

Ahora que sabemos quien fue la persona que visitó la villa de Salamanca entendemos mejor la importancia de este libro y los datos que allí estamos por descubrir. Me permito transcribir todo el capítulo correspondiente a nuestra ciudad y hacer los comentarios y enlaces pertinentes con el fin de tener un panorama aun más amplio de todo lo allí escrito. Esta es una fuente grande de datos, te los comparto completos:
La villa de Salamanca en el año de 1862. (2)
"Muchos años antes de que fundara la villa de este nombre erigió en curato el Illmo. Dr. D. Vasco de Quiroga presumir que el año de 1563, en que fue creado el beneficio, había ya alguna pequeña y nombró para servirlo uno de los primeros clérigos que trajo consigo de España. Así lo asegura el Dr. D. Juan José Moreno, en la vida de aquel venerable obispo. Esto me hacecongregación que fue elevada al rango de Villa el año de 1603, en los últimos meses del gobierno de el virrey D. Luis de Velasco II.
El venerable Basalenque, historiador de mucho crédito, hablando de esta fundación dice: "Esta villa se fundó en el año de 1603 en una tierras que eran estancia de ganado mayor". Sea de esto lo que fuere, lo cierto es que el Sr. Quiroga asignó a este beneficio en 1563 los cuatro novenos decimales por la pobreza de sus productos. La población no tomó incremento sino hasta mediados del siglo XVII.
La parroquia actual está construida con solidez: es sencilla en el exterior; pero triste y pobre en el interior: su fábrica material se concluyó en 1690. (Se refiere a la Parroquia Antigua, me parece extraño que diga que es sencilla en el exterior).
Hay erigidas en ella cofradías del Santísimo, de Nuestra Señora y de Ánimas, confraternidades de Vela Perpetua, y de Cocheros de Nuestro Amo. La administración espiritual se hace por el párroco, un padre sacristán y cuatro vicarios. (En el libro de Monserrat García Rendón, Génesis de una villa, se mencionan las cofradías existentes en la villa de Salamanca, de ello profudizaremos más adelante).
La población del curato asciende a 32 100 habitantes, la mayor parte de ella es de indios otomites. La cabecera cuenta con 14 000 y los demás están diseminados en haciendas y ranchos. La villa está situada en una llanura espaciosa y fértil, rodeada de tierras negras que se inundan en tiempos de aguas y forman una especie de ciénaga, a la que se ha dado el nombre de Charca.
En este mapa de 1860 aparece justo lo que menciona el Canónigo Romero, la charca, que se extendía desde el norte de la Hacienda de Mancera hasta las faldas de los cerros en donde hoy están Los Cenizos y Los Razos en el norte. Al oriente eran las faldas de Cerrogordo las que la limitaban.
Muy cerca de la población corre el río grande de Lerma que se pasa por canoas para ir a el Valle Santiago. El octavo congreso constitucional de Guanaxuato decretó la construcción de una calzada en la charca para evitar los gravísimos peligros y molestias de los caminantes: el Sr. Muñoz Ledo, que era gobernador del Estado, cumplió esta disposición; y a sus esfuerzos se debe una mejora que honrará la época de su gobierno.
Inmediato al río, en una ligera elevación, fundaron los padres agustinos su primer convento el año de 1616, siendo provincial Fr. Juan Caballero, con tanta pobreza que fue necesario que el convento de Cuitseo hubiera donado á éste una finca que le producía cuatrocientos pesos anuales de renta.
La fundación pasó del modo siguiente: El padre Provincial Fr. Diego de Ávila, consiguió del rey Felipe III en 1609, las licencias necesarias para fundar en el Obispado de Michoacán cuatro conventos de su orden. El Illmo. Sr. D. Baltazar de Covarrubias le designó a Salamanca, que estaba recién fundada, para que allí erigiese uno de los referidos conventos. Admitida la propuesta, se verificó la fundación con "mucha paz de todos", como dice el cronista Basalenque. La primera iglesia y convento fueron muy miserables: eran todos de adobe y no había local más que para cuatro religiosos; pero considerando la provincia las muchas ventajas que sacaría el público, de situar la casa capitular en una villa tan céntrica y cómoda como Salamanca, se decidieron a construir la Iglesia y convento que hoy admiramos. El año de 1771 se concluyó la fábrica y desde entonces ha sido ésta casa el lugar de la residencia del provincial y de todos los capítulos.
