miércoles, 29 de septiembre de 2010

Un templo abandonado en Salamanca

Muchas veces pensamos que conocemos Salamanca y olvidamos que el municipio tiene sus varios kilómetros cuadrados. Dentro de ellos encontramos grandes sorpresas: ranchos, cerros, zonas arqueológicas, haciendas, puentes, molinos y templos… templos abandonados como es este, que se encuentra al norte del municipio en las primeras colinas que comienzan a formarse en lo que es el inicio de la Sierra de Guanajuato. Por aquí cerca pasó hace más de doscientos años el Camino Real que iba rumbo a Guanajuato, de aquí cerca, comenzaba la desviación a Irapuato.


El nombre del templo no lo recuerdo, creo que me dijeron “la Capillita” pero no estoy del todo seguro. Se ubica un par de kilómetros más al norte de la ex Hacienda de Mendoza, fue construido en 1903, según se puede ver en el medallón central, desconozco cuando fue abandonado. Si no cuentas con presupuesto para salir los domingos, no te preocupes, dentro del Municipio de Salamanca hay mucho que ver, todo es cosa de ser curioso… las sorpresas están allí.




martes, 28 de septiembre de 2010

Pedro Muñoz Maese de Roa en la historia de Salamanca,

Quizá a te suceda lo mismo, que cuando quieres buscar más sobre la historia de Salamanca te concentras en las fuentes tradicionales, rastreas los personajes obvios, los que siempre hemos oído y de los que ya se ha dicho casi todo, pero olvidamos dos cosas, una que lo que actualmente es el municipio de Salamanca colinda con el de Guanajuato, y fue allí, luego de descubrir las fabulosas vetas de plata que comenzó la ambición por poseer esos terrenos, primero por la existencia de los minerales, luego de poseer las tierras cercanas por ser allí la zona de pastura para las bestias que laborarían en las minas y para producir los granos que, tanto bestias como humanos requerían para sacar de la tierra sus riquezas, para sacar eso que nuestros antepasados mexicas nombraron “el excremento de los dioses”.


Don Antonio de Mendoza, primer virrey de la Nueva España.

La otra parte que debemos ver ahora es la relacionada a Irapuato, ya que fue allí en donde vivió originalmente Bartolomé Sánchez Torrado, antes de pedir la merced para la fundación de una villa. Esa parte la conocemos, a partir de la ubicación de los terrenos, en la estancia de Barahona, pero es momento de pensar ¿qué fue lo que pasó antes de 1603? ¿Quiénes vivían en lo que actualmente es el territorio del municipio de Salamanca y que colinda con Guanajuato? ¿Cómo se fueron dando los linajes, las truculentas, complicadas y torcidas historias en donde al final de cuentas los latifundios comienzan a surgir como el que hubo aquí y que fue propiedad de una de las personas que ha pasado desapercibida en la historia de Salamanca: Juan Pérez Quintana. Para ubicar a este personaje, es necesario adentrarnos aun más, escarbar más en las raíces de la auténtica slamantinidad, es decir, a la salmantinidad de la Salamanca criolla, la Salamanca de donde soy originario.


En amarillo se resalta la zona norte de los municipios de Salamanca e Irapuato, y el sur de Guanajuato

Así pues, comienza el reparto, los privilegiados tuvieron acceso a las tierras cercanas a las minas de Quanaxuato. El 3 de junio de 1546 se inicia el reparto de tierras en la zona, con la Primera Merced concedida a Rodrigo Vázquez para una estancia de ganado mayor en la tierra de los Chichimecas, cerca del rió que llaman Guanaxuato (distante del Paxtitlán), a la cual le siguen las otorgadas en 1547 a Pedro Muñoz Maese de Roa, Juan de la Cuenca y Hernán Sánchez de Mancera”. (1) Es así como buena parte de lo que es el norte del actual municipio de Salamanca, aparecen sus primeros pobladores venidos de España, uno de ellos se llama Hernán Sánchez de Mancera a quién el primer virrey de la Nueva España, don Antonio de Mendoza y Pacheco, le otorga tres estancias el 14 de agosto de 1548, esto es, para que nos sirva como punto de referencia, doce años antes de la llegada del Cristo negro del Señor del Hospital a Salamanca.


Don Luis de Velasco, padre. Segundo virrey de la Nueva España.

Este segundo personaje, el “Maese de Roa” lo veremos aparecer como dueño de una buena cantidad de terrenos, su habilidad y cercanía al grupo de poder virreinal le favorecieron grandemente. “Diego Núñez, natural de Sevilla, se le conoció como “Maese de Roa” y en algunos documentos le llaman “Rodas”. Sabemos que en 1530 llegó con el conquistador Nuño de Guzmán a la Nueva España y formó parte de sus ejércitos en la conquista de la Nueva Galicia donde fue testigo de grandes atrocidades cometidas por ese conquistador. La más antigua noticia que se tiene de su actuación es estos episodios históricos se encuentra en una carta de Nuño de Guzmán al rey, de fecha 8 de julio de 1530, en la que se menciona que curaba a los heridos y enfermos.


