De los tantos personajes que vivieron, en algún tiempo en Salamanca, que poco sabemos de ellos o que poco se han estudiado [poco difundido también], uno es el español Agustín de Cañas. No dudo que aun, hoy día, 20 de enero de 2017, exista alguien que diga: "no me interesa porque era español", repito, aun hoy, 20 de enero de 2017, cuando la xenofobia está por estallar alguien se una a ese movimiento. Cuando hablamos de Historia, la historia colectiva, la historia del país, el que haya sido de aquí o de allá, es lo de menos, fue alguien que vivió en Salamanca y que padeció en carne propia, en primera persona, el hecho de ser español justo cuando estalló el movimiento de independencia de 1810.
Agustín de Cañas, junto con tantas otras personas, eran españoles de nacimiento que vivían en Salamanca, es decir, no era criollos, eran peninsulares. Tenía a su cargo la administración de Alcabalas, es decir, era quien cobraba los impuestos a los productos monopolizados, el pulque, los alcoholes en general, los naipes y algunos otros, aquellos que entonces se llamaban los Estancos.
No he logrado mayores datos de Cañas, fuera de que vivía en la Calle Real, la actual Morelos, en la cuadra que va de Sánchez Torrado al Tesguerras, ahí se encontraba la casa en la que se asentaba la Aduana, antes del Puente del Socorro y ocurrió que, el 26 de septiembre de 1810, cuando llega Hidalgo y los insurgentes, una semana luego del "Grito" en Dolores, detienen a todos los españoles que en la villa vivían, ya lo habían hecho en Chamacuero y Celaya, ahora tocaba a Salamanca. Él, su esposa, su hija y el yerno, todos españoles son detenidos y llevados como rehenes a Guanajuato. Para el 28 de septiembre son depositados en la Alhóndiga y, al día siguiente, desnudados, amordazados, amarrados, son ejecutados.
Solamente su hija sobrevivirá, de ello da cuenta José María Liceaga, en sus Rectificiaciones a la historia de México. Triste es el caso... lo que hoy comparto es un documento que encontré en el AGN, Indiferente, Caja 4147, Exp. 29, de fecha 5 de enero de 1799, en el que da cuenta de lo recabado en materia de derechos (alcabalas) por la introducción de aguardiente de caña a Salamanca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario