miércoles, 8 de mayo de 2013

Juan de la Cruz Saravia, uno más de los ricos terratenientes que vivieron en Salamanca.

    Al ir adentrándonos más y más en la historia de Salamanca, la menos difundida, vamos encontrando más y más personajes que vivieron aquí o nacieron aquí, o tuvieron alguna relación directa con Salamanca. Vimos ya el caso del acaudalado "minero", entrecomillado, ya que él en realidad fue un oportunista, el capitán don Juan Antonio Santana que luego de asentarse en la villa de Salamanca, con su enorme fortuna adquiere media docena de Haciendas y se vuelve el mayor terrateniente de la zona, ostentando además el cargo de Alcalde Ordinario. Hemos visto el caso de otros acaudalados: Cristóbal de Arizaga y Agustín de Arizaga y Elizalde que fuera el primero Alcalde y ambos fueron Alférez Reales. Sabemos ahora que un salmantino pudo haber cambiado el curso de la Historia de México si don Miguel Hidalgo le hubiera hecho caso a la advertencia que le dio de que sería víctima de una emboscada en Acatita de Baján, él fue Tomás Manuel Resámano, nacido en Salamanca.

   Estamos ahora ante otro personaje y ante otra familia que asentó sus reales en la villa de Salamanca y que al poco tiempo llegaron a amasar tal fortuna que se volvieron la familia que mantenía el nivel de vida más alto en toda la región que formaba la Alcaldía Mayor de Celeya, en la cual estaba incluida Salamanca. Esta familia llevó por nombre De La Cruz Saravia, al pasar el tiempo y aumentar la fortuna, lo cambiarían por el de Saravia y Vergara. Y de ellos el único recuerdo que queda es el campo militar que conserva aun el nombre , con el detalle de que al paso del tiempo la v se ha vuelto b y ahora lo conocemos por Sarabia.

   Es en el acta de fundación de la villa de Salamanca que encontramos por primera vez la mención a uno de los Cruz Saravia, ya que él fue uno de los 30 españoles que apoyaron a Bartolomé Sánchez Torrado para solicitar al Virrey la merced de fundación de una villa de españoles entre las villas de León y Celaya. "Y estando todos los susodichos juntos y congregados en dicha parte y lugar, y habiendo oído una misa del Espíritu Santo..."  (1) Es así como lo dice el acta de fundación de la villa de Salamanca, la cual fue firmada, entre otros, por Juan de la Cruz Saravia el 1 de enero de 1603. Consecuentemente fue él una de las primeras treinta familias asentadas en la recién creada villa. La merced de fundación, es decir, la autorización de la fundación especificaba que los primeros pobladores no podían vender ni traspasar sus terrenos en un lapso de 30 años. Sobre propiedades que la familia Cruz Saravia tuviera en Salamanca a lo largo del siglo XVII hay poca información. Es hasta 1731 que aparecen personajes que lleven ese nombre, como es el caso de  Juan de la Cruz Sarabia ocupando el cargo de Alcalde Ordinario. Para 1760 el Alcalde Ordinario fue el hijo de éste, Juan Francisco de la Cruz Sarabia, cargo que ocupó también en el año de 1766 (2)

   De los pocos datos que hay sobre Juan de la Cruz Saravia, uno de ellos lo encontramos con la Porfa. Paula Ramírez Gasca: " Los orígenes de éste poblado (se refiere a lo que fue el Arroyo Jondo) se remonta por los años de 1755 en que don Manuel de la Cruz Sarabia Vergara y sus hermanas Josefa y María habían sido dueños por herencia de su padre don Diego de la Cruz Saravia de los 45 ranchos y haciendas que habían formado su propiedad en el Valle de Santa Cruz del Guaxe los herederos y sucesores al ir pasando el tiempo iban fragmentando esa propiedad enajenando gran parte de sus tierras, las cuales estaban medidas en Caballerías (una caballería equivale a 42.6 hectáreas). Como los demás ranchos, Cerro Gordo corrió la misma suerte. En 1751 cuando su dueño era don Francisco de la Cruz Saravia que se desempeñaba como profesor en la escuela católica  en la ciudad de Valladolid, hoy Morelia, siendo regidor depositario general en la Villa de Salamanca (Se les llamaba regidores depositarios a las personas en quien el gobierno virreinal depositaban bienes raíces de las villas o pueblos). Este señor vende, con la autorización correspondiente, dos y media caballerías de tierra a don Manuel Mendoza, indio de origen otomí y más tarde, el 19 de agosto del año de 1755 le vendió 2 caballerías más de tierra localizadas en el Puerto de Arroyo Hondo..." (3)  

