miércoles, 15 de junio de 2011

Como fue que, sin saberlo, Albino García retrasó el traslado de la cabeza de Hidalgo a Guanajuato

La foto que vemos fue tomada en Temacapulín, en los Altos de Jalisco, la estoy incluyendo aquí solo porque incluye el busto de don Miguel Hidalgo y Costilla, el Padre de la Patria del que desde hace un año vamos conociendo más de su vida, y también de su muerte, aunque hay un pasaje que se antoja oscuro en todos los sentidos, uno, el hecho en sí: su degollamiento; la otra oscuridad está en la idea obsesiva de Félix María Calleja de tener la cabeza de Hidalgo en Guanajuato para exhibirla allí "como escarmiento" y luego enviarla a Dolores. La idea incluía que las cabezas de Allende y Aldama fueran enviadas a San Miguel el Grande y la de José Mariano Jiménez permaneciera en Guanajuato, tal vez porque fue allí que él se incorporó al movimiento Insurgente, pues siendo oriundo de San Luis Potosí lo mejor hubiera sido, digo lo mejor para mantener una sola idea; enviarla a esa ciudad. Como quiera, debido a la fuerza que había cobrado el moviemiento de insurrección en el Bajío, Calleja decidió que se quedaran la cuatro allí, en Guanajuato y, por cierto, no fue desde su llegada que las colocaron en la Alhóndiga, sino después de casi un año. Con todo esto tenemos ya la tercera idea de oscuridad de esta historia, esa de una cabeza que viaja desde Chihuahua hasta Guanajuato, saliendo el 6 de agosto y llegando el 14 de octubre, en una larga travesía por buena parte de la aun Nueva España, y en condiciones verdaderamente desagradables: metida en una caja con sal. Aunque hay quien dice que era en vinagre que venían, tal vez en algo así como un vitrolero. Sea como fuera, ese salvajismo con el que fueron catalogados los aztecas cuando vieron los ceremoniales y decapitaciones los españoles por primera vez, en esta ocasión estaba siendo, si de salvajismo se trata, superado en mucho. 69 días de travesía a a que debemos agregar una semana de cuando fue decapitado el cura Hidalgo y un mes de la decapitación de los otros tres caudillos. La idea oscurece aun más. Y oscura está en las páginas de la Historia nacional en donde no se dice mucho fuera de que "las cabezas fueron llevadas para ser colgadas en la Alhóndiga de Granaditas, pasando por Zacatecas, Aguascalientes, Lagos y León". Hay quien se ha atrevido a decir que luego de Lagos fueron enviadas a Guadalajara.


Esta parte de la macabra historia del tránsito de la cabeza de Hidalgo rumbo a Guanajuato tiene mucho que ver con las actuaciones que en el Bajío un salmantino venía desarrollando, efectivamente, me refiero a Albino García; personaje de la Historia que, al igual que muchos otros, ha sido catalogado de oportunista y bandido. Sin embargo, viéndolo desde el lado de la idea de emancipación de nuestro país, no debemos olvidar que en enero de 1811 Hidalgo, Allende y Jiménez fueron derrotados, en Puente de Calderón, precisamente por Calleja y el movimiento Insurgente casi se aniquila. Pero había quienes seguían encabezando la insurrección: Morelos en el sur, el Amo Torres en el norte de Jalisco y Albino García en el Bajío.


"Albino recibió su bautismo de fuego en febrero de 1811, en la Hacieda de Quiriceo [en el Valle de Santiago], donde se encontró con una partida de tropas de don Ángel Linares, que facilmente puso en fuga a los primeros insurgentes; este encuentro obligó a aquel a permanecer inactivo algún tiempo, hasta que hubieron salido de la provincia los ejércitos realistas y solo quedaron pequeños destacamentos en las poblaciones". (1)


