Difíciles y complicados han sido los últimos artículos que he publicado en este espacio. De los personajes que estamos viendo, fuera de Iturbide y Calleja (de quien vemos un retrato), los demás se vuelven complicados para rastrear pues no se les ha estudiado cabalmente a pesar de que, el que hoy nos ocupa dejó, al igual que Iturbide, una buena cantidad de documentos que se conservan en bilbiliotecas especializadas, como las de Carso y Condumex. Nos referimos al comandante Manuel de Iruela y Zamora.
Para la Historia de Salamanca Iruela y Zamora se vuelve un personaje importante debido a que fueron varios los años que vivió en la Villa siempre ostentando cargos importantes. El llegó a Salamanca en 1812 a ocupar el cargo de Comanante de la demarcación. En un "Acta de la Villa de Salamanca, publicada en la Gaceta del gobierno de México se especifica mejor su cargo: "En la villa de Salamanca a 2 de agosto de 1815: el muy ilustre cabildo, justicia y regimiento compuesto de los seres. presidente teniente coronel D. Manuel de Iruela Zamora comandante militar y político de ella y su jurisdicción..." (1)
Gran relación guardaba Iruela con Iturbide, eran conocidos de tiempo atrás. En el peculiar estilo adulatorio que Iturbide mantenía en su correspondencia se refiere a él en estos términos: "Nada tengo que añadir a dichas partes, sino que Zamora es uno de aquellos oficiales que tienen más celo y empeño por el bien de la patria y cumplimiento de sus deberes". Esto lo anota en uno de los partes que rinde al virrey Calleja, fechado en Apaseo, el 3 de abril de 1814. Todo indica que se entendían muy bien entre ellos, y que él, Iruela, protegía los intereses de Iturbide. Salamanca era un destacamento importante por ser el cruce de caminos y por ser el primer descanso que las conductas, en ocasiones cientos de mulas, que llevaban la plata de Guanajuato a México.
Las cosas en Salamanca no eran nada fáciles: "En materia administrativa el caso de la Villa de Salamanca también nos muestra como el mando militar adquirió importancia durante los años de la guerra, modificando un serie de rutinas y dificultando la aplicación de las reformas constitucionales. Durante el mes de diciembre de 1813 Iturbide, atribuyéndose una vez más, funciones que no le corresponden, se encargó de designar al administrador de alcabalas de esta Villa (I). El hecho en sí no tendría mucha importancia de no ser porque el funcionario, que al parecer tenía todo el apoyo del jefe de armas de Salamanca para que ocupara el cargo a título de propietario tenía muy poca idea de lo que debía hacer como administrador de alcabalas y ni siquiera se había preocupado por hacer el pago de sus finanzas. Para corregir estos contratiempos, el jefe de armas Manuel Iruela debió darle permiso para que pasara a Irapuato a hacer el pago de su finanza; por otro lado, a finales de diciembre de 1813, el promotor fiscal de la intendencia de Guanajuato debió comunicarle, vía el intendente, todas las contribuciones que estaba obligado a cobrar, aquellas que en ese momento estaban exentas y la forma de llevar la contabilidad".(2)
Sabemos que dentro del proyecto de Iturbide para proteger las poblaciones del Bajío de ataques insurgentes, planeaba fortificarlas, en relación a la que se pensaba construir en Salamanca, los documentos nos dicen que ya había ciertos manejos de los recursos que no eran del todo claro y se comenzaban a dar ciertos visos de prepotencia pues "En enero de 1814, el jefe de armas de Salamanca, citando solamente una orden verbal de Agustín de Iturbide, solicitó al intendente de Guanajauto la remisión de 8,000 pesos "para la fortificación de esta villa, la de las tropas que estoy levantando y vistiendo, y las regladas que tengo para su defensa" (II). (3)
El temor de la gente, especialmente de la pudiente, era grande en la villa, muchos preferían vivir en zonas más seguras, se había dado la orden de la proclamación de la Constitución de Cádiz, Salamanca no era la excepción, al respecto, Iruela anota: "Me hallo de comandante de armas de esta villa con el gobierno político mientras que se reúnen los vecinos más principales que están viviendo en diversos pueblos de esta provincia mandados venir para publicar la Constitución y poner en práctica los superiores decretos. (4) (III)
Escribe Iturbide en su Manifiesto: "En el año de 1816 mandaba la provincia de Guanajuato y Valladolid y el ejército del Norte; todo lo renuncié por delicadeza, retirándome a vivir según mi natural inclinación, cultivando mis posesiones". Esa era su versión, lo que sucedió fue que: "Las denuncias acumuladas en su contra, sumadas a nuevas protestas de los comerciantes de Guanajuato, llevaron al virrey Félix María Calleja a destituirlo en 1816, acusado de malversación de fondos y abuso de autoridad" (5). En Salamanca los allegados a Iturbide seguían ocupando la Alcaldía, tocaba el turno a Plácido Sodevilla; quien lo haría en 1816, 1818 y 1819, sin embargo él estaba sujeto a las órdenes de Iruela..
