El pasado miércoles 24 de agosto fue el día de San Bartolomé Apóstol, al que también se le llamó Natanael y cuyos atributos son el cuchillo, debido a que fue martirizado arrancándosele la piel. Debido a ésto, cuando se dio la evangelización en la Nueva España, se buscó la manera de darles a las celebraciones que los antiguos mexicanos tenían un valor dentro de las festividades Católicas, esto con el fin de hacer esa evangelización más fácil. Se encontró una similitud con el sacrificio practicado durante la fiesta de Xipe Tótec, en el mes denominado: Tlacaxipehualitzli.
Salamanca, la villa de, fue fundada, bien lo sabemos, el 1 de enero de 1603. Meses antes, el 16 de agosto de 1602, el virrey Martín Enríquez de Almanza, conde de Monterrey otorga la Licencia y Mercedes en la que se estipula, entre otras cosas que "...en nombre de la dicha villa de Selaya en la parte y lugar donde se a de hazer la saca del agua del dicho río que es donde llaman el Rincon de Alonzo Hernandes junto a Summutaro y por nuebo nombre que se le dio el Rincon de San Bartolome..."(1). Es aquí, en este documento, donde vemos por primera vez mencionado a San Bartolomé, hay quien dice que es debido a que el español, avecindado en Irapuato, que hizo los trámites par que se otorgara el permiso de una nueva fundación llevaba el nombre de Bartolomé, efectivamente, nos referimos a Sánchez Torrado, fue esa la razón de asignar al apóstol como santo patrono. Será bueno anotar que ese sitio al que se refiere como el Rincón de Alonzo Hernandes, seguramente era propiedad de Alonso Hernández Romero, uno de los españoles que aparece en el acta de fundación de la ciudad.
Yo me atrevo a pensar otra cosa, algo más real y auténtico. Dudo que alguien quisiera congraciarse con Sánchez Torrado ya que ni título ni nobleza ostentaba. Sabemos muy bien de la complicada y barroca burocracia que existió a lo largo de la Colonia, acabamos de ver que fue el 16 de agosto cuando el virrey otorgó la Licencia y las Mercedes, es decir, que fue el 16 de agosto que el virrey autorizó la fundación de una nueva villa, ese permiso seguramente llegó a las manos de Sánchez Torrado una semana después, justo el día de su Santo, San Bartolomé, el 24 de agosto de 1602... esta es una posibilidad que podemos sustentar al saber que en esos años antes que cualquier otra cosa estaba la Religión, en muchas ocasiones no se marcaban fechas con número de día y mes, sino lo que el calendario litúrgico señalaba.
Los santos que más se celebraban en ese inicio del siglo XVII eran los cuatro Evangelistas, los doce Apóstoles, Los Cinco Señores y los Padres Fundadores de las órdenes establecidas en la Nueva España. La fecha en que el virrey da la autorización para que se funde la villa de Salamanca es apenas un día después de una de las festividades más importantes de mitad del verano: la Asunción de María. A lo largo de la semana es decir, del 17 al 23 de agosto no hay ninguna festividad litúrgica de importancia hasta el día 24, día en que, de acuerdo a los cánones de conducta de la época, era misa obligatoria pues era un Apóstol al que se celebraba. Esto, creo yo, tiene mayor y mejor sustento que el pensar en los buenos actos e intenciones que pudiera haber tenido Bartolomé Sánchez Torrado.
Sabemos también que unos años antes de la fundación de la villa de Salamanca, 43 para ser exactos; había ya llegado la imagen del Cristo Negro, el que llegó con el nombre de Cristo de los Agonizantes y que ahora conocemos como Señor del Hospital, esto se dio en el año de 1560, el Cristo Negro llegó para quedarse en Salamanca cuando aun se llamaba Xidoó y llegó cuando aun existían algunos ligeros conflictos entre los distintos pueblos que habitaban la zona: otomíes, purépechas y chichimecas, al paso del tiempo el Cristo Negro quedó para el culto de los indios, mientras que, los españoles asentados ya en Salamanca tenían en su primitiva parroquia al que había sido nombrado como Santo Patrono de la villa: San Bartolomé.