Esto que escribe el historiador Alejandro Villaseñor y Villaseñor nos da idea de lo que sucedía con Albino García en los meses de febrero y marzo de 1811. Pero, será bueno que comencemos a "empatar", por así decirlo, los acontecimientos del Bajío con los del norte del país. En febrero iba don Miguel Hidalgo ya destituido del mando, si bien no oficilamente, para que la tropa no se desanimara, era en realidad Allende quién llevaba el mando y la idea era llegar a los Estados Unidos para adquirir, por un lado el apoyo de ese país que llevaba ya 35 de vida independiente, y por el otro armas, para ello los Insurgentes tenían un capital de 7 millones de pesos, buena parte en barras de plata. En marzo, mientras en Salamanca las tropas realistas pasaban de Guanajuato a Valladolid o a Querétaro y la población se mostraba "a conveniencia, insurgente o realista", el 21 de marzo fueron aprehendidos en Acatita de Baján, luego de la traición de Elizondo, casi mil Insurgentes, entre ellos los principales dirigentes. Son llevados a Chihuahua para su juicio e inminente pena capital, el 26 de junio son ejecutados Allende, Aldama y Jiménez, sus cabezas son separadas y conservadas en sal. Misma suerte correría don Miguel Hidalgo el 30 de julio. El 6 de agosto las cabezas puestas en sal (o vinagre o sal y vinagre) salen rumbo a Guanajuato.


¿Qué pasaba en el Bajío en Agosto de 1811? pues nuestro héroe local y más que local nacional, Albino García, había recuperado fuerzas, se habían adherido a él varios dirigentes con un buen número de seguidores y comenzaron a atacar los destacamentos realistas de la región, uno de ellos en Pénjamo, curiosamente, a cargo del hermano de don Miguel Hidalgo, José María de la Trinidad Hidalgo y Costilla, quien fungía como Subdelegado realista. "El 11 de agosto de 1811, Albino García libró un nuevo combate contra los realistas en Pénjamo, contra una división mandada por Pedro Meneso, y formada por dragones de San Luis de la Paz y el cuerpo de lanceros. En ese combate atacaron la ciudad de Pénjamo para saquearla e intimidar a José María de la Trinidad Hidaldo y Costilla, hermano del cura Miguel Hidalgo, subdelegado del gobierno virreinal (1759). Este personaje estudió medicina, sin terminar la carrera, pero curaba. Administró la Hacienda al morir su padre y estuvo desempeñando la Jefatura de Armas en Pénjamo, al servicio del gobierno virreinal y en contra de los Insurgentes". (2)


Quince días tarda en llegar la cabeza de Hidalgo a Zacatecas, esto sucede el 20 de agosto, allí contrario a la idea de llevarla de inmediato a Guanajuato, lugar en donde se encontraba Calleja, listo para mostrarlas a la población como prueba de su fuerza y su poca tolerancia al movimiento Insurgente, hubo la necesidad de detenerla allí pues había la posibilidad de que el "macabro envío" fuera interceptado por las fuerzas de la insurgencia, entiéndase con esto las fuerzas de Albino García. Lucas Alamán nos reconfirma esta idea: "Calleja conocia bien la dificultad de su posicion y toda la gravedad del mal que trataba de combatir: La insurreccion, le decia al Virrey en 20 de Agosto desde Guanajuato, está totovía muy lejos de calmar; ella retoña como la hidra a proporción que se cortan sus cabezas; por todas partes se advierten movimientos que descubren el fuego que existe solapado en las provincias, y un espíritu de vértigo que una vez apoderado del ánimo de los habitantes de un país, todo lo devora, si no se le reprime con una fuerza proporcionada á su impulso". (3)


De no haber estado presente y enfrentando Albino García a los realistas por el rumbo de Los Altos de Jalisco, en siete jornadas más hubiera llegado la cabeza de Hidalgo a Guanajuato y la hubiera recibido Calleja para su personal y siniestra satisfacción, pero, dados los hechos, la cabeza se mantuvo en Zacatecas pues el 31 de agosto Albino García se apodera de la Villa de Nuestra Señora de Lagos. "Derrotado por Meneso, que lo creyó aniquilado, sorprendió a Lagos, en cuyo lugar hizo fue fueran objeto de escarnio público algunas personas que también fueran paseadas por las calles..." (4). Sobre este acontecimiento se ha hablado mucho, más por la anécdota, ya que, efectivamente, el Lic. González; Tanquilino González, segundo alcalde y José María Rico, cuñado del Lic. González y Administrador de Correos, son desnudados y "paseados en burros" por toda la ciudad, anécdota que luego sería aclarada en 1890 por Agustín Rivera en su "Valor de la Tradición Oral", en donde aclara que fueron caballos y no burros, que no fueron desudados completamente sino que se dejaron en calzoncillos y que, efectivamente, fueron saqueadas las casas de las principales familias de Lagos. (5)