Ya para los últimos meses de la guerra de Independencia, Manuel Iruela Zamora ocupaba el cargo de Comandante para la región de Oaxaca, una vez dada la Consumación, es nombrado Comandante General e Intendente de ese Estado. Le fue otorgado el título de Caballero de Número por el Imperio Mexicano tanto a él como a su hijo ¿o era su hermano? Célso Iruela Zamora, quien, por cierto, también vivió en Salamanca.
En resumen y en función al acontecimiento de la detención y fusilamiento de Tomasa Estevez ocurrido en Agosto de 1814. Iturbide no se encontraba en Salamanca, sino en San Luis Potosí. Celaya era, militarmente, el punto más importante de la región oriente de la Intendencia de Guanajuato, era una Comandancia a cargo del teniente coronel Francisco de Guizarnotegui. El capitán de patriotas de la Villa de Salamanca era Ignacio García, él fue quién aprehendió a los dos desertores y a un paisano. Se ha interpretado que fueron pasados por las armas junto a Tomasa Estévez. Pero ellos fueron ejecutados el 6 de agosto y ella el día 8. Las discrepancias en estos registros las veremos más adelante, ahora lo que nos interesa es ver los personajes que estaban encargados de la parte realista en la región de Salamanca.
Según se anota en la Monografía de Salamanca (6) en 1814 hubo dos períodos de Alcalde Ordinario, uno encabezado por Manuel Iruela Zamora, seguramente fue un cargo interino, pues luego se anotan a dos alcaldes: el Primero lo fue Tomas Agapito Machuca, el Segundo Alcalde era José María Fonseca; no se especifican las fechas de cuando ostentaron el título. Lo más seguro es que esto sea otra confusión pues, al final, quien estaba encargado de lo político y lo militar era Iruela. Sin embargo ninguno de ellos se menciona en el caso de la ejecución de Tomasa Estéves. ¿Por que?, la pregunta me la dejo de tarea para profundizar aun más en el tema.
Fuentes:
1.- Gaceta del gobierno de México. Volumen 11. p.46
2.- Jáurgui, Luis. La real hacienda de Nueva España: su administración en la época de los intendentes, 1786-1821. Facultad de Economía. UNAM. México, 1999. p.316
3.- ibid. p.314
4.- Ibid.
5.- Wikipedia.
6.- Monografía de Salamanca. Comité del Bicentenario del Estado de Guanajuato. Guanajuato, 2010. p.236
Las siguientes referencias las da Luis Jauregui en su libro de La real hacienda de Nueva España:
I.- Manuel de Iruela Zamora a Fernando Pérez Marañón, Salamanca, 6 y 22 de diciembre, 1813. CEHM, XXXVIII-I, E.R. carp. 1-3 dctos. 5, 7.
II.- Manuel de Iruela Zamora a Fernando Pérez Marañón, Salamanca, 3 de enero de 1814. CEHM ,XXXVIII-I, E.R. carp. 1-3, docto. 5.
III.- Manuel de Iruela Zamora a Manuel Abad y Queipo, Salamanca, 5 de noviembre de 1813. CEHM, XXXVIII-I, E.R. carp. 1-3. docto. 5.