Esto que encontré recientemente es, sin lugar a dudas, un documento extraordinario que nos da cuenta, además de la historia, propiamente de Salamanca, de sus calles, de sus facilidades de transporte, de su moda y de sus lugares de reunión, nos dice de la gente, no da rostros de los habitantes de Salamanca, algunos de finales del siglo XIX, otros de principio del siglo XX. Este será un ejercicio que juntos, tú y yo, si es que tú que me lees, vives en Salamanca o eres de Salamanca, viendo esas fotografías identificas a alguien, comparte el dato, de este modo mantendremos viva y documentada la memoria colectiva de esta Salamanca, la criolla, la del Bajío.
Veinticuatro personas conformaban
Esta fotografía fue tomada en
Una fotografía más tomada en
Esta fotografía es ya de finales de los años veinte, así lo pienso porque el kiosco tiene ya esa especie de hiedra en rededor de la base. Este grupo de jóvenes es, sin lugar a dudas, el más representativo de la sociedad salmantina de antaño.
El sempiterno Jefe Político de Salamanca, recordemos que en el porfiriato los presidentes municipales y gobernadores se reelegían en pase automático, como él mismo lo hacía. En el calendario Singer aparece el día 13, pero no se alcanza a ver el mes, mucho menos el año. Quizá sea el 13 de septiembre de 1910, pues en vísperas del Centenario hubo una buena cantidad de reuniones y, consecuentemente, de fotografías. La escena corresponde a la oficina de
Esta escena fue captada en la esquina de lo que actualmente es Juárez y Tomasa Estévez, donde estaba el “Portal Chiquito”, lo que actualmente es Elektra. Un danzante ejecuta un ritual, toda la gente está atenta a lo que hay en el piso, seguramente un malabar con sus pies pero no se ve claramente.
Esta esquina no logro identificarla. Quizá sea en la actual Juárez, era la calle que más se retrataba, quizá porque los fotógrafos vivían allí o, en todo caso, por ser la de mayor tránsito. Lo curioso aquí es que esa concentración de Fords es debido a que aquí era la gasolinera. El letrero que lo anuncia casi no se nota, pero viéndolo con detenimiento logramos leer, efectivamente, gasolinera.
Quizá esta foto viene del Estudio de don Refugio Villanueva, cinco muchachos a finales de los veintes o los primeros años treinta, los zapatos, corbatas y otros detalles nos ayudan a identificar la época de la escena.
Esta es la primera vez que veo el Jardín Principal desde un ángulo distinto, desde el portal poniente, donde estaba el Pigalle y ahora hay una Michoacana. Vemos claramente a la izquierda la que fuera casa de don Pedro Arredondo. La escena, seguramente de principios del siglo XX.
Este es el que conocimos como “Puente Negro”, el que colocaron luego del cambio de vía angosta a vía ancha, antes estaba el auténtico puente negro que era el llamado Manuel González, el que construyera Ernest Barton.
El claustro mayor del convento agustino, ya había desaparecido
La calle Juárez, creo que en ese entonces se llamaba Victoria. Zona tradicionalmente comercial, destacan las vías del tranvía.
Otra toma hecha casualmente, la vida normal, cotidiana de
Esta me parece una de las fotografías más interesantes de una escena habitual, sin poses, pura realidad. Creo que es un día de fiesta, tal vez un Martes Santo o un Jueves de
Difícil de identificar en donde fue tomada esta fotografía.
Día de fiesta otra vez, en la calle de
Me encantó poder ver esto...
ResponderEliminarExcelente post. Las fotografías sin duda nos ayudan a apreciar la forma en cómo se vivía hace 100 años.
ResponderEliminarTal vez tan sólo una ligera aclaración: me parece un tanto exagerada la afirmación "en el porfiriato los presidentes municipales y gobernadores se reelegían en pase automático, como él mismo lo hacía".
Si bien es cierto que la reelección se hizo un hábito y los candidatos eran designados por el presidente, hay que recordar que todo el rito cívico-democrático se llevaba a cabo de manera casi religiosa. Desde la conformación de un círculo o club para apoyar a un candidato, hasta las marchas y discursos en su favor y, al fin, la colocación de urnas donde se recogía el voto de la ciudadanía. Un ficción democrática, pero no una "reelección en pase automático", digo yo.
Saludos y felicidades.