Este es don Gaspar de Zúñiga y Acevedo, V conde de Monterrey, el cual, en 16 de agosto de 1602 dio la Licencia y Merced para la fundación de la villa de españoles de Salamanca la cual salió rumbo al Bajío para que Bartolomé Sánchez Torrado fuera el primer notificado, ese correo real no llevaría solamente esa notificación, iría en una ruta que tal vez incluía documentos que deberían ser entregados a lo largo del camino, en los pueblos y villas que, entre otros, eran los de Cuautitlán, Tepeji, Jilotepec, San Juan del Río, Querétaro y Celaya para llegar, finalmente a la Congregación de Irapuato, sitio en el cual vivía el español que recordamos como el fundador y primer Alcalde de la villa de Salamanca.
La región estaba poblada desde antes que se otorgaran las primeras mercedes. Por un lado, hacia el sur, en eso que conocemos como Uruétaro, había asentamientos Purépechas, en la orilla norte del Río Grande de Toluca (el Lerma) había asentamientos otomís, se dice que San Juan de la Presa era el que llevaba el nombre de Xidóo. Aunque hay quien dice que fue en Santa María Natívitas en donde estuvo la ya mítica población ñhañhú de nombre Xidóo. De estos asentamientos otomís no tenemos mucha información, menos aun la estadísitca, no sabemos ni cuántos y ni cuándo llegaron a esta parte de Tierra Adentro, como se llamaba entonces a la zona norte que se iba descubriendo y poblando por españoles. Debemos considerar que hubo asentamientos aun más antiguos, en la parte norte del municipio de los que no se tiene mucho conocimiento de cuál era el pueblo que allí habitaba, todo indica que era un grupo Pame o Guachachil o, como ahora se le nombra, de la Cultura Bajío; me refiero a Los Edificios.
Sabemos que la villa de Salamanca se fundó en parte de lo que fuera la estancia de ganado mayor (1) llamada de Barahona, se dice que los propietarios eran Juan y Sancho de Barahona, más noticia de ellos no tenemos, fuera de los que aparecen en Guatemala y otras regiones de Centroamérica, desconocemos cuando fueron mercedadas y por cuál de los virreyes. En cambio sí contamos con datos de algunas de las estancias que había en las proximidades de lo que luego sería la villa de Salamanca.
La de mayor antigüedad de que se tenga noticia es la otorgada por el virrey Luis de Velasco padre, el 14 de agosto de 1548 a Hernán Sánchez de Mancera, en realidad fueron tres los sitios recibidos en la misma fecha: La Calera, Lo de Sierra y el de San José Temascatío. (2) Sánchez Mancera era propietario, también, de sitios en las proximidades de Valladolid, en el rumbo norte, cercanas a Tarímbaro. No hay que confundir el sitio que había al sur de Salamanca llamado Estancia de Mancera, pues ese era propiedad de Alonso Pérez de Bocanegra, descendiente de "el señor de los Apaseos". Para 1561 seguía siendo virrey de Nueva España don Luis de Velasco y otorga otra estancia de ganado mayor al norte de lo que sería Salamanca, por el rumbo de Temascatío a Gaspar de Mendoza. (3) Tres años más tarde, en 1564 el citado estanciero realiza un intercambio con otro estanciero, Pedro Muñoz Maese de Roa. Quizá esta operación sea el inicio de lo que siglos más tarde se conocerá como Hacienda de San José de Mendoza.
En 1567 un virrey que estuvo solamente al frene de Nueva España por seis meses, don Gastón de Peralta, marqués de Falces, concedió una merced de sitio de ganado mayor a Tomás Domínguez en lo que luego se llamaría Hacienda de San Nicolás Temascatío, esta fue comprada por nuestro fundador, Bartolomé Sánchez Torrado, la fecha no se sabe con precisión, quizá fue antes de la fundación de la villa o en los primeros años de su existencia (4).
"También hubo una estancia de ganado mayor, que no sabemos su nombre pero sí su ubicación 'hacia la villa de Celaya y el cerrillo que dicen de don Francisco cerca del Arroyo Hondo' concedida en 1591 a la señora Magdalena de Sotomayor, hija de Juan Méndez de Sotomayor..." (5). Se habla de una estancia más, la de San Gerónimo, al parecer estaba al sur oeste de Salamanca, por lo que luego sería Pueblo Nuevo, pero más datos al respecto no hay. Finalmente encontramos a uno de los que serían los primeros pobladores de la villa de Salamanca, Juan Pérez Quintana tomando posesión del sitio de Yóstiro, así como de varias caballerías de tierra cercanas al cerro de Panales, todo esto el 6 de febrero de 1597 (6). Debemos agregar la estancia de Baltierra de la que no tenemos fecha exacta de su merced y, hay quien dice de otra estancia más, la de Sarabia. Ya con esos antecedentes y esos nombres de españoles avecindados en la región, se daría luego la fundación de la villa de Salamanca.