Según explicaba Bernal Díaz del Castillo, el apelativo con el que se conoció de “Maese de Rodas” le quedó como apodo a raíz de las fiestas que se celebraron en la Ciudad de México en 1538 para conmemorar la paz de Carlos V con el monarca francés, Francisco I. El cronista (Bernal) menciona que el cirujano también era conocido como Pedro Núñez o bien Pedro Muñoz.

El 14 de marzo de 1536 el Cabildo lo recibió por vecino de la Ciudad de México y el 21 del mismo le hicieron merced de un solar en la ciudad; el 31 de julio del mismo año, Juan de Villarreal reconoció ante notario que debía al licenciado Núñez 80 pesos oro de minas y el 1 de diciembre otorgó un poder geneal a Antonio Almazán. Además de tierras, dadas en encomiendas en la Provincia de Guanajuato. Varios años más tarde, en 1569 obtuvimos noticia de un proceso de oficio de la autoridad eclesiástica remitido a los inquisidores de Nueva España contra Diego Núñez, vecino de México, quien estando en la estancia de Irapuato de los Labradores, al cobrarle el diezmo y notificarle una excomunión, dijo palabras malsonantes.

Si bien, en algunos documentos, según refiere Somolinos D’Ardois se le consideró médico y jurisconsulto, no hay evidencia de que así haya sido, y nosotros, como este historiador, nos inclinamos por considerarlo solamente como cirujano. Según Remolinos, se ignora la fecha y el lugar de su muerte”. (2)


Y tenemos a otro personaje más, avecindado también, como los otros dos arriba mencionados, en la Congregación de Irapuato: Gaspar Mendoza, quién aparece en la historia de la región en el año de 1564 cuando hace un intercambio de tierras con el muy conocido Pedro Muñoz Maese de la Roa, tierras que a Pedro Muñoz le había mercedado el segundo virrey de la Nueva España, don Luis de Velasco en 1553. A Gaspar de Mendoza este mismo virrey, Luis de Velasco y Ruiz de Alarcón le entrega la merced de un sitio de ganado mayor en 1558 que se volvió la Hacienda de San Jerónimo, casó con Catarina de Miranda, teniendo una hija de nombre Luisa de Miranda.


Ahora bien, ¿a qué nos conduce toda esta información?, pues a darnos cuenta de que antes de la fundación de la villa de Salamanca ya había fuertes intereses creados por obtener los títulos de propiedad de buena parte de lo que hoy es Salamanca, y nos aparecen dos nombres que bien podemos identificar como el origen de las haciendas de San Juan Temascatío, Mendoza y Mancera en Salamanca y las de San Jerónimo, San José Temascatío, San Nicolás Temascatío y San Antonio o Estancia Vieja en Irapuato, todas ubicadas en la parte norte de ambos municipios colindando con el de Guanajuato.


Fuentes:

1.- Plan de Gobierno Municipal de Guanajuato 2009-2012. H. Ayuntamiento de Guanajuato

2.- Rodríguez Sala, María Luisa. Los cirujanos privados del siglo XVI en las ciudades de México y Puebla. Colegio de Michoacán. Relaciones, volumen XXVII, número 105. Zamora, 2006.


Todos los datos de nombres y fechas fueron consultados en el libro Haciendas Virreinales de Irapuato, una aproximación a su historia económica e infraestructura física. Siglos XVI-XVIII. Coordinadora: Ma. Teresa Cruz Cuellar. H. Ayuntamiento de Irapuato. Irapuato, 2009.


Las fotografías fueron tomadas en la Hacienda de San José de Mendoza, para ver más fotos de ese lugar entra aquí:

http://vamonosalbable.blogspot.com/2010/07/hacienda-de-san-jose-de-mendoza.html

lunes, 27 de septiembre de 2010

Más datos del año previo a la fundación de la Villa de Salamanca (1602)

Todos sabemos bien que lo que ahora conocemos como Salamanca, Guanajuato, fue una población de veinte matrimonios españoles que, viviendo en la Congregación de Irapuato, solicitaron la merced al virrey para fundar una “poblazón de españoles en tierras ociosas” que encontraron al oriente, a unas 5 leguas, junto al río Grande. Sería el 1 de enero de 1503 cuando se funda la villa de Salamanca, pero el año anterior hubo la necesidad de “importar” mano de obra de la zona de Taxiamora, cercana a las fundaciones mineras de Angangeo y Tlalpajahua, entre otras. Con esto vemos como miembros de las comunidades purépecha, mazahua y matlatzinca, esclavizados en la zona minera del oriente de Michoacán fueron obligados a trabajar en los canales que la nueva villa de Salamanca requeriría.


“En el título de referencia, se indica también qué extensión de tierra debería darse a cada una de las personas consideradas como los primeros pobladores, tanto para casa, jardines y corrales, como para el pastoreo de sus animales; determinando la forma que debía observarse para el nombramiento y elección de autoridades… diciendo “por mandamiento dado por el propio virrey en treinta de septiembre del mismo año de 1602, y a petición hecha por el mismo Sánchez Torrado, se concedió a la naciente villa , “…que sin aguardar año nuevo, habiendo treinta vecinos casados, se pudiesen juntar y hacer cabildo y elegir cuatro corregidores y estos hacer elección de alcaldes ordinarios para repartir los solares para las casas y demás que se ha de dar a los vecinos que han de poblar la dicha villa”. Ramo General de Parte. Tomo 6, pg. 200. AGN.