  Aparece luego otro personaje que lleva los mismos apellidos de Cruz Saravia (siempre con v) se trata del capitán Manuel de la Cruz Saravia, vecino de la villa de Celaya, piadoso y de enorme fortuna, quizá la más grande en la región durante el siglo XVIII. El llegaría a ser una de las personas más importantes de Celaya pues fue él quien hizo los trámites necesarios para que los padres de la Compañía de Jesús fundaran su templo, convento y colegio en la mencionada villa.

   "El capitán Manuel de la Cruz Saravia, padre del doctor Francisco de la Cruz Saravia fundó el colegio de la Compañía de Jesús de Celaya, dándole tres haciendas de labor de riego y temporal en Valle de Santiago. Fue asimismo su voluntad, que se leyesen en dicho Colegio una cátedra de filosofía y dos de teología, escolástica y moral, dando para los maestros 600 pesos al año. Lo que sobra de los frutos de las haciendas se daría a niños estudiantes originarios de Celaya. Más tarde, el prebendado Cruz Saravia legaría otras haciendas a los jesuitas del mismo Colegio. Si no las aceptaran, se venderían y su renta se daría al Obispo de Michoacán para que la distribuyera fundando capellanías para niños de Celaya o dotando becas de colegiales al Colegio de la Concepción "fundado en el Colegio de San Francisco de Celaya donde se leen cátedras de todas facultades". El mismo Francisco de la Cruz Saravia fue cura de Santa Fe de México y agente de negocios de la Iglesia de Michoacán en la ciudad de México en 1714". (4)

   El hilo conductor nos lleva de Juan de la Cruz Saravia, el español (aparentemente ya que este es un dato que nos falta confirmar, el de su origen) que firmó el acta de fundación de la villa de Salamanca en 1603 a una rama de la familia que encabeza Manuel de la Cruz Saravia, cuya relación exacta la podremos entender una vez que termines de leer el presente artículo. De Manuel de la Cruz Saravia el primer dato que encuentro de él está fechado en 1719, a poco más de un siglo de distancia lo cual incluiría, al menos, dos generaciones. El hijo de Manuel, Francisco, llegaría a ser una persona importantísima de conocer en la historia de Salamanca pues fue el quién heredó las propiedades que su padre tenía en sitios que hoy conocemos localmente como el Rancho de la Compañía en la parte centro-norte del municipio de Salamanca.

  Aparece un cuarto personaje, no lleva el apellido De la Cruz Saravia y no vivió en Salamanca, sin embargo fue el iniciador de la idea de establecer un Colegio jesuita en Celaya y tuvo una línea de parentesco, quizá lejana con el acaudalado Manuel de la Cruz Saravia. Se llamó Juan de Soto. "Pero, no obstante que intelectualmente estaba bien dotado el vecindario, sucedió que "por los años del Señor de 1641, intentó la fundación del Colegio de nuestra Compañía en la Villa de Celaya, su patria, el licenciado Don Juan de Soto, Presbítero, Comisario del Santo Oficio y Cura propio de la Villa de San Miguel el Grande; quien en su testamento en que nombró por albacea y tenedor de bienes al padre Diego de Molina, Rector entonces del colegio de Querétaro, mandó que del remanente de sus bienes se fundase dicho colegio bajo el patrocinio de Nuestra Señora en su gloriosa Asunción. Pero habiendo muerto Soto recibido en nuestra Compañía, con facultad de que N.R.P. Mucio Viteles (Vitelleschi) que dio al Padre Andrés Pérez, Provincial actual de esta Provincia, se renunció al legado y no se volvió a pensar en la fundación..." (5)

