Agradecemos profundamente el uso de las estupendas fotografías de Enrique López – Tamayo Biosca.
Los rituales que los Aztecas y demás pueblos originarios de México eran varios y abundantes, muchos de ellos consistían en el sacrificio humano ya que la creencia era que el sentido de la vida era después de la muerte.
Tezcatlipoca tiene una importancia igual a la de Quetzlcoatl, representa la noche, está asociado al color negro y, en consecuencia, al norte. Se pensaba que Tezcatlipoca habitaba en el inframundo, y que las cuevas eran los lugares por donde respiraba. Su culto estaba asociado a Oxtoteotl (representación de las cuevas) y a Tlazalcotl (representación de la basura e inmundicia).
Uno de los impactos más grandes que tuvieron los Conquistadores al llegar a la Gran Tenochtitlán fue presenciar las ceremonias de sacrificio humano, los Franciscanos, la primera orden que llega a México con el fin de evangelizar a las poblaciones locales, lucha por erradicar estos ceremoniales. Es hacia 1531 que sucede la primera aparición milagrosa en el norte de Tenochtitlán, al manifestarse la presencia de María en su advocación de Guadalupe.
Las incursiones españolas siguen al norte y occidente. Llegan al centro ceremonial de Malinalco, lugar de extrema importancia para la élite guerrera mexica, al encontrarse allí el Cuauhcalli, (uno de los tres edificios monolíticos que hay en el mundo). La orografía del lugar ofrece una gran cantidad de cuevas, razón por la cual era la zona de sacrificios a Tezcatlipoca, Oxtoteotl y Tlazalcotl.
Es allí que surge la leyenda del Santo Cristo de Chalma, que se ubica a tan solo una docena de kilómetros de Malinalco. Los primeros evangelizadores que llegan en 1537 fueron los agustinos Sebastián Tolentino y Nicolás Perea son los que dan testimonio de la milagrosa aparición de un Cristo, haciendo más bien un cambio de imágenes entre los ídolos adorados como Oxtoteotl. Con el tiempo los padres Agustinos se establecen con un convento justo al lado del manantial al que se le atribuyen curas milagrosas.
Los rituales que los Aztecas y demás pueblos originarios de México eran varios y abundantes, muchos de ellos consistían en el sacrificio humano ya que la creencia era que el sentido de la vida era después de la muerte.
Tezcatlipoca tiene una importancia igual a la de Quetzlcoatl, representa la noche, está asociado al color negro y, en consecuencia, al norte. Se pensaba que Tezcatlipoca habitaba en el inframundo, y que las cuevas eran los lugares por donde respiraba. Su culto estaba asociado a Oxtoteotl (representación de las cuevas) y a Tlazalcotl (representación de la basura e inmundicia).
Uno de los impactos más grandes que tuvieron los Conquistadores al llegar a la Gran Tenochtitlán fue presenciar las ceremonias de sacrificio humano, los Franciscanos, la primera orden que llega a México con el fin de evangelizar a las poblaciones locales, lucha por erradicar estos ceremoniales. Es hacia 1531 que sucede la primera aparición milagrosa en el norte de Tenochtitlán, al manifestarse la presencia de María en su advocación de Guadalupe.
Las incursiones españolas siguen al norte y occidente. Llegan al centro ceremonial de Malinalco, lugar de extrema importancia para la élite guerrera mexica, al encontrarse allí el Cuauhcalli, (uno de los tres edificios monolíticos que hay en el mundo). La orografía del lugar ofrece una gran cantidad de cuevas, razón por la cual era la zona de sacrificios a Tezcatlipoca, Oxtoteotl y Tlazalcotl.
Es allí que surge la leyenda del Santo Cristo de Chalma, que se ubica a tan solo una docena de kilómetros de Malinalco. Los primeros evangelizadores que llegan en 1537 fueron los agustinos Sebastián Tolentino y Nicolás Perea son los que dan testimonio de la milagrosa aparición de un Cristo, haciendo más bien un cambio de imágenes entre los ídolos adorados como Oxtoteotl. Con el tiempo los padres Agustinos se establecen con un convento justo al lado del manantial al que se le atribuyen curas milagrosas.
Agradecemos profundamente el uso de las estupendas fotografías de Enrique López – Tamayo Biosca.
La revista México Mágico comenta lo siguiente: “Existe otra leyenda que habla de un arriero que buscando su mula entró a la cueva y encontró a un prodigioso Cristo. Lo que tenemos por cierto es como en otros muchos sitios, estos celosos misioneros sustituyeron al ídolo por la imagen de pasta de caña de maíz llamada "Tatzingueni". Esta técnica es la que desarrolló Vasco de Quiroga y gracias a la maleabilidad, ligereza y duración de ésta, han llegando hasta nosotros buen número de piezas”.
La revista México Mágico comenta lo siguiente: “Existe otra leyenda que habla de un arriero que buscando su mula entró a la cueva y encontró a un prodigioso Cristo. Lo que tenemos por cierto es como en otros muchos sitios, estos celosos misioneros sustituyeron al ídolo por la imagen de pasta de caña de maíz llamada "Tatzingueni". Esta técnica es la que desarrolló Vasco de Quiroga y gracias a la maleabilidad, ligereza y duración de ésta, han llegando hasta nosotros buen número de piezas”.
REALICE UNA VISITA A CHALMA
ResponderEliminarEN LA CUEVA DE LA APARICION OBSERVE EN EL PISO BAJO UNOS CRISTALES LOS RESTOS OSEOS DE ALGUIEN ?' DE KIEN SE TRATA ?' CUANTOS AÑOS TIENEN AHI Y CON KE PROPOSITO ??? GRACIAS POR LA AYUDA.
Estimado Instalador:
ResponderEliminarNo conozco la cueva que mencionas. Se que en Chalma hay varias, razón por la cual se ubicaba allí un adoratorio a Tezcatlipoca y a Tlazalteotl. Quizá sean esos restos algunos encontrados que prueban los sacrificios que allí se realizaban. Será interesante que veas información relacionada con estas dos deidades del panteón azteca. Tezcatlipoca era una de las cuatro representaciones o advocaciones del dios principal, Tlazalteot estaba asociada con la inmundicia.
Saludos