba es el volcán extinto de La Batea, visto desde el centro de Valle de Santiago, abajo un mapa antiguo de Yuririapúndaro y su jurisdicción.
Vemos que el "descubrimiento" de México, por así decirlo, que se hizo luego de la caída de Tenochtitlán, no fue precisamente por el centro hacia el norte, sino por el sur hasta lo que hoy es Michoacán, de allí siguió una división, una al occidente que los condujo al actual Jalisco, la otra al norte, que los trajo al actual Guanajuato. Acámbaro se volvió pueblo de Indios, en este caso en plural, pues fueron Otomís y Tarascos los asentados, es decir, Ñahñhús y Purépechas; además de asiento de franciscanos; luego llegarían los Guamares. Yuriria se volvió Corregimiento y asiento de españoles, además de frailes agustinos.
"El fundo legal del pueblo de Yuririapúndaro tenía los linderos siguientes: a partir de la villa de Salamanca, sobre la ribera del Río Grande, en dirección sur, todo ese terreno, incluido Valle de Santiago, donde han sido fundadas las labores de los vecinos de dicha villa de Salamanca y siguiendo el curso del río, está la Estancia de Uruétaro, Quiriceo, Villadiego, Sucumutaco, Carril de las Carretas, Rincón de Alonso, San Sánchez, Valtierra, La Barca, Lo de Moreno, en la Isla de Lo de Balderrama, junto a Quiriceo, Chapaperico, Pantoja, Santa Catarina, Cora y otras Estancias por este circuito, dando vuelta al pueblo de Cerano y por encima de dicha serranía hasta lindar con Cuitzeo y salir atravesando por las dichas tierras a lindar con el pueblo de Huatzindeo, San Nicolás Taramatacheo y tomar a caer todo a la vera del Río Grande hasta Salamanca, estando incluidos los pueblos de Caménbaro el Viejo, San Miguel Acasco, Parangueo, Atapotara, Matacheo, La Magdalena y otros pueblos sujetos a dicha cabecera." (1)
Esto que escribe el señor Guzmán Cíntora me parece de lo más interesante pues nos deja ver cuales eran las propiedades que existían desde antes de que fuera otorgada la merced de fundación de la villa de Salamanca. En ella recordamos que menciona el Rincón de Alonso como punto referencial, sitio en el que había esa "saca de agua" al que le fue cambiado el nombre por el de Rincón de San Bartolomé. Vemos que menciona la Estancia de Uruétaro, y la de Quiriceo, la cual, ya don Isauro Rionda en su Haciendas de Guanajuato, nos había dicho que era propiedad de Blas García. Se dice de la Estancia de Sucumataco y en la merced de fundación de la villa se hace referencia de Sumutaro, ¿será esto lo mismo?
Será interesante dar con la ubicación y nombre actual de las Estancias de Villadiego, la del Carril de las Carretas y la de La Barca. La Estancia de Lo de Moreno era propiedad de uno de los De la Cruz Sarabia, pero no sé si Juan o Diego. Se menciona a Balderrama y sabemos que una región, la poniente del actual municipio de Salamanca llevó por nombre precisamente el de Balderrama y aquí lo mencionan como "en la Isla de Lo de Balderrama". Hay uno más que no identifico, el llamado "Chapaperico", sabemos que el sólo Perico era un nombre habitual por la región. Viendo el mapa de arriba, que fue impreso en 1947, aparecen los ranchos de Pantoja y Santa Catarina, que corresponden, precisamente, a las Estancias que llevaban esos nombres. El pueblo de Cerano sigue perteneciendo al municipio de Yuririra.
