Uno de los personajes que merece ser recordado en la historia relacionada al Señor del Hospital es, sin duda, el padre don Vicente Bustos ya que fue él quien hizo todas las gestiones necesarias para instalar el reloj público que fue instalado en una especie de torre en forma de espadaña en donde ya se notaba la influencia del estilo neoclásico. Si vemos con atención la fotografía de época notaremos fácilmente los distintos estilos entre la torre original del Templo del Expiatorio y aquella manda construir por el padre Bustos en 1887. Hasta aquí los datos que nos ofrece don José Rojas Garcidueñas en el libro Salamanca, dimensión económica municipal, editado por la presidencia Municipal en 1971, en ese entonces encabezada por don José Francisco Aguinaco Alemán.
En buena medida, en esa nueva torre se estaba marcando el estilo a seguir en el diseño que el ingeniero Ernest Barton estaba desarrollando por encargo de doña Emeteria Valencia. Quizá, me atrevería a decir, que fue el mismo Ing. Barton quién hizo el diseño de la torre que luego sería demolida para dar paso al nuevo templo. Como dato complementario, el cronista de la ciudad, Juan José Rodríguez Chávez nos menciona que el reloj tuvo un costo de $ 2,000.00 pesos, originalmente fue colocado en el antiguo templo hoy Expiatorio, cambiándolo a su nuevo templo parroquial en 1924 con motivo de su estreno y consagración.
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