jueves, 18 de agosto de 2016

Pequeñas cosas ocurridas en la Villa de Salamanca al comenzar el siglo XIX

  Hace algunos años, muchos años, cuando no había la digitalización ni las redes sociales ni todas las ventajas que ofrece el avance de la cibernética, era muy difícil encontrar datos de hechos ocurridos siglos atrás. Razón por la cual la historia salmantina se limitó las anécdotas familiares que algunas personas guardaron y compartieron. Fueron pocos los estudiosos del siglo XIX alcanzaron a oír de primera mano algunos acontecimientos ocurridos en la villa durante la guerra de Independencia, algunos otros oyeron esos acontecimientos con el consabido revestimiento que el tiempo les va dando y que, en consecuencia, les son añadidos fantasías, exageraciones, tergiversaciones y de los hechos históricos concretos, documentados, nada o muy poco se sabía.

  Ya en este siglo XXI que nos ha tocado vivir, con todos sus problemas de sobrepoblación, de contaminación, de pérdida de valores, de nula civilidad, de inseguridad, y todo lo que quieras agregarle pero con algo muy bueno: la accesibilidad a bibliotecas digitalizadas. Y eso nos permite escudriñar en acontecimientos que por simples que sean nos dicen lo sucedido en Salamanca, los personajes, los acontecimientos importantes... y eso, al ir hilvanando uno y otro nos dará una, digamos, Historia de la Vida Cotidiana de Salamanca. Es más, ahora que lo escribo, creo será bueno agregar una etiqueta más a este blog que se llame: Vida Cotidiana y ahí iremos acumulando estos pasajes. Luego de un tiempo (tal vez una década) tendremos una idea más completa de lo que fue Salamanca en la época virreinal... o republicana, o en el Segundo Imperio.

  La Gazeta de México era un periódico que salía con frecuencia, ahí se concentraban noticias relativas a la vida política de España, sus guerras y los envíos que se hacían a México, es decir, de la Vieja España, a la Nueva España. Los puestos en el ejército o en la administración pública que eran aprobados por Su Majestad el Rey; avisos de testamentarias, eso que hoy entendemos como Edictos y muchas cosas más. En este caso estamos viendo que en la Gazeta del 31 de diciembre de 1800 se aprobaba el título de Regidor Llano en la villa de Salamanca al español Plácido Soldevilla.

  La presencia de las autoridades eclesiásticas estaban a la par de las políticas, en ocasiones un poco más arriba ya que la Iglesia era la que acumulaba el dinero, la Iglesia fue, en buena medida, el Banco de México, era quién prestaba dinero, financiaba la incipiente industria y... cobraba el diezmo. Gracias a esos padrones que levantaban frecuentemente para que nadie se les escapara del pago del diezmo correspondiente es que sabemos nombre de los habitantes de cada población y el número de moradores de cada rancho, hacienda, pueblo, villa y ciudad.

  Es por la Gaceta del 24 de febrero de 1801 que sabemos que el Promotor Fiscal de la Curia Eclesiástica era el cura de Salamanca, el Doctor D. Bartolomé Puente. El Derecho Canónico es bastante complicado, si quieres tener una idea de las funciones del Promotor Fiscal, entra aquí.

  Así como hoy acudimos al Diario Oficial para estar al tanto de decretos, implementaciones, reglamentaciones de alguna nueva ley y de los Edictos, igual ocurría, con esto último pero se le denominaba como Avisos y es el siguiente que encontramos el 20 de enero de 1801:



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