Continúa Guzmán Cíntora: los "linderos tomados de la queja presentada por don Leonardo de Salazar, Gobernador de los naturales del pueblo de Yuririapúndaro, ante el virrey don Luis de Velasco, undécimo que fue de la Nueva España; queja que fue diligenciada hasta el año de 1613, durante el gobierno del décimo tercer Virrey, Don Diego Fernández de Córdoba, marqués de Guadalcazar y ante la intervención del doctor Altamirano Luis de Vallejo, como defensor de los naturales de este pueblo. Dicha queja fue elevada en contra de los vecinos pudientes de la ciudad de Salamanca quienes precediendo de propia autoridad y únicamente envalentonados por la impotencia y ningún respeto que le merecían los naturales de Yuririapúndaro, a la par que sus ansias de rapiña, tomaron grandes extensiones de terrenos sin que la autoridad alguna los contuviera, ya que también éstas hacían lo mismo; pero, para disimular, Don Fernando de Portugal, Alcalde Mayor de las villas de Celaya y Salamanca, ordenó se procediera ante el escribano real, Don Juan de la Cruz Sarabia, a dar cumplimiento a lo ordenado, sin que la autoridad de Salamanca se dignara comparecer. (2)
A este punto debemos acudir a la Historia de Celaya y ver en que periodo fue la alcaldía del referido Fernando de Portugal, por otro lado me crea una cierta duda el otro nombre citado por el autor: Altamirano, usándolo como nombre de pila, para Altamirano Luis de Vallejo; el doctor que defiende a los naturales de Yuriria. Por último veo un nombre que me es sumamente familiar, dado que fue uno de los firmantes del acta de fundación de la villa de Salamanca:
Juan de la Cruz Sarabia, sólo que, aquí aparece como "escribano real", cosa que me intriga, dado que, esto confirmaría la relación de él con la de Diego de la Cruz Sarabia, quien donó tres haciendas para la fundación del Colegio de Jesuitas en Celaya. "
Tres haciendas juntas, de sembradura de trigo y riego por canales, con derecho a usar el agua durante 22 días, con una extensión entre las tres, que sumaban once caballerías, con casas para peones, administradores y dueños; trojes, jacales, graneros, oficinas, etc., nombradas la una San Isidro, otra la de Enmedio y la tercera San José de Abajo; situadas en el Valle de Santiago" (3)
Veamos cual es la conclusión a la que llega Guzmán Cíntora:
"La queja elevada ante el virrey Don Luis de Velasco, hijo, en contra de autoridades y vecinos de Salamanca por despojo de tierras de Yuririapúndaro, queja elevada por su defensor, Doctor Altamirano Luis de Vallejo en veinte de marzo de 1613, no benefició a los vecinos más que en reconocer su pleno derecho sobre la jurisdicción que tenían pero sin entregarles las grandes extensiones de tierras de que habían sido despojados. Este auto de reconocimiento de derechos fue dictado ante los testigos Don Diego de Guzmán, Pedro Tena, Juan Hidalgo Basán, Juan de la Cruz Sarabia como Escribano Real". (4)
Vemos de nueva cuenta a Juan de la Cruz Sarabia, y, otro nombre que me llama mucho la atención es del de Pedro Tena ya que hay la posibilidad, es apenas una sospecha que sea él el fundador de las Haciendas de San Antonio de Tena y San José de Tena, esta última conocida como Tenita. Además de la propiedad conocida como Santa Catalina de Tena.
En esto que acabamos de leer, que aconteció en Yuriria está más enfocado a las primeras dos décadas del siglo XVII, será bueno saber que ocurrió antes, para ello nos vamos a los primeros asentamientos españoles que hubo en la región, los de Acámbaro:
"Debido a la actitud de subordinarse a la autoridad de Hernán Cortés y lo que él representaba, por el Señor de Michoacán, este territorio fue pronto conocido y distribuido entre los españoles; y así, desde 1523 encontramos que los indios de Acámbaro están encomendados a Pedro Sotomayor, el que alquilaba a los indios para trabajar las minas de Michoacán, sobre todo entre 1526 a 1528, dando principio muy temprano con eso, al desparrame de los lugareños". (5)
Esto nos lo dice don Isauro Rionda en su Acámbaro indígena, el nombre igual me suena, pero no como Pedro sino como Rodrigo Sotomayor, aunque, según Gerhard (6), "Acámbaro estaba encomendada a Gonzalo Riobó Sotomayor"; él, Gerhard, da como fecha 1528, don Isauro nos dice de 1526 a 1528, por consecuencia me quiero imaginar que Gonzalo Riobó Sotomayor era hijo de Pedro Sotomayor, eso habrá que investigarlo, pero volviendo con don Isauro, el menciona de la desaparición de Pedro Sotomayor, consecuentemente se pierde la relación entre él y Gonzalo. Además había otro Sotomayor que, quizá estaba relacionado a esta misma familia, era
Gaspar de Sotomayor, con quien sí estaba relacionad, pero años más adelante, era con los De la Cueva: Estos De la Cueva fueron comisionados por el Virrey para "ver" antes de la fundación de la villa de Salamanca. Además, los De la Cueva fueron también encomenderos de Acámbaro.
"No sabemos cómo Pedro Sotomayor dejó de ser encomendero de Acámbaro, para tomar su lugar Hernán Pérez Pocanegra, el que había llegado a México en 1526 en el séquito de su pariente Luis de León, que vino a residenciar a Cortés. Entregose a la vida cortesana y en 1529 acompañó a Nuño de Guzmán a la conquista de Jalisco, pero estando en Humitlán dejó la expedición y se volvió". (7)
Y ahora que estamos viendo que la población de Salamanca se fue dando, por parte de los españoles en dirección sur-norte, y luego de haber visto la relaciones que hay entre Acámbaro con Salamanca y Yuriria con Salamanca, es bueno poner mucha atención a esa intrincada relación que hay con Valle de Santiago. El que fuera Cronista de esa población por varias décadas, el Dr. Benjamín Lara González tiene una teoría que de entrada se antoja atrevida, pero, una vez que nos adentramos en el tema, comienza a aparecer una lógica muy intensa. Don Benjamín tiene la particularidad de no hacer las referencias propias de todo historiador en sus libros, igual pasa con el que fuera cronista de Yuriria, Guzmán Cíntora lo cual nos complica un poco para sustentar lo más posible esta teoría de poblamiento y, sobre todo, de una onceava Salamanca.
