Hace poco te compartí una historia que me sorprendió mucho, la que escribió José Rojas Garcidueñas en donde hablaba del perro que llevó el nombre de Otelo y que vivió a finales del siglo XIX y los primeros años del XX. Esa historia en sí es sorprendente, nos da testimonio de la fidelidad que los perros tienen hacia sus amos, pero desde la óptica de salmantino en busca de rehacer la historia de este lugar, lo que más me llamó la atención fue enterarme de la existencia de un panteón en la rivera sur del río Lerma, panteón que al principio fue particular, de la familia Puente, según lo comenta el citado escritor, y que, al parecer, luego pasó a ser público.
De la existencia de ese panteón la pude confirmar en conversación que tuve con el Cronista de la ciudad, Juan José Chávez, pues me comentó que el recordaba en su niñez haber pasado por ese rumbo y ver tumbas. En esa base me decidí a recorrer la zona con la intención de encontrar algún vestigio del panteón que por ahí existió. El lugar es el de la segunda fotografía en donde no se ve ningún vestigo, quizá exista algo entre la maleza. Lo que sí encontré es lo que se ve en la primera fotografía, fue una cruz en una de esas partes que se usan para sembrar maíz y algunas hortalizas justo al lado del río, si bien no en la rivera sur, sino en la norte, pero justo en las inmediaciones de lo que sería ese, digamos, "misterioso panteón".
Con la duda seguiré, bien se que lo que conocemos como Jardín de San Antonio fue hace más de un siglo panteón, asimismo lo que es el atrio del templo de San Gonzalo, de ese hemos visto los testimonios que allí se dan, pero del otro panteón, el que comenta Rojas Garcidueñas, de ese, aun me siguen quedando algunas dudas de su existencia... tú que eres de Salamanca ¿has oido hablar de ese panteón?
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