Quienes contamos con más de cinco décadas de vida vivimos, en nuestros primeros años, esa que algunos calificaron como "invasión" al determinar que la nueva refinería de petróleo se construyera en Salamanca, para 1943 hubo una visita de Lázaro Cárdenas, él ya no era Presidente de la República, lo era Manuel Avila Camacho, Cárdenas era el Secretario de la Defensa Nacional, aun así, él estuvo en Guanajuato para determinar en qué lugar se construiría la Refinería que, para 1950 se llamó RIAMA. El siguiente es un extracto de las memorias de don José Muro Lozano, quien fuera el primer Superintendente de la Refinería de Salamanca y que estuvo presente desde la elección del sito, la construcción y la puesta en operación. Personaje, por cierto, al cual Salamanca le debe un muy merecido homenaje.
Luego de revisar varios archivos fotográficos, selecciono varias fotografías que nos dejan ver exactamente como era Salamanca entonces, antes de que la refinería estuviera construida, algunas otras cuando la refinería entró en operación, en ellas lo que veo es el retraso que había en la población, cosa que don José Muro manifiesta claramente en su escrito:
"Con motivo de la guerra en Europa o por cualquier otra causa, los ferrocarriles en México carecerían de fuerza motriz suficiente para movilizar toda la carga a distintos puntos del país. Esta situación era particularmente muy seria en la división Tampico Cárdenas en donde para subir el Espinazo del Diablo se requerían forzosamente dos locomotoras llevando un número limitado de carros. Cuando aun en Tampico teníamos cantidades suficientes de gasolinas y los otros derivados del petróleo había de hecho una escasez en toda la República por fallas que justificadamente se imputaban a los ferrocarriles. Para ayudar a resolver este problema se planeó construir un oleoducto de Ébano, San Luis Potosí, a Cárdenas, San Luis Potosí, para bombear combustible para los ferrocarriles así como para cualquier otro usuario. Se hicieron arreglos a los ferrocarriles para que Petróleos proporcionara las tuberías y las bombas y los ferrocarriles instalaran el oleoducto aprovechando el derecho de vía de los propios ferrocarriles. Petróleos cumplió con su parte no así ellos que nunca llegaron a iniciar las obras. Con el propósito de resolver este problema que ya era realmente grave en el país, se proyectó originalmente construir una refinería en San Luis Potosí, proyecto que fue desechado considerando que estaba muy al norte de los centros importantes de consumo y fue así como se decidió instalar una refinería más o menos en el centro geográfico de la República. Con este motivo se hizo un viaje de inspección y estudio por una comisión que integraba el señor general Cárdenas, el señor Efraín Buenrostro y el que esto relata.
"Se visitó primero la ciudad de Celaya que aun cuando no tenía ni tiene muchas industrias había solo una fábrica de cigarros y muchas de cajetas, la ciudad era limpia con varias calles pavimentadas y servicios de agua potable completos lo mismo que de alcantarillado y drenaje. La siguiente población visitada fue Salamanca en donde se pudo apreciar el gran contraste que había en este pueblo y Celaya. En Salamanca no había ningún servicio sanitario, toda el agua para el consumo de la población se obtenía en un pozo con agua bastante caliente localizado en la propia plaza principal del pueblo. No había ni un sólo metro de pavimento y las calles estaban permanentemente llenas de lodo púesto que las aguas negras corrían por estas mismas calles, en fin, Salamanca estaba atrazada cuando menos cincuenta años con respecto a otras poblaciones de México. Después de visitar salamanca, se visitó Irapuato que lo mismo que Celaya era una ciudad limpia y con servicios completos de saneamiento, no había tampoco muchas industrias siendo escencialmente como el resto del bajío lugares eminentemente agrícolas, por último visitamos León Guanajuato, en donde ya entonces y siguie siendo ahora la ciudad que produce más zapatos en México.
"El señor general Cárdenas después de efectuar la visita a los cuato lugares que se mencionan nos preguntó si técnicamente pudiera haber alguna razón que justificara escoger cualquiera de los puntos visitados, se le informó que tan lejos como hubiera agua y ferrocarril cualquiera de los cuatro lugares pudiera ser sensiblemente lo mismo. El señor general Cárdenas con muy buen juicio sugirió que la refinería se instalara en Salamanca que era el pueblo de mayores carencias y el más atrasado de los cuatro que habíamos visitado. De inmediato se procedió a adquirir los terrenos necesarios, localizar el área de la refinería, de las colonias, etcétera. Y se iniciaron las obras de ingeniería civil construyéndose las oficinas principales, las de personal, etc., etc. El proyecto originalmente para esta refinería era totalmente mexicano, siendo ejectiuvos del mismo el señor ingeniero José Colomo y el que esto escribe. Como no había dinero para comprar plantas nuevas se pensó aprovechar lo existente en Mata Redonda y Bella Vista de lo cual se adelantó combiando las estructuras de los talleres de Mata Redonda y algunos tanques de Bella Vista. Posteriormente este proyecto fue modificado y haciendo director el señor Antonio J. Bermúdez y de lo cual hablaremos más adelante.
Efectivamente, así era Salamanca, bien lo escribió Rojas Garcidueñas: "Salamanca era mortecina entonces, pero nunca fue así". Por cierto,y a propósito de Rojas Garcidueñas, recuerda que seguimos teniendo a la venta la reedición de su libro Salamanca, recuerdos de mi tierra guanajuatense. Edición que me permití comentar.
Fuentes:
1.- Muro Lozano, José. Breves comentarios sobre la industria petrolera en México. Edición del autor. México, 1973. pp.17-18