sábado, 9 de febrero de 2013

La Charca de Salamanca: Los caminos transitables e intransitalbes del siglo XVIII y XIX.

   Para entender mejor la historia de Salamanca, especialmente en lo relacionado a sus haciendas y los sistemas de riego desarrollados en esta región central del Bajío, es necesario conocer sobre un fenómeno que se dio hasta principios del siglo XX, algo que hacía cambiar drásticamente el ritmo de vida, la producción agrícola, las comunicaciones y, en general, la vida cotidiana de la villa de Salamanca y su entorno. Este fenómeno se presentaba también en Irapuato y en Celaya, pero al ser Salamanca la zona más baja de todo el Bajío, la concentración de agua se daba precisamente en la zona norte, se denominaba "La Charca de Salamanca". Lo que vemos en la imagen es parte de un mapa de la región central de México hecho en el primer cuarto del siglo XVII, no aparece allí la villa de Salamanca, solo las poblaciones que estaban en el Camino Real de Tierra Adentro, con la salvedad de que aparece Celaya, escrito Selaia, debido a que era una ciudad importante pero no estaba en la taza de dicho camino. En ponde puse el asterisco es en donde se ubica Salamanca y su Charca.

   Vemos aquí el mapa que el barón Alexander von Humboldt levantó luego de su recorrido por la Nueva España en 1803, en este acercamiento alcanzamos a ver claramente una especie de triángulo trunco que marca el territorio de la Intendencia de Guanaxuato. En él marca el Molino de Sarabia, a un lado el Arroyo Feo, un poco más a la izquierda está la villa de Salamanca, al norte se ve Temascatío, camino que el barón recorrió para llegar a la ciudad de Guanajuato. En el mapa marca solamente a Pénjamo, la Hacienda de Frías (en el actual municipio de Manuel Doblado). Marca la Villa de León, Comanja, a donde fue a realizar unos estudios sobre la mezcla química del agua que allí brotaba, marca a Dolores y San Luis de la Paz, también, al norte una hacienda, la de Gachupinas.... quizá se refería a la de Gallinas, en el actual municipio de Ocampo. Algo curioso es que el barón da por límite de la Intendencia de Guanajuato al río Grande (actual Lerma), y marca a Valle de Santiago dentro de la Intendencia de Michoacán.

   1858 es la fecha en que se levantó este otro mapa del ya Estado de Guanajuato. Lo que vemos delineado en amarillo son los límites de lo que era el Partido de Guanajuato, el cual incluía las municipalidades de Guanajuato, Silao, Irapuato, Salamanca y Valle de Santiago. Aquí encontramos un detalle de lo que eran los caminos que pasaban por Salamanca y me ayudan a corregir algo que había comentado en un artículo anterior sobre los caminos alternos o "entre-haciendas", que yo consideraba salían de Molino de Sarabia a Cerrogordo, Dolores, Doña Rosa y Mendoza y Temascatío, pero no era esa la traza, veamos el siguiente acercamiento.

   Vemos claramente, al sur, la el Río Grande. En el lado derecho aparece Celaya y allí viene marcado el río Turbio de descarga en el río Grande entre Valtierrilla y Salamanca, luego de pasar por Amoles (actual Cortazar). Vemos en la parte media el trazo del Camino Real entre Celaya y Salamanca, está marcado su paso por El Guaje, actual Villagrán. Partiendo también de Celaya está ese otro camino que bien podemos considerar la vía corta o "entre-haciendas", que va directamente al Molino de Sarabia pasando antes por, quizá, Santiago de Cuenda. De Sarabia continúa rodeando el Cerro Gordo, pasando por la hacienda Aguilares, Cerro Gordo, Dolores y de allí a la de Ancón y Temascatío. Vemos un tercer camino, más al norte, saliendo de Santa Cruz, sigue por la ladera norte del Cerro Gordo, pasando por las haciendas de Marigomez, el rancho de La Ordeña para entroncar, también en Temascatío. De Salamanca parten dos caminos, uno va directamente a Temascatío, pasando por la congregación de Cárdenas. El otro sale de Salamanca a Irapuato pasando por la Hacienda de Buena Vista y Chico. Este último camino era en ocasiones intransitable, especialmente en el verano, pues allí aparecía la parte sur-poniente de La Charca de Salamanca. Recuerda que este es un mapa de 1858, en plena guerra de la Reforma.

   Ahora estamos en un estupendo mapa de 1860, aquí las haciendas de la región de Salamanca aparecen con mayor claridad: Aguilar, Valtierra (refiriéndose a Valtierrilla) y Sotelo del lado oriente. Al norte, entre la A y la T de Guanajuato aparece una que no puedo identificar, por el rumbo de La Ordeña. Luego, hacia abajo vemos Marigomez y Ancón, Dolores. Al centro, en la parte alta, está Jaripitío (Aldama), Lo de Sierra,  Mendoza, Temascatío, Cuces, Marañón. Al sur del río Lerma vemos el Pto. Molino, (el Molinito), la Cal,  Uruétaro, Santo Domingo y Labor (de Valtierra), entre otras.

   Llegamos al punto a donde quería: La Charca. Yo recuerdo que, siendo niño, se decía que a los muertos no se les podía enterrar en Salamanca a 3 metros de profundidad, porque se se hacían esos hoyos se llenaban de agua. Recuedo que había un arroyo que cruzaba por donde ahora es la Secundaria 18 de Marzo, se llamaba Arroyo de San Antonio. Recuerdo que había unos manantiales pequeños, o, en todo caso, borobtones de agua por el rumbo de lo que ahora es el Casino Petrolero y el Campo de Golf de RIAMA; es decir había abundancia de agua. Y en esta imagen que ahora ves aparece en el Diccionario de Poblaciones de la República Mexicana, publicado en 1887 por el Dr. Antonio Peñafiel, marca claramente que esa Charca era una "ciñenega que en tiempo de aguas se forma en una gran extensión de terreno por la parte N. de Salamanca, Estado de Guanajuato.

   Lamentablemente este acercamiento que hice al mapa de 1860 en donde aparece marcada La Charca o Ciénega de Salamanca no es del todo clara, trataré de hacer una más detallada). Aquí vemos que, como eran ya tiempos de la invasión francesa, ellos, los franceses requerían de más detalles de la geografía mexicana. Razón por la cual apareció este mapa en donde con claridad se ve el tamaño de la Charca, la cual, se comenta, llegaba a dejar totalmente incomunicada a la villa, razón por la cual el camino que iba de Salamanca a Temascatío, se hizo en forma elevada en su terraplén, para salvar las aguas que, en los meses de verano formaban esa enorme laguna e inundaba varias haciendas, una de ellas, la más afectada era la de Sardinas, Thena y Thenita, por mencionar solo tres de ellas. 

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