La iglesia es magnífica por sus dimensiones y por sus costosísimos adornos góticos. Los altares están llenos de estatuas y ornamentos de todo género, entre los que figuran algunas pinturas de Juárez y de Cabrera. La sacristía abraza los cruceros y el presbiterio: el convento es una obra de mucha solidez, extensión y buen gusto. El culto es decente. (Habrá que aclarar que los adornos no son góticos sino barrocos. Es la primera vez que leo acerca de obras de Cabrera y Juárez en el recinto agustino de Salamanca).
En este convento costeaban los religiosos una escuela de primeras letras y sostenían un colegio donde se enseñaba gramática y filosofía.
Hay además en esta villa seis templos sujetos a la jurisdicción parroquial: á saber: el santuario del Señor del Hospital, la Santa Escuela de Jesús Nazareno, Ntra. Señora de Guadalupe y tres capillas.
La iglesia del Hospital es coetánea de la villa; en aquella se venera desde hace mucho tiempo una imagen de Cristo Crucificado á la que tiene singular devoción todos los pueblos inmediatos. Es chica, con poca luz y no ha habido mucho gusto en las reformas que se han hecho á sus altares en estos últimos años.
La de Jesús Nazareno fue levantada en la calle principal hace pocos años: se estrenó en 1840. Es de calicanto, aun no tiene decoración interior arquitectónica. (Este templo es el que conocemos en la actualidad como Las Tres Caídas.)
Las otras capillas son de poca consideración. En las haciendas inmediatas hay cuatro capillas rurales. Los presos de la cárcel tienen una capilla pequeña. Hay otra en el campo santo y en ambas se dice misa algunos días festivos. (Las otras capillas a las que se refiere son: San Pedro, Santa María y San Juan de la Presa).
En la villa hay una gran fábrica de porcelana del país, debida a los nobles esfuerzos del Sr. cura D. Luis Saavedra quien descubrió en 1844, la arcilla, los barnices y dorados. Con el tiempo será éste para Salamanca un ramo productivo. La única industria del lugar, son los tejidos de lana, porque los de algodón los arruinó la fábrica de mantas que puso uno de los vecinos, el Sr. D. Patricio Valencia. La agricultura y el comercio ocupan a la mayor parte de los habitantes: algunos se dedican á hacer sombreros, rebozos y zapatos que expenden por mayor en las poblaciones inmediatas.
Salamanca depende de la jefatura política de Guanaxuato: tiene ayuntamiento, juez letrado, doce mesones, buen comercio al menudeo y dos escuelas de enseñanza. Los fondos municipales producen 1800 pesos que no alcanzan a cubrir las necesidades de la población. Las calles están sin alumbrado, ni banquetas: las casas son todas de un solo piso, pero bastante cómodas.
El cima sano: la temperatura en verano de 25º del termómetro de Reaumur y en el invierno de 10º aun en los días más rigurosos de la estación. Su situación geográfica es a los 1º52' de longitud y 20º32'8" de latitud.
Este curato tiene una vicaría fija en la hacienda de los Dos Ríos, y una hermosa capilla en la de Cerro-Gordo, que mandó construir en 1854 el Sr. D. Ramón Muñoz, propietario de la finca. Este curato tiene un área de 74 leguas cuadradas, en las que están comprendidos los pueblitos de Nativitas y Valtierrilla que tienen sus capillas, doce haciendas de labor, treinta y nueve ranchos anexos y diez y ocho independientes.
En esta villa se ha desarrollado, de pocos años a esta parte, la elefantiasis o mal de San Lázaro. Como todos saben esta terrible enfermedad afecta sobre todo la piel, que se cubre de pústulas o de manchas rojas y blancas, corroe el exterior del hombre dejandole intactas todas sus facultades, de suerte que lo hace testigo de su propia descomposición. El gobierno debe tomar providencias para averiguar las causas de este cruel y asqueroso mal. (Habíamos oído de las epidemias de cólera y tifo, este dato sobre elefantiásis llama la atención.
Pues bien, nos quedamos con algunas intrigas en torno a lo escrito y descrito por el canónigo José Guadalupe Romero, nos daremos a la tarea de continuar por esta complicada y apasionante madeja que es la historia de Salamanca.
Fuente:
1.- Gledhil, John. Sitio Electrónico: Ostula - Historia Moderna. Londres, Inglaterra. 2003.
2.- Noticias par formar la historia , y la estadística del Obispado de Michoacán presentadas por su socio de número, el Sr. D. José Guadalupe Romero, Canónigo doctor de la santa Iglesia Catedral de Michoacán. México, 1862. Imprenta de Vicente García Torres.
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