La razón por la cual digo de una onceava fundación es debido a que el nombre de Villa de Salamanca en la Nueva España fue una constante que nunca prosperó. El
primer asentamiento que llevó por nombre Salamanca se dio en lo que hoy es el más afamado centro turístico de México. Fue Xel-há quien recibió por vez primera el nombre de Salamanca, de allí se movería a Xaman-ha, que no es otro sitio que en donde se localiza actualmente el Aeropuerto Internacional de Cancún. Sería luego en lo que hoy es el estado de
Campeche en donde se asentarían las Salamancas, la tercera en Xicalngo, la cuarta en Acalán. Pasaría luego Salamanca a
San Francisco de Campeche, de allí a Champotón, siendo estas la quinta y sexta fundación que llevaban el nombre de Salamanca.
La séptima, octava y novena fundación se da de nueva cuenta en el actual
Quintana Roo, en la porción sur: Pachá, Chunhunhub y Bacalar serían las poblaciones, todas ellas, por uno o por otro motivo, siempre abandonadas. Volvería una vez más, luego de un ataque de piratas ingleses a Bacalar, el asentamiento a ese punto, luego el nombre de Salamanca se borraría del de Bacalar. Y vendrá, según la teoría de don Benjamín Lara, la fundación de una onceava Salamanca, la cual llevaría el nombre de La Congregación de Salamanca.
"El soberano español a través de las autoridades virreinales les otorgan, dan o hacen merced de tierras para sitios de ganado mayor, de ganado menor y caballerías de tierra para labranza, conocidos genéricamente con el nombre de estancias y sus propietarios como estancieros. Es por estos años, se dice que el 25 de julio de 1562 se puebla una estancia que se nombra Santiago, cerca de uno de los pequeños valles de El Bajío, en las inmediaciones, como a una media legua castellana hacia el oriente del pueblo de indios llamado Caménbaro el Viejo".
Veo, en primer lugar una fecha, el año de 1562, el cual coincide con la idea de que don Vasco de Quiroga llegó a fundar el curato de Salamanca, quizá sea ese el origen de la más bien leyenda de que Tata Vasco estuvo por estos rumbos poco antes de mudarse a Uruapan, sitio en el que moriría. El nombre de Camémbaro, con m, es el que se dice era el nombre original de lo que hoy es Valle de Santiago. Don Benjamín lo escribe con n, y le pone como apellido "el Viejo".
"En 1557, el virrey concedió una estancia de ganado mayor a Francisco Herández, cerca del pueblo de indígenas de San Marcos Hiriquato, donde posteriormente se estableció una congregación de españoles que a partir del año de 1578 se conoció legalmente como la congregación de Hiripuato con un alcalde ordinario. Otras mercedes regionales son las de Temascatío para estancia de ganado mayor a Gaspar de Mendoza en 1561. El español Blas García es dueño de una estancia en Parangueo en 1565. Pedro Vázquez Vergara recibe una estancia frente al cerro de Surumuato, después de haber practicado las diligencias Alonso de Castilla, corregidor de Yuririapúndaro en 1563.
"El profesor Saturnino Araiza, vallense interesado en la evolución social de su parroquia, escribió allá por los años treinta que el 25 de julio de 1562 llegaron los primeros españoles al valle de Caménbaro, lo conquistaron e impusieron "el nombre de Santiago por ser día de Santiago Apóstol cuando tomaron posesión... por la superior ventaja de sus armas... y comenzaron a darle una forma dispositiva en virtud de la Cédula de Congregaciones expedida por Carlos V el 21 de marzo de 1521.
"El agustino Navarrete en su Crónica (p.228) nos informa que ha encontrado la firma de vicario provincial fray Gerónimo de Morante "autorizando el Acta e Visita en Yuririapúndaro, Valladolid, Cuitzeo, Celaya y Salamanca" en 1579, repito 1579. Esto quiere decir que desde veinticuatro años, por lo menos, antes de la fundación legal de Salamanca, ya existe un asentamiento de españoles, una congregación quizá, llamada Salamanca, pues se hace visita canónica a los recoletos padres agustinos que ya andan metidos por acá y seguramente la administran en lo espiritual".
