Si eres joven y estás interesado en la Historia de Salamanca, (cosa que espero), te haré una pequeña aclaración para que esto te sea más entendible. En este relato que escribió don Pedro González, uno de los más grandes historiadores que hay en el estado de Guanajuato y que nació en Salamanca, verás que el menciona al "templo viejo del Hospital", eso se refiere a lo que hoy conocemos como El Expiatorio, cuando habla del "templo nuevo del Hospital" está haciendo mención al Santurario del Señor del Hospital, verás que aquí dice que está en construcción, eso es debido a que lo que vas a leer fue escrito en 1909 y era cuando se estaba levantando el templo. De pronto verás que se refiere a "la Parroquia Antigua", ese es el actual Templo de la Santísima Trinidad, que fue parroquia y que dejó de serlo cuando se inauguró el Templo del Señor del Hospital, es decir, el Templo Nuevo, en 1926.
El documento que estás por leer lo considero de lo más importante e interesante que se ha escrito sobre El Señor del Hospital, tanto de la imagen como del templo, en él don Pedro González nos deja ver una historia más puntal, que nos aclara muchas dudas de cómo se fue construyendo el ahora Santuario del Señor del Hospital y quienes fueron los personajes que en el intervinieron, veo que también hace una muy ligera, casi velada mención a una "tradición poco aceptable" que anda por ahí, eso sin lugar a dudas se refiere a lo que ahora conocemos como Leyenda del Señor del Hospital. Una de las cosas que aclaro al leer este documento inédito que se encuentra en el Archivo Histórico Municipal de Salamanca, es que don Pedro González no escribió ese relato de la llegada del Cristo Negro a Salamanca, más bien me está reafirmando que fue escrito por Rojas Garcidueñas a encargo, quizá, del cura Medrano. Pero eso no es lo interesante, lo interesante es la reseña histórica de los varios capillas, templos o santuarios que ha habido en Salamanca al Señor del Hospital. Hay un detalle con el cual no comulgo y que ningún historiador acepta, eso de que fue don Vasco de Quiroga quién haya creado un curato en la aun no creada villa de Salamanca, mucho menos que haya sido él quien levantó el templo.
"El templo viejo de El Sr. del Hospital, como se dijo ya, lo fundó el V. Prelado Illmo. Sr. D. Vasco de Quiroga, al reunir en pueblo los ahora barrios que en aquel tiempo eran otros tantos pueblos de indígenas. El templo nuevo dedicado a la Imagen de Jesucristo bajo la advocación de El Señor del Hospital y que se está construyendo a un costado del viejo, intentó hacerlo el Sr. Br. Pbro. D. tiburcio Incapié, vicario por los años de 1789 a 1794, según la tradición; pero no lo llegó a verificar. A la sazón estaba encargado del Curato de esta Parroquia el Sr. Br. D. Eduardo Plata.= Pasaron algunos años sin que se hubiera proyectado o hecho mención de la construcción del templo.
"La veneración de la imagen del Señor del Hospital aumentaba de año en año por sus patentes y numerosos milagros que por todos los ámbitos del país ha verificado en aquello que creen y que en santa fe le han invocado; y por consiguiente las romerías que anualmente vienen a visitar a tan milagrosa imagen, iban siendo más numerosas, haciéndose por lo mismo necesaria la construcción de un templo más amplio y decente donde tributarle los homenajes de su veneración debida al Señor del Hospital.
"Después vinieron los acontecimientos de la Independencia de México que puso en movimiento a todo el país, habiendo sido proclamada por el Inmortal Caudillo, Sr. Cura D. Miguel Hidalgo Costilla y Gallaga a las 11 de la noche del 15 de septiembre de 1810.= Consumada la Independencia por el ilustre libertador de México D. Agustín Iturbide, el 27 de septiembre de 1821, y ya pacificado el país, se encargó del curato de esta ciudad el Br. D. Mariano Soraya, el 1 de abril de 1822, permaneciendo frente de él hasta el 25 de junio de 1832, y por los años de 1829 a 1832, mismo Sr. Cura Soraya bendijo y colocó la primera piedra y puso parte de los cimientos, dejando señalado con tramos el lugar donde debía de levantarse el templo nuevo del Señor del Hospital.
