Los ángeles caídos en el rancho del Divisador, municipio de Salamanca, Guanajuato.

  Ese rancho que conocemos en la actualidad como El Divisador, en realidad se llamó, desde las primeras referencias que hay de él, de 1683, el Devisador, con E, es decir, el lugar desde donde se DEVISA, que no es lo mismo que el lugar de donde se divisa.

    Falta muy poco tiempo para que el rancho de El Divisador se integre a la mancha urbana de Salamanca, pasará igual que con las antiguas haciendas que había en las "afueras" de la villa de Salamanca en el último cuarto del siglo XIX que, dada sus cercanía, se fueron integrando a lo que es propiamente la ciudad. Tal fue el caso de las haciendas de El Molinito, de Chávez, de Tena, de Loma de Granados y de Sardinas que, ahora todas perdieron sus nombres y se volvieron colonias de la ciudad que sigue y seguirá creciendo y absorbiendo a los ranchos circunvecinos.

     El rancho del Divisador colinda con la zona industrial de alto riesgo de Salamanca. Sus límites hacia el poniente lo hacen vecino de la termoeléctrica, de los quemadores de la refinería así como de la nueva planta de producción eléctrica que la empresa Iberdrola está construyendo. En cosa de tres años imagino al Divisador como parte de esa zona industrial que seguirá creciendo cada vez más y sacrificando a las estupendas tierras que eran fértiles y ahora, dado los altos índices de contaminación y el tránsito de vehículos industriales han ido mermando esa feracidad.

    Lo de los "ángeles caídos" que doy por título a este artículo no es otra cosa que esas esculturas que en algún tiempo formaban parte del decorado de las torres del templo del Señor de la Piedad y que por alguna razón, de las ocho que eran, tres están caídas, tres se conservan en sus lugares, una está en la barda perimetral, justo en la esquina y una, supongo, desaparecida.

    Este rancho lo visité recién en esta semana, como lo verás las tierras negras, como son todas las de la región de Salamanca y de la denominada cuenca del "Alto Lerma", están listas para recibir las semillas, ayer fue fue el día de la Candelaria, se marcaba, tradicionalmente como el día en que comenzarían las siembras. Tiempos ya idos, pues en la actualidad, con la cantidad de fertilizantes que se consiguen con facilidad, la tierra produce, prácticamente, todo el año.

    A estas tierras ociosas son a las que me refiero que han sido dañadas por la contaminación. Veo un enorme aviso que Pemex colocó en la parte poniente de su propiedad en donde dice que por seguridad no se utilicen los terrenos a 400 metros de la barda de la refinería. Aunamos a esto que por allí salen todos los tendidos de alta tensión hacia el norte, y esta, que fuera una zona fértil, ahora se volvió un campo de torres de cables de electricidad. Al fondo vemos el emblemático Cerro Gordo.

    Ya desde el siglo XVII hay menciones del rancho del Devisador, con e; (1) pues en el reporte que manda  el cura de la villa de Salamanca al Obispado de Morelia anota que en el Rancho del Devisador lo habitan, en 1683, 21 personas. Hay una leyenda, un poco romántica que nos quiere decir la razón de su nombre. Está relacionada con uno de los guerrilleros que en Salamanca hubo durante la Guerra de Independencia, Andrés Delgado, el Giro. Esta leyenda incluye un mezquite que, siguiendo el mismo romanticismo, podríamos decir que este que vemos en la imagen es su hijo, o, mejor dicho, su nieto. Se ubica precisamente frente al templo del Divisador.

    "El probable origen de la comunidad El Divisador, quizá se encuentre en aquella crónica que señala que Andrés Delgado, "el Giro", para percatarse de los movimientos que el enemigo hacía en la comarca salmantina, se subía a un mezquite muy alto que se localizaba a un costado del antiguo templo, y desde allí observaba los pasos del ejército peninsular, tomando las debidas precauciones  cuando se trataba de huir o en su defecto de atacar.

    La gente de ese lugar, aun mantiene en su memoria la figura de Andrés Delgado "el Giro" de quien dicen que "divisaba desde lo alto del famoso mezquite, por lo que se deduce que la palabra Divisador, con el tiempo, se hizo costumbre, de manera que la comunidad la adoptó llamando Divisador a esa parte de nuestro Bajío salmantino. 

    "En cuanto a la suerte que corrió el antiguo templo localizado en la parte sur del arroyo de Viborillas, y el mezquite, ambos se vinieron abajo allá por los años cuarentas cuando se inició la construcción del nuevo templo, derribando al "viejito" pues de todos era conocido que cuando el arroyo subía en tiempo de agua, representaba un peligro para el inmueble, que era de adobe amenazando año con año con derribarlo, pro lo que los vecinos toman la decisión de edificar otro, pero ahora en la parte norte del arroyo, y del que según los naturales de esa ranchería, "aun no se ha concluido". En relación al mezquite, este fue hecho "leña" la misma que sirvió en parte, para levantar los muros de la nueva construcción, al vender la madera a vecinos interesados". (2)

    Según dice Rojas Garcidueñas (3), para el año de 1895 en El Divisador había 281 habitantes; don Pedro González, para 1904 (4) anota que son 321 personas los que allí viven. Pero, volviendo a la leyenda del Giro y la razón de su nombre, yo más bien tengo la idea de que, considerando que en relaciones sobre la villa de Salamanca más antiguas, hacen mención del rancho del Devisador, antes del periodo de la guerra de Independencia, razón por la cual me inclino a pensar que la razón del nombre es debido a que desde allí se devisaban con perfección los dos cerros más característicos de esta región: el Gordo y el Culiacán.

    Así se domina, se "devisa", el Cerro Gordo desde el Devisador. ¿Por qué insisto tanto en escribirlo con e y no con i? En la siguiente imagen lo verás claramente.

   Este listado apareció publicado en 1887, se trata del libro Estadística general de la República Mexicana, a cargo del Dr. Antonio Peñafiel (5) y publicada por el Ministerio de Fomento en plena época porfiriana. Allí vemos claramente que para ese año el nombre oficial era Rancho del Devisador, con e, y su población era de 313 personas. Si te preguntas la razón por la cual el número de habitantes bajó a 281 en 1895, es decir en tan solo 8 años en lugar de subir, bajó, esto es debido a la peste de tifo que azoló la zona durante el último cuarto del siglo XIX.

Fuentes:

1.- Carrillo Cázares, Alberto. Partidos y padrones del obispado de Michoacán, 1680-1685. El Colegio de Michoacán. Zamora, 1996.

2.- Pescador Razo, Hilario. Crónica Rural. Editorial Radar. Salamanca, 1995

3.- Rojas Garcidueñas José. Salamanca, recuerdos de mi tierra guanajuatense. Editorial Porrúa. México 1982.

4.- González, Pedro. Geografía local del Estado de Guanajuato. Ediciones La Rana, Guanajuato, 2004

5.- Peñafiel, Antonio. Estadística general de la República Mexicana. Diario Oficial de la Federación, Año III, Nº. 3, Ministerio de Fomento. Oficina Tipográfica del Ministerio de Fomento. México, 1887.