"Rojas Miganjus creía (comunicación personal) que algún lugar del Valle de Caménbaro, posiblemente en el medio del actual Valle de Santiago y Jaral del Progeso, existía en el siglo XVI, una congregación española importante, precisamente en el sitio aun conocido como "La Congrega" (...) La petición para fundar una villa de españoles sobre la margen derecha en el "llano de chichimeca" junto a la estancia de Barahona, emana de los españoles asentados en las "congregaciones de Hiripuato y jurisdicción de Yuririapúndaro y otras partes", es decir, estas últimas son las congregaciones asentadas en la márgen izquierda, en nuestro Valle de Caménbaro, incluyendo la de Santiago, la primera Salamanca, y quizá La Congrega, si no es la misma. (Aquí solo una corrección a don Benjamín, no es la primera, sino la onceava, ya que la Salamanca actual fue la doceava, de ser cierto la hipótesis que él sostiene).
"Con lo anterior queda planteada la posibilidad de que antes de fundarse legalmente la villa de Salamanca en 1603, ya haya existido desde unos cuarenta años antes como mínimo, una congregación con el mismo nombre; Salamanca, en terrenos del ahora Valle de Santiago. O en el mismo sitio o alguno más cercano al donde hoy se encuentra, lo que parece menos creíble, porque era territorio de frontera en guerra. En la glosa del permiso virreinal habrá que considerar primeramente la extensión de la jurisdicción de la villa que es de "...cuatro leguas a la redonda...".
"
Si una legua castellana que es una "medida itineraria equivalente a 5,572.7 metros", se concedió entonces a la villa 22,290.8 metros, es decir, un poco más de 22 kilómetros a la redonda.
"Por lo tanto la desolada aldea de indios de Caménbaro, así como las estancias y pueblos de Santiago, Parangueo y otros vinieron a quedar dentro de los límites de la naciente villa de Salamanca; pero no así la región de Araceo con sus pueblos de indios de San Gerónimo, Santa Magdalena, Changueo y otros que permanecieron dentro de las jurisdicciones del corregimiento de Yuririra y alcaldía mayor de Celaya.
"Aun con el pesar de ser reiterativo replanteo con el único objetivo de reafirmar la propuesta de arriba, la interrogante que sigue: ¿Aquella Salamanca de veinticinco o más años, anteriores a la fundación legal de 1603, la que ya se visita en 1579 por Morante, es otra congregación de españoles llamada también Salamanca pero asentada en diferente lugar. Hay, a mi juicio, elementos suficientes, ya los hemos expuesto arriba, para pensar que la posiblidad tiene posibilidades de certidumbre y que se encontraba situada en el Valle de Caménbaro, quizá en el lugar que ocupa aun el minúsculo poblado de la Congrega o en cualquier otro.
"Después de todo, cambiar los lugares de asentamiento de las congregaciones y aun de las villas no era infrecuente: la ciudad de Guadalajara tuvo cuatro asentamientos previos al definitivo en el Valle de Atemajac. Así pues, reiteramos, no es la osadía pensar que la primera Salamanca, congregación de españoles, pudo haber estado situada originalmente en la Congrega en el Valle de Caménbaro ahora de Santiago". (7)
Pues la tarea que nos deja el Dr. Lara es buscar más sobre esa visita que dice hizo el padre Morante en 1579, la otra, pensar más a detalle en la posibilidad de que haya existido esa Congregación que llevó por nombre el de Salamanca en el ahora valle de Santiago. Y ya para terminar, te dejo este mapa, el mismo que apare al inicio del artículo, pero ampliado, para poder ubicar mejor los territorios mencionados en los actuales municipios de Yuririra, Valle, Jaral y Salamanca...
Fuentes:
1.- Guzmán Cíntora, J. Jesús. Yuririapúndaro. Edición del Autor. Yuriria, 1985. p.21
2.- Ibid. p.22
3.- Rionda Arreguín, Isauro. La Compañía de Jesús en la Provincia Guanajuatense. 1590-1767. Universidad de Guanajuato. Guanajuato, 1996. p.145
4.- Guzmán Cíntora. Op.cit. p.28
5.- Rionda Arreguín, Isauro. Acámbaro indígena, colonizador y evangelizador en el Siglo XVI. En: Capítulos de Historia colonial guanajuatense. Universidad de Guanajuato. Guanajuato, 1997. p. 43
6.- Gerhard, Peter. Geografía histórica de la Nueva España. 1519-1821. UNAM. México, 1986. p.66
7.- Lara González, Benjamín. En el mero Bajío. Micro historia regional. Tomo I. Edición del Autor. Valle de Santiago. 1999. pp.83-103