jueves, 27 de febrero de 2014

¿Será verdad que fue una bala de cañón la que dejó un hueco en la fachada de San Agustín?

  Todos fuimos testigos de la restauración de la fachada principal del templo de San Agustín tuvo hace poco. Es bueno aclarar que fue una de las muchas restauraciones que se le han practicado al paso de los años, de los siglos ya. Yo recuerdo, quizá tú también, que hace tiempo toda la fachada, incluida la del Ex convento, estaba pintada de blanco. Ahora, con las nuevas guías de color que INAH dispone para los edificios históricos, este color, que no se si es mamey o cuál corresponde a la paleta de los Pantones, fue el aprobado... por cierto ¿quién habrá aprobado ese feo morado en el templo del Señor del Hospital?

   Y sucedió, una vez más, que el hueco existente desde quién sabe cuándo en la parte alta de la puerta principal sobrevivió, incluso se le colocaron esas especies de espinas metálicas para evitar el anidamiento de palomas y otros seres que suelen hacer por morada los edificios más característicos de cada población. Lo que olvidaron o, en todo caso "no estaba en el presupuesto" fue eliminar esos matorrales que siguen creciendo entre las canteras que forman las torres del edificio más representativo de Salamanca.

   Y ese hueco es casi, casi un misterio de su razón, hay quien dice que es la prueba del milagro ocurrido en 1811, sin que se conozca la fecha exacta, y en la que participó uno de los personajes salmantinos más conocidos por su nombre (que no por su obra) durante el inicio de la guerra de Independencia: Albino García Ramos.

   Lo que yo más bien veo allí es una leyenda. Una justificación más para mantener viva la fe en ciertas imágenes religiosas, en este caso, la de la Virgen del Socorro, asociado a la Orden de San Agustín, primero con el icono de conocido como Perpetuo Socorro, luego con la imagen, de bulto, de la virgen del Socorro, de ambas existe una en el templo agustino de Salamanca, pero ¿y que tiene que ver ese hueco con la virgen del Socorro? La historia completa la puedes leer aquí. En resumen te la cuento ahora: se dice que estando Albino García en Salamanca, llegan los realistas para aprehenderlo pero él logra esconderse en el convento agustino para luego desde ahí huir, seguramente con rumbo sur. Los realistas, como reprimenda a los agustinos y a todos los salmantinos en general colocan un cañón en el atrio que el templo tenía y al disparar, la bala rebota en la cantera y evita entrar directo al templo, hacia donde apuntaba el cañón. Se dijo fue un milagro de la virgen. Hay quien asegura que ese hueco lo dejó la bala.

   Es poco creíble, haciendo a un lado todo el misticismo que esta historia pudiera tener, que una bala de cañón rebote y deje un hueco, casi perfecto, redondo, y en forma horizontal. El cañón estaba en el suelo apuntando a la puerta, no estaba en un andamio apuntando hacia más arriba de la puerta, como se ve lo que pudo haber sido la trayectoria de la bala. Más bien creo que esa es una curiosa leyenda que quiere tener tintes históricos. Y para hechos históricos que, al contrario, tienen tintes de leyenda, hay otra, pero ocurrida en el antiguo templo del Hospital, y fue documentada por Lucas Alamán, por lo que su credibilidad si bien no absoluta, es más que aceptable, mañana te la cuento.

1 comentario:

  1. Gracias, por tu información, es decir que es una "leyenda urbana" de las muchas que hay. Y Albino García, que fué lo que hizo? sin leyenda.

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