   Aunque no se menciona formalmente el nombre de Hacienda de San Ignacio, que era el nombre oficial de lo que actualmente se conoce como Rancho de La Compañía, en su momento, esa hacienda fue conocida como Hacienda de San Ignacio de la Compañía, referencia que hacían los moradores de la villa de Salamanca al establecimiento propiedad de los Jesuitas de Celaya, según lo anota el bachiller don Luis María Fernando de Coz y León Comisario del Santo Oficio de la Inquisición del partido de la Villa de Salamanca en el Padrón levantado el 17 de diciembre de 1754 (6)

   "Francisco de la Cruz Saravia poseía haciendas, ranchos y labores en la jurisdicción de la villa de Salamanca. Las heredó de su padre. Una hacienda más, extramuros de Valladolid "El Cortijo", de ocho suertes (sic) de tierra, la vendió en 1700 pesos el 4 de abril de 1740." (7)

  Quizá ese eslabón que nos ayude a entender la genealogía de los Cruz Saravia sea don Diego de la Cruz Saravia, la clave nos da uno de los más precisos estudiosos de la historia del Bajío guanajuatense del siglo XVII, John Tutino.

   "Don Diego de la Cruz Saravia era uno de los hacendados más ricos del Valle de Santiago, después de su muerte en 1669, se pudo cuantificar una enorme fortuna, producto de sus atinadas relaciones sociales. Lo más seguro es que haya sido hijo de Diego de la Cruz, que en 1631 vivía en Salamanca y operaba 3 granjas con 16000 cargas de trigo de los campos al sur del río Lerma. Para los 1660 Don Diego de la Cruz Saravia vivía con su esposa doña Ynez Luisa Vergara y Montaño y dos hijos, don Manuel y doña María de Saravia y Vergara, en una gran casa en el centro de Celaya, con tres patios y 19 cuartos.

   "Diez esclavos de ascendencia africana servían a su esposa, dos hombres viejos, dos ancianas más un cuarentón enfermo, además de la mulata, de nombre Ana, con sus 3 hijos. Ricamente instalados y servidos por esclavos, los de la Cruz Saravia, disfrutaban de una agradable vida. El inventario de su fortuna incluía un collar de oro con incrustaciones de esmeraldas valuado en cerca de 1200 pesos, cuatro vestidos con hilos de oro y plata con valor de 480 pesos, unos aretes de diamantes en 86 pesos y un collar de perlas valuado en 60 pesos. (8)

  Y la clave no es este personaje de nombre Diego de la Cruz Saravia, padre de don Manuel, y abuelo de don Francisco, sino el padre, abuelo y bisabuelo, respectivamente, de todos ellos, el mulato Diego de la Cruz. Esto nos conduce a aclarar la duda de que no hubo relación alguna entre el fundador de la villa de Salamanca, Juan de la Cruz Saravia y los acaudalados Cruz Saravia que poseyeron la parte central de lo que es el actual estado de Guanajuato (Celaya, Villagrán, Salamanca y Valle de Santiago). El que un mulato, es decir, una persona de ascendencia negra se haya convertido en la primera mitad del siglo XVII en terrateniente, es un asunto casi excepcional en la historia colonial de México. Se sabe que negros y mulatos llevaban por apellido el De la Cruz, pues al ser evangelizados y bautizados, adquirían, regularmente dos nombres de los santos de su predilección, o, en todo caso, de la elección del sacerdote que los bautizaba. Y el apellido se volvió genérico, pues todos adquirieron el De la Cruz. Al ver los censos y padrones levantados en 1683 en la villa de Salamanca, que es el más completo al que hemos podido tener acceso, hay una constante en el nombre del personal al servicio de españoles: De la Cruz. Esto lo habíamos ya comentado. Y no fue la excepción en el caso de Diego de la Cruz, cuyo origen era africano. Su hijo, al casar con una descendiente de españoles, Luisa de Vergara decide mudarse a Celaya para ocultar su origen. Al morir, sus hijos, Manuel y María, eliminarán el apellido De la Cruz y llevarán el de Saravia y Vergara, volviéndose así españoles y borrando su, digamos, "pecaminoso" origen negro. (9)

