Al entrar a la Sacristía del templo de San Agustín en Salamanca, encontramos una serie de pinturas que, algunas, las menos, tienen mérito artístico; todas tienen un gran mérito histórico dado que vienen del XVII y del XVIII. Una de ellas que, dentro de lo primero y lo segundo, encuentro en el lugar es esta de un san Cristóbal que guarda la debida desproporción y monumentalidad reinante en la Leyenda Dorada en la que nos lo muestra de esa manera.
Esta característica del gigantismo la podrás apreciar más claramente en el templo franciscano de Xochimilco de San Bernardino de Siena, aquí está en enlace; recuerdo haberlo visto también en el templo de Santiago Tlatelolco, es decir, ambos templos muy antiguos levantados en la Nueva España cuando aun se mantenía vigente esa leyenda. Seguiremos adentrándonos más al recinto agustino que tenemos en Salamanca.
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