Hace cuatro o cinco años fui por primera vez un 5 de Febrero a Valtierrilla. Ese día se celebraba, la fiesta al padre Méndez, mártir de la Guerra Cristera que era el vicario en ese poblado y que, en el año 2000, el papa Juan Pablo II lo elevó a los altares junto con los otros 33 que padecieron igual suerte. Varias cosas llamaron mi atención, una de ellas la cantidad de gente que iba en la peregrinación, la mayoría ataviados con unas especies de sotanas iguales a las que usaba el santo cuando ejercía su oficio; la otra fue la Danza Apache que cerraba al contingente. Me pareció fuera de lugar el atuendo, más aun el nombre pues, bien sabemos que los apaches tuvieron presencia en el norte de México y, más aun, en el suroeste de los Estado Unidos.
Ahora que los volví a ver acompañando a la mayoría de las procesiones de la Octava de Corpus, me di cuenta de que llevan un orden y hay una coreografía establecida, y, sobre todo, que los trajes son más vistosos aun que aquella primera vez que los vi. De allí surgió mi curiosidad en saber más sobre la Danza, encontré varios sitios que hablan de ella, me enteré que en Celaya, Rincón de Tamayo y varios puntos del Estado de Querétaro hay grupos que la desarrollan, pero no solo en esta región del Bajío pues igual en el Estado de México que en el San Luis Potosí y Coahuila los hay, creo que también en Colima. En resumen, la Danza de Apaches no se limita a las zonas de impacto histórico de este pueblo, que sería Chihuahua y el norte de Sonora, sino que se ha extendido por buena parte del país.
Al principio, en Valtierrilla, estaba asociada a la idea de la Batalla de Puebla, pues incluía la bandera francesa, y personajes vestidos con el imaginado uniforme francés, la razón por la que se fue asociando la idea del 5 de mayo a la danza Apache, al menos en Valtierrilla, es debido a que una de las fiestas principales del pueblo es la del 3 de Mayo, día de la Santa Cruz. Recordemos que originalmente el nombre que llevó ese lugar fue Santa Cruz de Valtierrilla, y como la fiesta se extiende, los danzantes comienzan desde el 1° hasta el 5 de mayo. En el libro de Guillermo Razo encuentro una relación:
“La danza de “los Comanches” o danza azteca, es una de las manifestaciones culturales que se ha conservado desde tiempos remotos y no se sabe cuándo se inició en la comunidad, en la cual existen dos grupos. En uno de ellos, el actual organizador, don Antonio Ochoa Sánchez de setenta y dos años, tiene sesenta años de fungir como tal, ininterrumpidamente. Antes de él se recuerdan como organizadores a los señores J. Dolores Domínguez y Florentino Hernández. Durante muchos años el otro grupo estuvo a cargo de don Apolonio Torres, finado; anteriormente la mayor parte de los integrantes eran hombres y niños de ambos sexos y es hasta 1988 que gran número de mujeres son integradas.
"En ese año, los Comanches sumaron un total de 142 miembros, los trajes que en tiempos pasado eran más sencillos: nagüillas en varios colores adornadas con flecos, capa y corona con plumas de pollo y guajolote, en años recientes se han sustituido por vestidos y capas de terciopelo bordados con lentejuela y coronas de plumas de vistosos colores de pavorreal y avestruz; los “huesitos” siempre han sido semillas de fraile.
"Los instrumentos continúan siendo los mismos: mandolinas, guitarras, banjos, teponaztles y sonajas; entre los bailes ejecutados están: La Loca, El Chivo, La Píldora y el de La Virgen de Guadalupe; antes de iniciar cualquier baile se forma una cruz en el suelo. Es tradición dar inicio los ensayos haciendo entrega de la rosa; llevando flores y veladoras al templo y al panteón y persignando con las mismas a los danzantes frente a la cruz, rito con el cual se sella el compromiso para danzar en la festividad de la Santa Cruz, que da inicio desde el primero de mayo con una misa a las ocho de la noche en el lugar de los ensayos. Después de la ceremonia se comienza a danzar y al terminar se continúa con una velación durante la cual se ofrece una “reliquia” (café y pan) a los presentes.
"El 2 se baila todo el día y el 3 se daba la alborada danzando al amanecer frente al templo. Estos días algunas personas ofrecen dar de almorzar o de comer a los Comanches y mientras se dirigen del templo hacia sus domicilios en el trayecto otras familias ofrecen aguas frescas a los danzantes. Para agradecer esta acción, estos bailan frente a sus hogares. Al llegar al domicilio donde ofrecen la comida antes de entrar en él y al retirarse, ejecutan algunos bailes". (1)
Así es, como nos damos cuenta, de que los Apaches, o Comanches como antes se les llamaba, tienen una profunda raíz y están muy asociados en las ideas y filosofía que los Concheros de Santa Cruz de Juventino Rosas tienen, así como, en buena medida a las representaciones de Moros y Crisitianos que se han asociado a la idea de la derrota de los franceses el 5 de Mayo... coincidencias calendáricas, agregaría.
En artículo publicado en el periódico AM, el 2 de mayo de 2013, encuentro unos datos sobre esta Danza: "La tradición de la Danza de los Apaches inició en 1930, según contó Juan González Contreras, quien ahora es el encargado de la Danza de los Apaches de la Santa Cruz de Valtierrilla y que tiene como punto de encuentro las calles Ignacio Allende y José María Morelos. “La trajo un señor que se llamaba Margarito que era de Villagrán y aquí se vino a vivir y se trajo la danza, luego el que se encargó fue Hermenegildo González y cuando se murió yo me quedé de encargado, ya llevo 17 años”, dijo mientras preparaba el altar en la esquina de las calles para el rezo. El altar además de la imagen de la Santa Cruz también permanecía la de la Virgen de San Juan de los Lagos que antes pertenecía a Antonia Vázquez pero que se les dejó para que siguiera siendo parte de las fiestas y peregrinaciones. Los ensayos de los más de 200 apaches iniciaron desde el 1º del abril y se prepararon durante el resto del mes para iniciar con la celebración el miércoles por la tarde con la misa en la parroquia del Sagrado Corazón y de ahí que inicie la danza".
Fuente:
1.- Rafael Sánchez Saldaña, delegado municipal, Salamanca Hoy, Editorial Radar, Salamanca, 1992, pp. 89-90
No hay comentarios:
Publicar un comentario