  La historia se nos vuelve a complicar un poco, pues, como lo acabamos de ver, había un origen africano en  los De la Cruz Saravia, al leer al maestro Rionda (qepd) y hacernos mención de que Manuel de la Cruz Saravia era sobrino nieto del prebendado Juan de Soto, deshace la idea de lo africano, lo más seguro es que ese lazo sanguíneo venga del lado materno, de doña Inés Luisa de Vergara y Montaño (o Moncayo), veamos:

   "En el año de 1719 vinieron a la ciudad de Celaya a hacer una misión los jesuitas padres Manuel Valtierra y José Maldonado, la iniciaron el primero de septiembre, y tuvieron mucho éxito, al grado que fue necesario recibir en confesión a aproximadamente 7000 personas de todas calidades. En esta ocasión el sobrino nieto del precitado Juan de Soto, el capitán Don Manuel de la Cruz Saravia, solicitó del provincialato jesuita la fundación de un colegio de su Orden en la ciudad para lo que ofreció cuantiosos bienes de su patrimonio.

   "Al mismo tiempo y para sufragar tal fundación ofreció conjuntamente con su hijo y heredero Francisco de la Cruz Saravia, donar a los jesuitas lo siguiente: Tres haciendas juntas, de sembradura de trigo, de riego por canales, con derecho a usar el agua durante 22 días, con una extensión entre las tres, que sumaban once caballerías, con casa para peones, administradores y dueños; trojes, jacales, graneros, oficinas, etc; nombradas la una de San Isidro, otra la de Enmedio y la tercera San José de Abajo; situadas en el Valle de Santiago". (10)

   Con el tiempo, luego de hacer prosperar estas tres haciendas localizadas en el valle de Santiago, las vendieron y adquirieron un más cercana a Celaya, la de Merino, a la que anexaron el olivar que tenían instalado en terrenos también cedidos por los De la Cruz Saravia. Adquirieron también la hacienda de Jocoque, rumbo a Apaseo. Irían adquiriendo más propiedades y deshaciéndose de otras, al final no lograron construir el colegio ni el templo dentro de los estándares de dimensiones y diseño con lo que solían realizar sus establecimientos. Serían expulsados, junto con todos los demás Jesuitas de la Nueva España en 1767.

   Pero la intriga y el interés que tenemos no es en torno al asentamiento de los Jesuitas en Celaya, sino en la familia Cruz Saravia que llegó a crear un verdadero emporio. El tema es largo y profundo y es necesario investigar aun más pues, en el sitio electrónico del municipio de Villagrán, Guanajauto, aparecen unos datos que, unidos a los anteriores, nos regresa otra vez al origen de los De la Cruz Sarabia, en este caso directamente con Juan de la Cruz Sarabia:

   "Don Juan de la Cruz Sarabia, fue un  cacique  purépecha se alió a los soldados españoles en la conquista de México y en la pacificación de los indios chichimecas y como premio por la conquista obtenida el virrey les concedió a sus soldados españoles y a sus  aliados indios caciques grande extensión  de tierra.