"Transcurrieron más de cincuenta años sin que se hubiera reanudado o seguido los trabajos de construcción del nuevo templo; más por los años de 1861 y 1889, las piadosas Sras. Dª. Cayetana Gasca de García y Dª. Emeteria Valencia de González, contribueyeron con algunas limosnas para la referida construcción; la última de éstas señoras creyendo prudente se levantara a tan milagrosa Imagen de Jesucristo, un templo hermoso y digno de su culto, quiso que se formara un proyecto, comisionando para ello al Ing. Sr. D. Ernesto Barton, quien tuvo la feliz idea de hacer un diseño muy parecido al célebre templo de Ntra. Sra. del Carmen de Celaya. Obra meritísima del inmortal celayense D. Francisco Eduardo Tres-Guerras.
"Presentado el proyecto por el Ing. Barton fue aceptado, para que bajo ese irreprochable diseño se construyera la nueva casa del Señor. A la sazón estaba el curato bajo el gobierno del Sr. Cura D. Ramón Fuentes y el Arzobispado en manos del sabio inolvidable Illmo. Dr. Dr. D. José Ignacio Arciga, cuando debido al empeño del referido Sr. Cura Fuentes y del modesto y sabio capellán Sr. Pbro. D. Ramón Partida, hijo de Salamanca, e impulsado por los Sres. de referencia y otros muchas personas, e dieron principio a los trabajos el 12 de mayo de 1888, levantándose los cimientos desde la puerta del costado a la puerta mayor y los de la torre y en 15 de agosto del mismo año, se paralizaron los trabajos, hasta que en 8 de marzo del año de 1890 se reanudaron de nuevo hasta concluirse el primer cuerpo de la referida torre, interrumpiéndose los trabajos como por el día 5 de octubre del mismo año, por falta de recursos.
En tal estado permanecieron suspendidos los trabajos por espacio de once años. El Sr. Cura Párroco Pbro. D. Gregorio Navarrete y el Sr. Pbro. D, Juan M. Hernández capellán del templo viejo del Sr. del Hospital, animados por el amor a Jescuristo Ntro. Señor e impulsados por la fe de acuerdo con el sabio cuanto digno y virtuoso Arzobispo de la Arquidiócesis Illmo. Sr. D. Atenógenes Silva, y con los pocos recursos que estaban, reanudaron los trabajos, dando principio éstos el día 6 de enero de 1901, levantando desde los cimientos y parte de los muros de los costados.
La constancia del capellán sr. Bro. D. Juan M. Hernández que ha sabido vencer todas las dificultades con que ha tropezado, ha hecho que hoy se vea la obra ya casi en su conclusión. A la torre poco le falta para que quede terminada. El día 8 de septiembre de 1905, el Illmo. y Rmo. Sr. Arzobispo Dr. D. Atenógenes Silva, consagró la campana mayor que se colocó el mismo día en la torre.
"Las bóvedas del templo fueron dirigidas por el Sr. Ing. D. Antonio Prieto, cuyos trabajos empezaron en septiembre de 1907 y terminaron el 22 de enero de 1908. El Illmo y Rmo. sr. Arzobispo de Michoacán, Dr. D. Atenógenes Silva, solamente se dignó bendecirlas el día 23 del mismo enero de 1908. Actualmente se siguen los trabajos de la cúpula y de la torre que pronto quedarán terminadas; y dada la adelantada que está toda la obra y el impulso que le imparte el Illmo. y Rmo. Sr. Silva y la constancia de su capellán el Pbro. Sr. Hernández, quizá en breves años quedará concluido todo el templo que en su conjunto, de un estilo de arquitectura muy hermoso.
El templo viejo del Sr. del Hospital, como ya se dijo, la primera piedra la colocó el venerable y virtuoso Obispo D. Vasco de Quiroga el año de 1562. Se sabe por tradición que él mismo costeó los gastos de edificación del templo; también se dice que los indígenas contribuyeron en su fábrica, quizá fuera lo que quedaba por terminar. No se sabe por que causa vino a quedar en poder de los indígenas el referido templecito. Ellos cuidaban de él y sostenían el culto católico.
"Las comunidades o parcialidades de naturales residentes en Valtierrilla, San Juan, San Pedro, Divisador y pueblo de Santa María Natívitas nombraban cada año un mayordomo que se encargaba de reunir ó colectar fondos y las limosnas que en las fiestas solemnes recibían de los mismos indígenas. No hay memoria que diga a que Santo rendían sus homenajes antiguamente, solo se sabe que el templo desde su fundación, quedó dedicado a la Asunción de María Santísima.
