lunes, 24 de marzo de 2014

Las joyas barrocas de Salamanca vistas por el historiador de arte J.A. Baird. 1953

   Joseph Armstrong Baird, Jr. nació en Pittsburgh, Pennsylvania en 1922. Comenzó sus estudios de Historia del Arte en el Colegio Oberlin en donde concluyó su bachillerato para luego asistir a la Universidad de Harvard en donde obtuvo su maestría para luego doctorarse en Historia de la Arquitectura en 1951. Dio claese en la Universidad de Toronto (1949-1953) antes de llegar a la de Davis en 1953. Comenzando como conferencista en el Departmento de Arte y retirándose como profesor de tiempo completo de Bellas Artes en 1985. Continuó como asesor hasta su muerte ocurrida en 1992. (1)

   Efectivamente, se trata de otro de los grandes Historiadores de Arte del siglo XX que, impactado por la belleza del templo de San Agustín de Salamanca, dedica una cuartilla en el en su obra Los retablos del siglo XVIII en el sur de España, Portugal y México. En la obra hay un capítulo que habla sobre los retablos del Bajío, realizados en Querétaro, ciudad en la que José de Rojas elaboró dos para el templo agustino de Salamanca, vamos:

SALAMANCA, (Guanajuato).

La Parroquia.


   Es un fino ejemplo de fachada retablo (cuatro medias muestras salomónicas, en el primer nivel, cuatro erizadas estípites en el segundo, con dos etípites y dos columnas cariátide sobre el centro del tercer nivel, las últimas empujadas por curvas semicirculares formadas por el levantamiento de la cornisa) casi totalmente cubiertas con variantes locales del ornamento foliado. La articulación decisiva de columnas y nichos, con nichos entre las columnas de los extremos y puertas y ventanas o nicho en el centro (muy seguido con el tercer nivel como aquí), previene la incoherencia que podía tener el patrón, las delgadas hélices de las salomónicas del primer nivel pueden compararse a aquellas de la iglesia del Hospital de Irapuato. Hay una sola torre a la derecha de la fachada.

San Agustín.

   Fundado en 1616 y parcialmente reconstruido en 1771 (especialmente los claustros). De acuerdo al sacerdote local Reginaldo Vega, el convento se fundó en 1540. La construcción de la iglesia comenzó el 26 de mayo de 1615 (fray Juan de San Nicolás y fray Francisco de la Anunciación fueron los padres fundadores). La consagración ocurrió en 1706. El convento se abrió (iniciación) en 1750 bajo fray José de Ortega. (Ver también Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, México, no. 17, pp. 46-51).

   Hay algunos historiadores locales que dicen que el retablo mayor fue llevado a Rouen por los franceses, actualmente se piensa que quizá se destruyó mucho antes para colocar el actual retablo neoclásico que, se dice, fue hecho por Tresguerras.

   La fachada es muy sencilla, con pequeña portada y dos finas torres con azulejos azules y púrpura en las agujas. En el interior hay una brillante serie de retablos que se discute completamente en el texto. Las modalidades notables en el interior incluyen un púlpito taraceado (marfil, latón y varias maderas) con las divertidas pinturas escalonadas de los cuatro elementos; la quijotesca mesa de la sacristía con su remate en una taraceada y las poco comunes puertas de madera, en patrones mujéjares con un elaborado dosel rodeado de yeso policromado. 

   "Los cuatro pequeños retablos del lado occidental de la iglesia de San Agustín son notables, especialmente por la manera en que presentan el repertorio manierista ornamental de Rodíguez (guardamalleta y espirales); el estípite aparece solo en estos retablos y está combinado con cintas o gallardetes ondulantes de rocaes planos y pequeños acentos de forma rocae. (Las dedicaciones de estos retablos se han cambiado en casi todos los ejemplos, en los últimos cien años)". (2)

   Hasta aquí lo escrito por Baird sobre la Parroquia Antigua y el templo de San Agustín de Salamanca. En la obra original, publicada en inglés, aparecen una serie de fotografías tomadas en el interior del templo que son las que aquí estás viendo, a excepción de la que corresponde a la fachada de la Parroquia, la cual fue publicada por Pedro González en su Algunos puntos y objetos monumentales, que fuera la presentación del estado de Guanajuato durante el IX Congreso de Americanistas en 1895. En las fotografías de Baird, aparecen unos detalles que creo son sumamente curiosos, seguramente fueron tomados durante la Semana Santa pues, como se aprecia en la cuarta fotografía, está una escena del Vía Crucis en un juego de luz y sombra.

  Este es uno de los detalles, primeramente que la imagen de la virgen de Guadalupe está cubierta, lo cual me afirma eso de la Semana Santa, pero, lo que me llama la atención es ese cuadro que parece ser un espejo y está colocado justo debajo de la mencionada imagen. Quiza sean la estaciones que se rezaban en esos días en el interior del templo, pues, para entonces aun no se había iniciado la Procesión del Silencio que ahora la vemos como cosa tradicional pero que, en realidad, no tiene tanto tiempo de haber sido creada por el recordado fray Camilo Montes.

   Vemos ahora, en este otro acercamiento a la fotografía cuarta, que, debajo de una de las quince estaciones colocadas en el interior del templo, aparece de nuevo ese cuadro, como el que está en el retablo de Santa Ana, quizá eran especiales para los ritos de la Semana Santa, pero un dato seguro no lo tengo.


Fuentes:

1.- OAC, Online Archive of California. Collection Guide. D-231.

2.- Eighteenth Century Retables of the Bajío, Mexico: The Querétaro Style
Author(s): Joseph A. Baird
Source: The Art Bulletin, Vol. 35, No. 3, (Sep., 1953), pp. 195-216
Published by: College Art Association
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/3047490
Accessed: 26/07/2008 19:12

Hay una edición en español de esa obra bajo el nombre: Los retablos del siglo XVII en el Sur de España, Portugal y México. Traducido por Rebeca Barrera de Fraga, publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México en 1987. pp.399-401

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