   "En los años de 1540 ó 50, el Virrey empezó a repartir estancias  de tierra de ganado mayor y de ganado menor en la Nueva España. Tengo conocimiento de que el primer estanciero del Valle de Santa Cruz del Guaje, fue don Juan de la Cruz Sarabia pues por los antecedentes históricos que obran en manuscritos del Archivo General de la Nación nos indican que el Virrey Don Gaspar de Zúñiga y Acevedo Conde de Monterrey, mercedó tierras a Don Juan de La Cruz Sarabia y fueron precisamente las de Valle de Santa Cruz del Guaxe. Más tarde  don Juan anexó otras estancias que adquirió por compra a otros estancieros. (11)

Y para darnos una idea de cuan importantes y poderosos fueron los De la Cruz Sarabia, a continuación el listado de propiedades que tuvieron entre Salamanca y Celaya:

La Estancia de San Joseph -  Con 5 caballerías de tierra, valuadas en  $1,000

San Andrés Zamorano, apodo que puso Don Diego a este sitio, porque su rentero se llamaba Juan Andrés Zamora. La extensión de este lugar era de 21 caballerías;  a esta pertenecían 4 ranchos más que eran: el rancho de San Juan y San Pablo con un poblado del mismo nombre (hoy Villagrán), La Venta, San José de Villarreal (hoy Chuchitlán o Suchitlán) y Santa Ana de las Gallina

Hacienda de San Juan y San Pablo del Guaje. Con un poblado de indios llamado, del mismo nombre (hoy Villagrán) valuado en 3,000 pesos con 10 caballerías de tierra. Su rentero, Tomás García de Zamora, pagaba 50 pesos anuales por cada rancho. Cada caballería fue valuada en 300 pesos por estar a orillas del río.

Labor de San Josph de Villarreal, (Suchitlán), vecina de San Andrés Zamorano; su rentero fue Antonio Ajuchitlán.

Estancia de Santa Ana de las Gallinas.- 6 Caballerías de tierra valuadas en 500 pesos

San José de la Venta.- Estancia vecina de San Andrés Zamorano.

Labor de San Joachín. Poca tierra. Valuada en  200 pesos

Labor de San Salvador (hoy Torrecillas.)Estaba integrada por cinco ranchos. Valuados en 1,500 pesos cada uno, rentados a Antonio del  Pozo, en 250 pesos al año cada uno.

San Joaquín; su rentero Bartolomé de Morales, paga 25 pesos anuales.

El Ajolote.- (era un puerto así nombrado) Lo formaban 36 ranchos de indios arrendatarios.

Estancia de San Agustín .- Con cuatro ranchos de indios. Valuado en $ 700.00 cada uno

Estancia El Capulín.-  pertenecía a San Agustín del Sauce

Mandinga.- Rentado a Juan García Sotomayor. Valuado en 400 pesos Pagaba 30 pesos de renta anual.

La Gavia. Sin Datos.

Sotelillos.- Siete ranchos de indios arrendatarios. Valuada en 400 pesos cada uno rentado a Sebastián y Nicolás de Vallejo

Otras estancias y sitios en el Valle De Santiago.

Estancia de los tres pitahayos. Rentero Tomás Ortega, 25 pesos anuales.

Estancia de las Lagunillas, a la vera del Río Grande (hoy Lerma) rentero Nicolás Nieto, paga 25 pesos anuales.

Estancia de Juan Ramírez.

Estancia de Santiago.- Junto al Arroyo Hondo de la jurisdicción de la Villa de Salamanca, renteros Sebastián y Antonio de Soto.

Otras estancias sin nombre que eran utilizadas para el pastoreo del ganado. Al inventariarse el ganado se contaron 1,229 vacas y más de 400 caballos, mulas  y machos; la gran mayoría en pie de cría.

La Hacienda Grande en la vecindad de Salamanca, con siete caballerías de tierra. ¿Sería está acaso la Hacienda de San Ignacio de la Compañía?

Santa María, con una extensión de 24 caballerías de tierra. Valuada en 6,000.  pesos

Hacienda de la Labor.- Situada en el Banco de Madera. Valuada en 2,000 pesos.

Vecindad de tierra y un molino (Salamanca) valuados en  450 pesos. Tal vez se refiere a lo que conocemos  actualmente como Campo Militar de Sarabia.

Hacienda de Moreno (Salamanca). Esta es la primera vez que leo acerca de una hacienda de ese nombre en la municipalidad de Salamanca.

