Las cosas no estaban nada bien en México, en realidad no lo estuvieron nunca. sea cuando fue el Virreinato de la Nueva España que durante los 11 años de guerra por la Independencia que las luchas por poder que sucedieron a la Consumación... inestabilidad pura, la cual aprovecho para su beneficio por un lado Antonio López de Santa Anna y los Estados Unidos por el otro, vendría luego una invasión norteamericana y luego una guerra de Reforma, seguida de una segunda invasión francesa. Cuando no eran mexicanos eran extranjeros, el caso es que, paz, lo que se dice paz no la hubo hasta que la mano fuerte de Porfirio Díaz la impuso, la llamada Pax Porfiriana. Y lo que hoy nos ocupa es la formación del Ejército nacional, el de 1861 poco antes de la segunda invasión francesa y la consecuente imposición de un Emperador.
Pero por inestable que esto fuera, en 1861, cuando se sorteó a aquellos que deberían participar a la fuerza en el Ejército del Centro, numerosa fue la no participación como lo vemos en este listado en el que se notifica de todos aquellos soldados que, luego de haber salido con bola (no se si negra o blanca, como se hacía ¿o se sigue haciendo? en el SMN) y muchos no acudieron al llamado.
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