Actualmente, luego de una profunda remodelación del Templo notamos el trabajo de ebanistería realizado hace ya casi un siglo en el biombo que encontramos al entrar en donde vemos que hay la representación medieval del Amor Supremo de Cristo, simbología que se encierra en el pelícano que desgarra su pecho para darle de comer a sus polluelos, mismo que en ese tiempo se asociaba con el Amor Generoso e Ilimitado del Sagrado Corazón de Jesús.
Si te interesa saber algo más sobre el pelícano y el Santuario de Nuestra Señora de Ocotlán lo encontrarás aquí:
http://vamonosalbable.blogspot.com/2009/02/el-pelicano.html
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