Estancia de Jesús González, tenía una capilla fabricada con adobe y techo de paja con un cuadro en lienzo pintado con pincel con la imagen de la Santísima Trinidad.

Estanica del Alférez de Quintana con 12 caballerías de tierra situada junto a un cerrito de Nicolás Elizarrarás. Estas propiedades estaban también en la municipalidad de Salamanca.

Valtierra,  con doce caballerías de tierra. Valuada en 400 pesos. ¿Se referirá acaso a lo que conocemos como pueblo de Valtierrilla?

Amazcalillas, sitio localizado en Querétaro. Algunas de estas estancias habían sido compradas a otros estancieros. (12)

   Toda esta relación me crea una confusión, la primera, y punto de partida para entender si, efectivamente, Juan de la Cruz Sarabia fue el mismo personaje que se asienta en Celaya, y participa en la fundación de Salvatierra y de otras comunidades, es el mismo que participó en la fundación de la Villa de Salamanca. Por los datos que nos proporciona la Profa. Ramírez Gasca me hace pensar en que, si Juan de la Cruz Sarabia se asentó en Celaya en 1565, antes de que fuera fundada esa población, cosa que ocurrió el 12 de octubre de 1572; y que recibiera tres solares de manos del virrey Luis de Velasco padre, y que poco a poco se hiciera de propiedades en el llamado valle del  Guaxe, (entre Celaya y Salamanca), lo más seguro era que, para 1603, año de la fundación de Salamanca, su estirpe había sido ya limpiada y se le autorizaba a que, siendo indio purépecha (indio rico, habrá que añadir), pudiera participar en la fundación de una villa de españoles, que fue el caso de Salamanca. 

   "Don Juan de la Cruz Saravia y su esposa doña María de Soto, se aposentaron hacia el año de 1565 en la ya futura villa de la Asunción, llamada la Estancia del Río desde el año de 1538, nombre dado por don Gaspar de Salbago, uno de los primeros pobladores del valle de Nattahi en el Mezquital de Apaseo o Atlallahualco. Los de la Cruz Saravia y de Soto, don Luis de Velasco, el viejo, a su llegada a la Estancia del Río, asentamiento, donde más tarde se fundaría la Villa de la Purísima Concepción de Zalaia; les mercedó tres solares que pertenecieron a don Juan y a su hija Brianda de Siero en las inmediaciones a la plaza mayor -ya trazada-, por los primeros pobladores. A don Juan de la Cruz Saravia por el mismo año se le otorgó una merced para instalar un obraje (taller de textiles) para el tejido de la lana y fabricar paños y pañetes. Cabe aclarar que don Juan de la Cruz Saravia no fue fundador de dicha villa.

   "El matrimonio De la cruz Saravia y de Soto procrearon dos hijos: Diego y Nicolás, nacidos por los años de la última década del siglo XVI (1593-1596). Respecto a la fecha de defunción de don Juan y María de Soto, desconocemos cuándo y dónde fue.

   "Se nos habla que don Juan de la Cruz Saravia y su esposa fueron desterrados del pueblo de Pátzcuaro, pues no eran gratos por descender de Tangatzuan o Tzinticha los apodados Caltzontzin. De tal manera que a los descendientes de ellos siempre se les consideró de sangre noble, creemos que con el rancheo (renta) de tierras a los indios de esta región que a partir de los años de 1595 a 1608 se formó un poblado al que los propios nombraron el Guaje, pues por los antecedentes históricos que obran en el Archivo General de la Nación, nos indica que don Gaspar de Zúñiga, conde de Monterrey, mercedó tierras a don Juan de la Cruz Saravia y fueron la de las de este valle de Santa Cruz del Guaje". (13)

   Indudablemente que este tema nos abre una ventana más en la historia no tan conocida de Salamanca y de los muchos personajes que han pasado desapercibidos durante muchos años, será cosa de que en algún futuro nos demos a la tarea de rastrear la genealogía de esta familia y los posibles documentos que sobrevivan de la extensa lista de sus propiedades.


