Valtierrilla y San Pedro, dos nuevas capillas en estos pueblos de Salamanca.

    De Valtierrilla, el pueblo más grande del municipio de Salamanca, sabemos bien que allí fue sacrificado uno de los tantos sacerdotes durante la llamada guerra Cristera, el oficiaba en el templo que originalmente existía, en la actualidad se conserva en muy buen estado y, al lado se levanta el nuevo templo en donde se venera a San Bernabé de Jesús Méndez Montoya.

    Hay en Valtierrilla, además, de esos dos templos, una capilla que se conoce como La Crucita, en torno a ella se teje una leyenda, basada en un hecho que la fe le ha dado un sitio relevante pues, lo que allí se venera es una cruz que, se dice, apareció al estar cortando un mezqute.

    Ese pedazo de la rama en donde hubo -dicen- una impresión milagrosa, se ha preservado y se le levantó hace algunos años una capilla justo en el sitio en donde fue encontrado. Habrá que considerar que los más antiguos asentamientos que hubo en rededor del cerro del Culiacán, cuando la evangelización, fueron cambiadas las tradiciones originales al cerro, a ese cue, que seguramente eran a Tezcatlipoca, dada la cantidad de cuevas que hay en las faldas del cerro; y fue establecido el culto a la santa Cruz.

    Quizá sea esa la razón por la cual se conserva y se difunde el culto a la santa Cruz en esta capilla de Valtierrilla, al lado Oriente de Salamanca. Si partimos del concepto del Legno Cruci, quizá sea esta una interpretación del mismo.

    Ahora estamos en el barrio de San Pedro, en la parte Poniente de Salamanca, allí ocurrió un hecho, no igual, pero si en torno a la figura de la Cruz.

    Es común en Salamanca, y en todo el Bajío, la presencia de árboles de mezquite, el barrio de San Pedro no es la excepción, fue así como, en un predio localizado a una calle de la Capilla de San Pedro, a medida que iba creciendo un mezquite, cada vez era más notoria que sus ramas estaban tomando la forma de una cruz.

    Las tradiciones, las creencias populares y, sobre todo la fe, fue creando un culto a esa que se consideraba como una manifestación milagrosa. Consideremos que siempre, el hombre, ha buscado elementos que le reafirmen sus convicciones religiosas a través de objetos, eso fue lo que sucedió en San Pedro en Salamanca.

   Las visitas de creyentes eran más frecuentes pero, un día, seguramente a causa de una tormenta y que antes las construcciones eran de adobe, el árbol, que estaba vivo, sufrió algunos daños pero más el sitio en donde estaba creciendo, fue de allí que comenzó a crearse una capilla en torno al árbol al grado que, en la actualidad el sitio ha sido aprobado por la Diócesis de Irapuato y en él se celebran misas.

   Es al final de esta calle, en el barrio de San Pedro, donde se levanta la Capilla de la Cruz del Árbol, con ella, y con la de Valtierrilla que, independientemente de las creencias que cada persona tenga, definitivamente, la fe mueve montañas.