Se dice que serán 300 los años que se cumplirán en este año de haber iniciado la tradición de los Corpus en la villa de Salamanca. Al parecer hay un documento que así lo indica. Esto nos dice del arraigo que la celebración tiene. Darán inicio hoy Miércoles 29 de Mayo estando un gremio encargado de llevar la cera y de adornar el templo durante la siguiente semana. Este año el programa será así.
Miércoles 29 de Mayo.- Gremio de Herreros y Aluminieros.
Jueves 30 de Mayo.- Gremio de Panaderos.
Viernes 31 de Mayo.- Gremio de Comerciantes
Sábado 01 de Junio.- Gremio Textil, Voceadores y Artesanos.
Domingo 02 de Junio.- Gremio de Tablajeros.
Lunes 03 de Junio.- Gremio de Albañiles, Ladrilleros y Carpinteros.
Martes 04 de Junio.- Gremio de Zapateros, Aseadores , Fotógrafos, Taxistas.
Miércoles 05 de Junio.- Gremio Automotriz
Jueves 06 de Junio.- Gremio de Agricultores.
El Jueves de Corpus se considera el tercero de los Tres Jueves Grandes, festividades que siempre se han celebrado en Salamanca los Jueves Santo, el de la Ascensión y el de Corpus, asociados a la última etapa de Jesús en la tierra que conocemos como Pasión, Muerte y Resurrección. Estas fiestas de Corpus están asociadas, además, a las antiguas tradiciones romanas y celtas que fueron adoptadas en la Europa medieval dentro del concepto de la celebración de la Eucaristía. A su llegada a México, los evangelizadores adaptaron el sentido de la fiesta del Corpus Christi integrándolo a la celebración de los distintos gremios que se fueron constituyendo en la Nueva España.
Antes de la llegada de los conquistadores, en México la organización social ya contemplaba el concepto del gremio dentro del Calpulli, que eran familias numerosas que se dedicaban a laborar la tierra y a producir diversos objetos de barro, piedra, palma, etc. Cada uno de ellos vivía en una zona de la población, la organización social estaba relacionada a la organización gremial. La riqueza encontrada, especialmente en las minas, contribuyó a que en el siglo XVII la fiesta del Corpus Christi se volviera la más importante del año, sin contar la Semana Santa o la Navidad, el Corpus llegó a ser el acto religioso y social más grande de la ciudad de México en el cual, por ejemplo, la gente estrenaba ropa, detalle que nos dice de la relevancia del día.
Salamanca, lo sabemos muy bien, fue fundada en 1603, comenzaba el siglo XVII. Siglo que no fue precisamente de esplendor en la ciudad pues sus fundadores se enfrentaron al problema que representaba la inundación, durante el verano, de las tierras del norte. El sur, el valle de Santiago fue que adquirió mayor importancia y generando mayores ganancias a los tenedores de sus tierras. Incluso los frailes agustinos pensaron en mover su convento a Valle de Santiago. El siglo XVIII fue una mejor centuria para la villa de Salamanca, además su parroquia, la dedicada a San Bartolomé había sido ya casi concluida (la que conocemos como Parroquia Antigua), sería esa la sede de la fiesta del Corpus Christi que adquirió el nivel festivo de una Octava.
De los gremios que fueron los que originalmente participaban en esta festividad no hay un dato preciso, sin embargo sabemos que ya se habían instalado algunos obrajes en la villa, principalmente los que producían telas. Había también producción de velas, seguramente había herreros, panaderos, tortilleros y, claro es, los labradores que serían los más numerosos. De lo sencillo o galana que era la fiesta no tenemos idea pues no hay documentación al respecto, así correría todo ese primer siglo de la celebración de la Fiesta del Corpus Christi en la villa de Salamanca durante el siglo XVIII.
Comenzado el siglo XIX labradores y textileros aumentarían en número, serían esos los dos pilares de la industria de la villa. Lucas Alamán anota en su Historia de Méjico que en plena efervescencia del movimiento de Independencia, a lo lejos se veía, desde Irapuato, que en Salamanca había fiesta. No menciona que fueran los Corpus, pero, por la fecha, intuimos que ese tronar de cuetes estaban asociados a la fiestas gremiales. Ya para mediados del siglo, siendo cura de la villa Vicente Saavedra surge en Salamanca otra próspera industria: la de la porcelana. Seguramente también tuvo ese gremio una participación activa en las festividades. Un listado de los gremios participantes en esa segunda mitad del siglo XIX la podemos ver aquí.
Es para la segunda década del siglo XX cuando tenemos, finalmente, una relación de la forma en que se llevaban a cabo las fiestas de la Octava de Corpus Christi, es Rojas Garcidueñas quien lo rescata para la memoria de Salamanca eso lo podemos consultar en su libro Salamanca, recuerdos de mi tierra guanajuatense.
Si tienes la oportunidad de llegar al centro de Salamanca, a la calle Juárez, a las 5:00 de la tarde, hora que el calor está en pleno, comenzará el desfile de la cera, consistente en que los miembros del gremio encargado del día llegarán, acompañados de una banda, portando la ofrenda al templo, en este caso el Santuario del Señor del Hospital, consistente en una buena cantidad de velas con los decorados propios de la fecha. Harán una entrada festiva al templo, siempre con la música, para comenzar a decorar el recinto con flores y velas, continuará una misa y para las 9 de la noche se quemará el castillo. Así sucederá cada día, hasta el día noveno día que concluirá la festividad. Por las mañanas, a las 6 horas hay el repique solemne y a lo largo del día, especialmente a las 6, 12 y 18 horas, se oirán los cuetes que nos indican que en Salamanca hay fiesta, fiesta que lleva ya tres siglos de celebrarse.
Si te interesa leer más acerca de la Fiesta del Corpus Christi, entra aquí.