(14)



Fuentes:

1.- Rojas Garcidueñas, José. Salamanca. Recuerdos de mi tierra guanajuatense. Editorial Porrúa. México, 1982. p. 38

2.- Rodríguez del Moral, Luis. (Coordinador) Salamanca. Compendio Cultural. Colección Monografías Municipales de Guanajuato. Guanajuato 2010. p. 236

3.- Ramírez Gasca, Paula. Polvos de aquellos tiempos en el Guaxe, hoy Villagrán. Historia Leyendas y Anécdotas. Segunda Parte. Edición del Autor. Villagrán, 2003. p. 61

4.- González y González, Enrique (Coordinador). El deber de saber: Los canónigos universitarios de Valladolid de Michoacán, siglos XVI-XVIII. Permanencia y cambio I. Universidades Hispánicas 1551-2001. UNAM. México, 2005. p. 386.

5.- A.G.N. Misiones, vol. Nº. 25. Jesuitas I, vol. Nº 35. Citado por Isauro Rionda Arreguín. La Compañía de Jesús en la Provincia Guanajuatense. 1590-1767. Centro de Investigaciones Humanísticas. Universidad de Guanajuato. Guanajuato, 1996. p 163

6.- González Sánchez, Isabel. El Obispado de Michoacán en 1765. Comité Editorial del Gobierno de Michoacán. Morelia, 1985. pp 304

7.- González y González, Enrique. Op.cit. p 386.

8.- Tutino, John. Making a New World: Founding Capitalism in the Bajio and Spanish North America. Duke University Press. Durham, 2011. p.141

9.- Tutino, John. pp. 153-154

10.- Rionda Arreguín, Isauro. La Compañía de Jesús en la Provincia Guanajuatense 1590-1767. Centro de Investigaciones Humanísticas. Universidad de Guanajuato. Guanajuato, 1996. pp. 144-145

11.- Ramírez Gasca, Paula. Polvos de aquellos tiempos en el Guaxe, hoy Villagrán, Histoira, leyendas y anécdotas, segunda parte. Edición del autor. Villagrán, 2003. Vol 2.  p.14

12.- Ibid. Vol 2. pp. 18-19

13.- Ibid. Vol 1. pp. 24-25

14.- Mazín Gómez, Oscar. El Cabildo Catedral de Valladolid de Michoacán. El Colegio de Michoacán. Zamora, 1996. pp. 318-319

2 comentarios:

  1. Exelente investigacion sobre la familia De la Cruz Saravia. Por un lado John Tutino esta casi convencido del origen africano de la familia, pero por otra parte, Don Juan como descendiente del rey purepecha Caltzontzin nos da una explicacion mas clara del origen de su fortuna. Como quiera siempre debemos visualizar la prescencia de personas de origen africano en el mestizaje que hubo sobre todo en el Bajio. Para el padron de 1682 se documenta un casi 10% de poblacion (esclavos africanos y mulatos) en Guanajuato, alcanzando casi un 80% de personas registradas como mulatos en la ciudad de Guanajuato, la cifra mas grande de todas las ciudades de la Nueva Espana. De ahi que se diga que Guanajuato fue la zona mas mestiza, del mestizo Mexico. Especulando un poco, a Don Juan de la Cruz Saravia no participo en la fundacion de la Villa de Celaya, por no ser español, que tal que si se le permitio ser fundador de la Villa de Salamanca, 30 años despues, para ese tiempo ya habia adquirido una cuantiosa riqueza y pudo cambiarse el estatus a español. Muchas personas asi lo hacian, como decimos: con dinero baila el perro. Muchas gracias por este invaluable aporte, Benjamin.

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    1. Eligio, espero hayas dejado activado el retroalimentador en los comentarios, dos cosas: 1.- Le agregué dos imágenes a este artículo, están casi al final, son del libro de Oscar Mazín en donde hace mención a los De la Cruz, te recomiendo los veas. 2.- Tengo virus en mi correo, por lo que desapareció esa dirección que tienes, ahora estoy en: oficina.utt@hotmail.com Saludos

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