En 1580 se levanta un registro de las poblaciones del Corregimiento de Yuririahpúndaro, en él no se hace mención alguna de poblaciones ni como Xidóo, ni como Surumutaro o Uruétaro, que serían las que podríamos asociar a lo que hoy entendemos como Salamanca, Guanajuato. Es por eso que no tenemos la menor idea de cuantos eran los pobladores que había en la zona al concluir el siglo XVI, 1599. Ni tampoco sabemos cuántos eran los habitantes de la recién fundada villa de Salamanca el 1º de enero de 1603, pues fue en ese momento que se hicieron los repartimientos de tierra, consecuentemente esos 32 españoles que firmaron el acta de fundación vivían ya sea en la congregación de Irapuato (George Maldonado, por ejemplo), que en haciendas ya formadas al norte del actual municipio de Salamanca en Temascatío, (como lo eran los Fonsecas).
Así pues, entre 1603 y 1605, los dos primeros años de vida de la villa de Salamanca podemos presumir que había entre 128 y 192 habitantes, esto partiendo de que, si fueron 32 las familias a las que se les autorizó vivir en la nueva villa y ellos, todos casados, tenían al menos dos hijos y dos sirvientes, nos dice que eran 6 personas promedio por casa. 224 en caso de que hubiera 3 sirvientes por casa. Cuando la merced de fundación fue otorgada se especificó claramente cuales serían los beneficios y las obligaciones:
"...el cual y los dichos rexidores ante el escribano de su cabildo puedan por treinta años primeros siguientes y pasados an de quedar a disposicion del Virrey señalar a cada vezino dos solares hordinarios de ella dos suertes para huertas y otras dos para viña y olibar y cada vezino cuatro caballerías de tierra para el riego de ellas el agua necesaria que se a de sacar del dicho rio y esto se entienda en propiedad por merced que en el dicho Real nombre les hago si dentro de dos años edificaren la casa y hisieren becindad de dies años continuados los quales corran desde luego y dentro de ellos se les prohibe el poder bender y enagenar lo que asi se les repartiere..." (7)
Con esto que en el español (o castellano) que entonces se hablaba -y más aun- se escribía, entendemos que, si la fundación se da en 1603, los terrenos entregados a esos 32 fundadores fueron de propiedad individual hasta 1633. Les fueron entregados originalmente a cada uno: 1 solar, 4 suertes y 4 caballerías con la obligación de que, dos años luego de la fundación (1605) tuvieran ya construida la casa y siguieran asentados por diez años (hasta 1615), los terrenos pasarían a su propiedad, con la cláusula de que nos podrían vender, pero no especifica hasta cuando aplica la cláusula de esa prohibición. Como quiera podemos concluir de que en la villa de Salamanca la población osciló entre los 250-300 habitantes entre 1605 y 1615. Un incremento notorio en la población se dará en 1619 cuando se autorizan 30 vecindades sin asistencia. Lamentablemente el número exacto de pobladores no lo sabemos pero, si fueron 30 vecindades más, es decir, 30 nuevas casas, quizá para 1620 o 1622, la población de la villa y su provincia en rededor sería de mil habitantes. Eso es lo que imagino.
De 1620 a 1630 no tenemos datos, en cuanto a número de habitantes se refiere. La villa era de españoles y por lo tanto los censos o padrones no los incluía, y de los que habitaban en las labores no se sabe nada. Se dice que fue en 1630 cuando comenzó a construirse la Parroquia de San Bartolomé, construcción que se llevaría sesenta años debido a que los españoles fueron abandonando poco a poco la villa, luego de cumplir con el precepto de la vecindad de treinta años que el virrey estableció en la merced original. Mientras que la villa de Salamanca se despoblaba, la congregación del Valle de Santiago crecía en número de moradores. Se pensó, incluso, trasladar el convento agustino a esa congregación, pero los padres agustinos decidieron seguir aquí.