Con fecha veintiséis de noviembre del año que se viene citando a “suplicación” hecha por el mismo don Bartolomé al propio señor virrey, se concedió a los fundadores de Salamanca que el otorgamiento de la fianza para garantizar el pago a Gaspar de Valdés, a Alonso Pérez de Bocanegra y a los herederos de Juan Velásquez de Salazar, por las tierras que se les tomaran para la fundación de la villa, no se otorgara en la ciudad de México, por no ser conocido allí el promoviente, sino en la forma siguiente “y por mi visto por la presente declaro y mando que obligándose el dicho Bartolomé Sánchez Torrado de que luego que se asienten y pueblen los vecinos de la dicha villa, harán todos obligación en forma, haciendo hipoteca de los bienes de ella de pagar y satisfacer los dueños de las dichas estancias lo que se trataren valer por los terceros que así se nombren de una y otra parte como se contiene en el título de la dicha fundación, a los plazos y tiempos que pareciere con venir y con las remuneraciones y su misiones más necesarias haya cumplido con las finanzas que habría de dar con que n se haya de tomar ni tome posesión ni ocupe por la dicha villa las estancias y términos de los sitios de los susodichos hasta que haya satisfecho con la dicha obligación en la forma susodicha, enviando testimonio ante mi con la dicha obligación de haberse otorgado. Fecho en Chapultepec a veinte días del mes de noviembre de 1602, el Conde de Monterrey. Por mandato del Virrey, Pedro de Campos.


Por último el mismo fundador obtuvo del mismo virrey otra concesión que dice… “para que los vecinos puedan regar las tierras que se les han de repartir conforme al título y facultad que está dada a la dicha villa y comenzar a edificar sus casas habiéndome pedido a nombre de ella Bartolomé Sánchez Torrado, como persona que ha tenido a su cargo y ha acudido a la solicitud y despacho que a esto toca le mandase socorrer con alguna buena parte de indios de los pueblos de aquel distrito que menos perjuicios recibiesen y habiendo visto una memoria de los que acuden a diferentes servicios y efectos y que es justo que se les den algunos para comenzar a hacer la dicha población y sacas de agua y no poderse excusar de este socorro, se ha acordado les mandar, como por la presente mando que se notifique y de a entender a los naturales de los pueblos de Ucareo y Taxiamora que dentro de tres meses de la notificación que se les hiciere, la cual cometo y encargo a las justicias de ellos acudan por ocho meses si antes no se alzaren los repartimientos de ellos o de las comarcas a ellos con los indios de servicio que al presente dan a los ingenios de azúcar de San Juan Zitácuaro a los vecinos de la dicha Villa de Salamanca para hacer edificar sus casas y hacer las dichas presas…


y sacas de agua a los cuales mando que en las dichas sacas de agua no les hagan trabajar mucho, con apercibimiento que desde luego hago a los dichos vecinos que se les quitará el servicio de los dichos indios, los cuales hayan de ir y vayan por quince días de trabajo, pagando a los del dicho pueblo de Taxiamora que están veinte leguas de la parte de donde se ha de hacer la dicha villa, seis días de ida y vuelta y a los de Ucareo cinco a razón de medio real a cada uno por día y lo que trabajaren, a real y de comer, haciéndoseles buena paga y tratamiento, con apercibimiento que se les quitarán y no se les darán más los dichos indios; y así mismo se notificarán este mandamiento al dueño del ingenio o a la persona que tuviere su poder. Fecho en Chapultepec a los veinte días del mes de noviembre de 1602, el Conde de Monterrey. Por mandato del Virrey, Pedro Campos.

Ramo General de Parte. Tomo 6. pg. 214-215. AGN


Fuente:

Martínez de la Rosa, P. Apuntes para la historia de Irapuato. Biblioteca de Historia Mexicana. Editorial Castalia. México, 1965.

Las fotografías corresponden al templo agustino y poblado de Ucareo en el norte de Michoacán.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Fotografías varias de Salamanca

La "bola" de agua en Zaragoza

La Torre de las Tres Caídas una hora antes del atardecer.

Los tamales de la plaza de la Parroquia Antigua.

La alcancía del Templo de las Tres Caídas.

La entrada por Obregón de la Secundaria 18 de Marzo.

Bailarina del Ballet Xidóo el día del Bicentenario.

El arte de los cueteros de Valtierrilla en los últimos Corpus.

Las ofrendas de la Octava de Corpus en el Santuario del Señor del Hospital.

Bob me dijo que era pero ya se me olvidó, cercano a la estación del FFCC.

La fachada de la Parroquia Antigua.

Trojes de la Ex Hacienda del Molinito.

Mi altar a la Patria el día del Bicentenario

La Sierra de Guanajuato vista desde El Bable.