lunes, 5 de octubre de 2015

El Río Turbio.- Afluente del Lerma por la margen derecha.

   Es lastimoso para quienes vivimos en armonía con la naturaleza ver que cada día lo que vemos, oímos, leímos sobre los ríos en México, es su alarmante nivel de contaminación. Es triste ver que aquellos lugares en donde la gente solía hacer paseos dominicales, bañarse en las aguas del río, nadar en ellos e incluso pescar bagre y otro tipo de peces, ahora lo que se ve es basura, olores de pronto pestilentes y lo que menos ansía uno es hacer paseos en a lo largo de sus riveras. Esta es una descripción del que era el Río de León, ese llamado Turbio.

  "Al Norte de la populosa ciudad de León, cabecera del Distrito de su nombre en el Estado de Guanajuato, y del elevado cerro del Gigante en su vertiente occidental, parte este macizo de la sierra del Estado, se desprenderla débil corriente de unos ojos de agua que, aumentada por algunos otros que encontrará en su curso, y robustecida por el poderoso tributo que le ministran muchos arroyos en tiempo de lluvias, forman la corriente troncal del "Río Turbio," llamado en la primera parte de su curso "Río de los Gómez." Desde su nacimiento, su dirección general es aproximativamente la del Sur pero describiendo un arco que lo va desviando hacia el O., hasta que en el Distrito de San Pedro Piedra Gorda practica una grandiosa curva, por cuyo medio llega á variar su dirección rumbo al E. para derivarla después al S.E., y por fin al S. en el Distrito de Abasolo, en donde verifica su confluencia con el Lerma.

  "Los ríos de la Laja y Turbio verifican su curso en los dos extremos oriental y occidental del Estado de Guanajuato, y los dos describen un arco inverso el uno del otro que forman como los dos brazos de un paréntesis, dentro del cual se comprende la parte más rica y poblada del Estado, que todavía cuenta como corriente central la del tan modesto como benéfico río que lleva el nombre de Guanajuato. El Turbio no desmerece en la comparación que pudiera establecerse con los otros dos ríos sus paisanos; como el Laja es de corriente constante en una parte de su trayecto, y como el Guanajuato si en sus postrimerías interrumpe su curso, es porque se agota derramando su caudal en beneficio de los agricultores del Occidente del Estado, confiados por la naturaleza á su benéfica influencia, y aun en esa comparación pudiera decirse que supera á uno y otro, por las grandes obras que en lo porvenir pueden construirse en su lecho y en el de sus afluentes para el desarrollo de la industria y de la agricultura. En la cañada de Alfaro y en la hacienda de Lagunillas, Distrito de León, existen dos saltos que se estiman el primero en cien metros de altura y en cuarenta metros el segundo, llamados los dos á servir de fuerza motriz en cuanto se estudien convenientemente sus condiciones; cerca de la ciudad de León puede construirse una gran presa capaz de contener quince millones de metros cúbicos de agua, y en la cañada de los Ochoas hay también otro sitio á propósito para la construcción de otra gran presa.

  "El Turbio atraviesa los Distritos de León, Romita, San Pedro Piedra Gorda, Pénjamo y Abasolo, describiendo un trayecto que con sus diversas curvas puede exceder de 140 kilómetros; durante su curso va recibiendo el tributo de muchos arroyos que sólo tienen corriente durante la estación de lluvias, y de los que, los unos se forman en los mismos Distritos que recorre el río, y los otros verdaderos riachuelos provienen de los Distritos limítrofes, siendo notable, por ser de corriente constante, el de la Sauceda que se junta al río en Atotonilquillo, predio que corresponde al Distrito de Piedra Gorda. La corriente del Turbio es, en lo general, asentada por verificar su tránsito en un valle de muy débil inclinación, así es que sólo al desprenderse de las montañas de la serranía tiene corriente muy rápida y con diversos saltos y caídas de agua; es constante todo el año en los Distritos de León y Romita, aunque se debilita mucho en la época de secas y se interrumpe después por las frecuentes tomas de agua que hacen los hacendados para la irrigación de sus fincas, pues tanto sobre el lecho troncal, como sobre el de los arroyos y riachuelos tributarios, hay construidas diversas obras para el aprovechamiento de las aguas, bien depositándolas en grandes presas, ó bien formando en las márgenes de los ríos y arroyos lagunas artificiales, cuya agua emplean en el riego de los puntos más bajos, y después siembran la tierra que sirvió de lecho á esos depósitos y la que queda convenientemente enlamada.

  Las presas de Santa Rosa, Palote é Ibarrilla en León, y las de Santa Ana y la Concepción en Piedra Gorda, son de las más notables. Aunque en lo general es muy satisfactorio el aprovechamiento que se hace de las aguas del Turbio, puede aumentarse mucho más el bien que ahora se obtiene porque hay aún bastantes lugares por donde se pueden derivar las corrientes bravías para almacenar considerables cantidades de agua; en el Distrito de Abasolo, que es la última parte del territorio guanajuatense que atraviesa el río, son más necesarias esas obras de provisión, porque allí sólo llegan las grandes avenidas quedando después el Turbio sin corriente. En este Distrito, y en terrenos  de un rancho llamado Los Cerritos, se verifica la confluencia con el Lerma".  (1)

Fuente:

1.- Domínguez, Angel M. Descripción de los ríos principales del mundo. T-I. Oficina Tip. De la Secretaría de Fomento, México. 1902 pp.156-157

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