Escribe Rojas Garcidueñas: "La villa de Salamanca crecía y, naturalmente, substituyó su primitiva parroquia, que sería de adobe y pequeña, por una construcción importante, suntuosa y de tales pretensiones, que parece haber sobrepasado las posibilidades de entonces y quedó inconclusa en partes secundarias y detalles de ornato" (2). Evidentemente que se refiere a lo que conocemos como Parroquia Antigua. Antes, en 1904, Pedro González escribió: "La actual parroquia quedó concluida en 1690, sin las torres que debe tener, pues quedó en el primer cuerpo la que existe en el mismo estado..." (3). Era esa la parroquia de la villa de Salamanca, era el lugar en donde se veneraba a San Bartolomé, el santo patrono y en el templo de Nuestra Señora, lo que ahora conocemos como Expiatorio, estaba el Cristo Negro que ya era conocido con el nombre de Señor del Hospital. Estamos hablando de la última década del siglo XVII.
Seguramente en el 1700 seguía, como siempre ha sido en nuestro país, una división social. Los indios teniendo acceso al sencillo templo del Hospital (el Expiatorio) y los criollos, pues para entonces españoles no creo vivieran en Salamanca, tenían su Parroquia. El Señor del Hospital para unos, San Bartolomé para otros pero, considerando que es en este siglo, ya el XVIII, que los agustinos decoran "el templo de San Juan de Sahagún (que) es, a no dudarlo, uno de los monumentos barrocos más notables del país; particularmente sus retablos, porque perteneciendo al estilo decorativo del siglo XVIII en el Bajío son, en varios sentidos, únicos y representativos tanto de la comunidad que los promovió -religiosos agustinos y sociedad criolla- como del momento histórico en que se construyeron..." (4)
No tengo el dato ahora de cuando la Parroquia de la villa de Salamanca dejó de serlo y por costumbre la gente siguió refiriéndose al recinto como la Parroquia, pero agregándole el título de Antigua, para entonces había ya una nueva Parroquia, esta fue la del Señor del Hospital; sin querer se dejó al Santo Patrono oficial en la "Antigua", consecuentemente su culto se fue olvidando paulatinamente, pero, si sangre llama a sangre, oro llama a oro, es decir, los ricos de la villa tenían ahora una sede ostentosa, rica, dorada y soberbia: el ya concluido templo de San Juan de Sahagún que, desde entonces era mejor conocido como el Templo de San Agustín.
"San Agustín fue fundado en 1609 por fray Diego de Ávila y por el obispo fray Baltasar de Covarrubias, habiéndose reedificado desde 1771 hasta 1810 por fray José de Ortega" (5). Es así que, a finales del siglo XVIII San Agustín lucía con el esplendor que todos lo conocemos actualmente y hay algo que, seguramente orilló aun más al olvido al Santo Patrono de la villa de Salamanca, esto fue la festividad del Padre Fundador de los Agustinos, San Agustín de Hipona.
La lógica nos lo dice, no podemos tener tantas fiestas en tan solo una semana, el templo donde se encontraba la imagen de San Bartolomé había sido degradado. El culto al Señor del Hospital seguía creciendo en su recinto que ahora era Parroquia y la exuberancia de San Agustín atraía más y más fieles, la fiesta del 24 de agosto a San Bartolomé se apagaba y relucía dentro del ornamento que sigue siendo hoy día la joya del barroco novohispano, la del 28 de agosto a San Agustín... tan solo 4 días de diferencia. Esa, esa es mi teoría del por qué nos hemos ido olvidando que el Santo Patrono oficial de Salamanca es el Apóstol San Bartolomé.
Fuentes:
1.- Licencia y mercedes otorgadas en 1602 por el virrey conde de Monterrey para la fundación de la villa de Salamanca. Apéndice 1. José Rojas Garcidueñas. Salamanca, recuerdos de mi tierra guanajuatense. Editorial Porrúa. México, 1982.
2.- Rojas Garcidueñas, José. Salamanca, recuerdos de mi tierra guanajuatense. Editorial Porrúa. México, 1982.
3.- González, Pedro. Geografía Local del Estado de Guanajuato. Ediciones la Rana. Guanajuato, 2004.
4.- De Santiago Silva, José. El templo agustino de San Juan de Sahagún en Salamanca. Ediciones la Rana. Guanajuato, 2004.
5.- González, Pedro. Op cit.
Benjamín: no sabía que el 24 de agosto es el día de San Bartolomé. La semana pasada iba a subir una leyenda relacionada en mi blog, pero ya no me dio tiempo por haberme ido de haciendas. La subo al rato y te paso el link en el FB para que veas qué te parece. Saludos...
ResponderEliminarBenjamín: la leyenda que te decía es del pueblo de San Bartolomé, que seguramente conoces. Concretamente, de "Las Margaritas". Te dejo aquí el enlace: http://mitosyleyendasdemexico.blogspot.com/2011/07/mitos-y-leyendas-de-guanajuato-un.html
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