Encontramos datos fidedignos que nos dicen cuántos eran los habitantes en la villa de Salamanca, esto gracias a la descripción que Francisco Arnaldo de Ysassi hace sobre la villa en su Demarcación y descripción del Obispado de Michoacán en 1649, los datos son un poco estremecedores, amén de contundentes:
"En cambio Isassy en su descripción de 1649 afirma que "no llegan a veinte los vecinos que asisten en la villa", añadiendo que con los de las estancias "los feligreses de confesión y comunión de este beneficio son quatrocientos poco más o menos". En cuanto al lugar dice: "...el temple, cielo y suelo es muy bueno, su asiento a la orilla del Río Grande en parte alta no puede anegarla en sus contornos fertilísimos, y de tanta agua que se puede regar con el Río Grande seis leguas de llano. Ay siete haciendas de ganado mayor cuantiosas y veintiseis labores de trigo de riego en que siembran españoles y otras siete que alquilan y cultivan indios, donde se coje mucha cantidad de trigo, y en los montes y quebradas mucha miel blanca de abejas silvestres. La villa tiene muy pocos vecinos porque los más habitan en sus haciendas del valle de Santiago, donde hay parroquia y un ayudante de cura por la dificultad de pasar el Río Grande. (Ysassy, p.125). (8)
El repoblamiento de la villa de Salamanca no sería notorio en lo que era propiamente la villa, en cambio el aumento en la zona rural seguiría su ritmo ascendente, algo así como un 15% cada cinco años, así podemos pensar que fue incrementándose la población en esta región del Bajío, considerando que el aumento se daba, especialmente entre los indios y los mestizos, los más y entre españoles y mulatos los menos.
En una interesante relación de bautismos que García Rendón (9) nos da como Anexo No. 14 en su Génesis de una villa, podemos hacer un cálculo que nos va apegando lo más posible a lo que fueron los números de habitantes de Salamanca en el último cuarto del siglo XVII:
1670 = 1,000 1680 = 1,428
1676 = 1,182 1681 = 1,444
1677 = 1,253 1682 = 1,446
1678 = 1,336 1683 = 1,467
1679 = 1,392
A partir de éste año, 1683, y el número 1,467 habitantes tanto en la villa como en las labores, haciendas, estancias y ranchos que nos da Carrillo Cázares, llegamos al punto en el cual, incluso, sabemos como se conformaba la sociedad salmantina en base a su origen.
caasados 40
viudos 4
solteros 16
7.- Naturales en otras estancias
casados 16 2
viudos 2
solteros 10 2 2
8.- Ranchos, estancias y labores de indios
casados 488
viudos 25
solteros 77
muchachos 46
_______________________________________________________________________
Totales:
Indios 898
Españoles 36
Mestizos 474
Negros esclavos 11
Mulatos libres 29
Mulatos esclavos 19
Total de la población: 1,467 (9)
Tenemos, pues, un punto de partida fidedigno, por un lado la descripción que hace Arnoldo Isassy en donde menciona que, para 1649 eran siete las haciendas establecidas en la jurisdicción de la villa de Salamanca, 37 labores. Estos datos, aunados con los que nos da Carrillo Cázares en sus Partidos y padrones, en donde totaliza 95 ranchos, sin considerar ninguna hacienda como tal, de acuerdo al censo efectuado por el cura vicario, Francisco Fernández de Aguirre Riofrío. Para concluir debemos anotar un detalle. En los padrones no se solía considerar a los menores de 7 años, según datos que da el cura vicario, al final del padrón y "en verbo sacerdotis puesta la mano en el pecho aber cumplido los aquí escritos en este padrón en número de mil quinientos y ochenta i tres personas chicos y grandes y por ser así berdad lo firmé".
En resumen, tenemos que, para 1683 los habitantes de la Villa de Salamanca incluido todo su entrono, digamos que, en lenguaje actual, que el municipio contaba con 1,583 habitantes.
1.- Moreno García, Heriberto. Los agustinos, aquellos misioneros hacendados. Historia de la provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán, escrita por fray Diego de Basalenque. (Selección). Conaculta. México 1998. p. 230
2.- Miranda Félix, Luz Antonia. Haciendas virreinales de Irapuato. Archivo Histórico Municipal de Irapuato. Irapuato, 2009. p. 114
3.- Lara González, Benjamín. En el mero Bajío. Edición del autor. Valle de Santiago, 2000. p. 84
4.- Miranda Félix. Op. cit. p. 164
5.- Mazín Gómez, Óscar. El gran Michoacán. El Colegio de Michoacán. Zamora, 1984. p.85
6.- Miranda Félix, Op. cit. p.152, p.154
7.- Rojas Garcidueñas, José. Salamanca. Recuerdos de mi tierra guanajuatense. Apéndice 1. Licencia y Mercedes, otorgadas en 1602, por el virrey conde de Monterrey para la fundación de la villa de Salamanca. Editorial Porrúa. México, 1982. p. 214
8.- Garcia Rendón, Montserrat. Génesis de una villa y su parroquia. Salamanca siglos XVI-XVII. Presidencia Municipal de Salamanca 2009-2012. Salamanca, 2011. pp. 192-217.
9.- Carrillo Cázares, Alberto. Partidos y padrones del obispado de Michoacán. 1680-1685. El Colegio de Michoacán, Zamora, 1996. pp. 415-416
Me parece perfecto! Te auguro todo lo mejor!
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