Triste, que triste es salir a caminar por las calles de la ciudad de Salamanca, o por sus caminos rurales y ver por todos lados basura, basura y más basura. Es indudable que estamos rebasados en cuanto al número de habitantes y las rutinas establecidas por el servicio de limpia. Pero la culpa no es del Ayuntamiento, claro es que podría decuarse a las necesidades de la población actual, la culpa es de todos, de ti, de mi, del de enfrente y de todos en general pues no hemos hecho conciencia a que el manejo de la basura comienza en nuestras casas. El dejarla (graciosamente y a escondidas) en la esquina, cuando nadie nos ve, o en el arroyo, cuando nadie nos ve, no es la solución. Si sabemos que día y más o menos a qué hora pasará el camión, podemos mantener la basura en casa y sacarla en su oportunidad, sin pensar que dos días antes, afuera de la casa de cada quien el problema está solucionado. No, no está solucionado, lo estamos agrandando. El asunto es de todos, todos estamos perjudicados y todos podemos hacer algo. Será bueno comenzar a hacer conciencia.
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