"Los indios, el Jueves de la Ascensión y el de Corpus celebraban funciones al Santísimo, pues siempre han sido muy devotos de Él.Después de algunos años, cambiaron de una capillita que existía en el Barrio de San Juan, una imagen de Jesucristo crucificado, al que desde entonces le llamaron Señor del Hospital; celebrando en su honor una gran festividad el martes Santo, se cree que esta imagen la regaló uno de los primeros sacerdotes españoles que vinieron a predicar el evangelio, a estos pueblos, aunque entre algunos indios hay una tradición poco aceptable; sea lo que fuere, lo cierto es que, desde remotos años se ha despertado una grande veneración a esta imagen de diferentes pueblos o casi en toda la República.
"El mayordomo de las comunidades hacía y deshacía con el dinero que reunía en dicho templo, cometiendo verdaderos escándalos pues se dedicaba a derrocharlo todo en fiestas profanas. (Por aquellos días era mayordomo de la comunidad, Juan José, vecino de Valtierrilla; y antes lo había sido Ignacio Valencia y Gervacio Ramírez). Hubo muchísimas quejas con este motivo; y en 16 de diciembre de 1873 que hizo su Santa Visita el sabio y muy querido Arzobispo Illmo. Sr. D. José Igancio Arciga se le acercaron algunos vecinos y en primer lugar José Altagracio Delgado pidiendo recogiera a los indios el templo y pusiera un capellán;vistas y pesadas las razones que este vecino expuso ante Su Sría. Illma. determinó, desde luego les fuera recogido el templo a los indios y le expidió su nombramiento de capellán al Sr. Pbro. D. Ramón Partida, tomando posesión por esos mismos días con lo que terminaron los escándalos que hacían los indios.
"Aquella sabia disposición no fue del agrado de aquellos indios más ambiciosos y necios pero poco a poco fueron calmándose sus ánimos. El capellán cambió y reglamentó todo; estableciendo el culto católico en toda forma. En otro lugar ya referimos lo que éste hizo al nuevo templo que se está construyendo.= Después de la muerte del Padre Partida, recibió el actual capellán Pbro. D. Juan M. Hernández, quien ha sabido levantar más el culto católico en dicho templo; lo dice todo el altar mayor con mármol, reformándolo todo; mandó retocar la Purísima; los ángeles; reformó la sacristía; compuso una pieza para la asistencia del capellán; compró paramentos y una cortina de peluche para el altar el Señor del Hospital, y lleva ya casi por terminar la fábrica del nuevo como lo decimos en otro lugar." (1)
Hasta aquí lo escrito por don Pedro González, toda una serie de revelaciones para quienes gustamos de precisar la Historia de Salamanca. Habrá que anotar dos cosas; don Pedro mantiene la idea de que Tata Vasco vino a Salamanca. Eso no es cierto pues está más que documentado que para ese año de 1562 o 63 el Primer Obispo de Michoacán, además de estar entrado en años, apenas regresaba de un viaje a España que le ayudó a precisar una buena cantidad de cosas. Moriría en Uruapan el 14 de marzo de 1565. Entiendo que don Vasco giró una orden para que en todo su Obispado, el de Michoacán, se construyeran Hospitales de la Purísima Concepción; Salamanca, que aun no era siquiera una villa, contaría con uno más adelante, por lo tanto, que haya venido Tata Vasco a poner la primera piedra es una gran fantasía.
La otra cosa es que, teniendo en cuenta de que don Pedro González fue Jefe Político de Dolores Hidalgo y que conoció muy bien esa población, que además escribió sus memorables Apuntes Históricos de la ciudad de Dolores Hidalgo, quizá fue por ello que aquí, en esta reseña del templo del Señor del Hospital, escribe que la noche del 15 de septiembre se daba el Grito de Independencia, cosa que, está de más decirlo, sucedió el 16 de septiembre a "la hora prima", las 6 de la mañana. Como quiera, lo que aquí encontramos ahora, nos aclara todas las dudas que teníamos respecto a la construcción del ahora Santuario del Señor del Hospital en Salamanca, Guanajuato.
Fuente:
1.- González, Pedro. Apuntes históricos de la ciudad de Salamanca. Obra Inédita. Salamanca, 1909. pp. 26-30
Qué bárbaro, esto lo tengo que compartir!
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