Ante todos estos acontecimientos, las cabezas de Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez son retenidas en Zacatecas hasta el 5 de septiembre, García y sus seguidores habían enfilado ya rumbo al sur, por lo tanto el Camino Real entre Zacatecas y Aguascalientes estaba más o menos tranquilo, así pasan por el pueblo de Guadalupe, la hacienda de Tlacotes, la hacienda de San Pedro Piedra Gorda y la hacienda del Pabellón, seguramente este recorrido de 26 leguas lo hicieron en dos jornadas por lo que, presumiblemente, llegaron a Aguascalientes el 7 de septiembre; el día 11 saldrían para llegar al pueblo que actualmente lleva el nombre de Encarnación de Díaz, para, el día siguiente, salir rumbo a la Villa de Santa María de los Lagos, lugar en el que estaba aun presente el recuerdo del asalto de Albino García y la verguenza pasada por el encargado de Correos, José María Rico al haberlo paseado por la villa en calzoncillos, cosa que en la época era una pena extrema. Es precisamente en la casa de Rico que alojan la cabeza de Hidalgo durante un exacto mes, pues ahora el salmantino planeaba atacar Guanajuato, someter a Calleja y lograr la emancipación de la Nueva España.


"León se libró de ser atacado por García, gracias a la oportuna llegada de las tropas de Viña; pero el incansable guerrillero se dirigió sobre Guanajuato, de donde con trabajos fue rechazado; cuando se le creía derrotado se presentó en Irapuato, lugar que no pudo tomar, por la vigorosa defensa que hizo el comandante Esquivel. Por aquellos días, Albino concibió un plan muy atrevido, que de haber dado resultado habría influido mucho en la revolución, quitándole al Gobierno español el más hábil general con que contaba. Calleja había ido unos días a descansar a la hacienda de Cuevas, inmediata a Guanajuato, y sabedor de ello Albino García, se acercó a ella, pero entonces el general español hizo que fuese a la hacienda una fuerza considerable con la que se frustró la combinación del Insurgente..." (6)


El plan de Calleja era exhibir las cabezas de los caudillos justo un año después de la sangrienta toma de Granaditas, la idea de Albino García era la de tomar Guanajuato justo un año después de que las tropas Insurgentes se apoderaran de Guanajuato, ninguno de los dos logró su cometido. La cabeza de Hidalgo pasó un mes en Lagos, a León llegó el 12 de octubre, el 13 a Silao y, finalmente el 14 de octubre de 1811 se expuso, no en las jaulas colgadas de las esquinas de la Alhóndiga, sino en la que fuera la Plaza Mayor de Santa Fe de Guanajuato, justo lo que hoy conocemos como la Plaza de Santa Fe. Allí permanecerían hasta junio de 1812 cuando fueron colocadas, finalmente en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas.


Fuentes:


1.- Villaseñor y Villaseñor, Alejandro. Biografías de Héroes y Caudillos de la Independencia. Hay varias versiones electrónicas que son tomadas de la obra original, una la encuentras en la Biblioteca Digital Bicenteneario, la otra en la Camara de Senadores 2010.

2.- Wikipedia.


3.- Alamán, Lucas. Estado de la Revolución después de la prisión de Hidalgo y sus compañeros. Capítulo II. Biblioteca Virtual Antorcha.
http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/historia/morelos/2_a.html

4.- Villaseñor y Villaseñor Alejandro.

5.- Rivera, Agustín. Valor de la tradición oral. 1890.
http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080016005/1080016005_21.pdf

6.- Villaseñor y Villaseñor.

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