Esta vez partimos de lo dicho, y más que dicho, de lo escrito por Goethe, el alemán que me iluminó con su frase de que "sólo vemos lo que conocemos"... frase que, por cierto, conocí en el Parque Bicentenario. Y la frase lo que nos dice, y que he comprobado unas buenas docenas de veces al oír lo que la gente dice, lo que comenta en torno a algo y eso que dice haber visto es, justamente lo que conoce, pues, cuando no lo conoce pasa {simplemente} desapercibido.
Todo eso viene a colación porque la última vez que fui a Valle, cosa de tres meses, esperé el autobús en la esquina de la Farmacias Guadalajara, por la calle Morelos, y siguió su rumbo por el puente nuevo, iba en el lado derecho, así que, un poco más adelante, vi una estructura que me dijo, de inmediato que era parte del sistema de riego que en algún tiempo hubo por la zona. Seguramente parte del Rancho de Chávez, que es el más próximo de esa zona.
Ayer, caminando por el rumbo lo recodé, para allá me dirigí y, sin, efectivamente, tenemos un vestigio más de lo que fue el manejo de agua en Salamanca. Este no es tan antiguo como los que hay por el rumbo de Cerrogordo, Doña Rosa, Ancón y Temascatío, por los elementos constructivos, cemento, específicamente, podemos pensar que se trata de algo construido en el siglo XX, tal vez a mediados, cuando no estaba tan poblada la zona que ahora conocemos como Colonia Guanajuato.
El vestigio está dentro de un terreno municipal, como límite del Eco Parque, según lo verás en el mapa que sigue, por lo tanto, sugiero que sea preservado y no solamente tenerlo ahí como barda alterna, sino como un elemento que nos cuenta algo de la historia de Salamanca.
En esta fotografía aérea, tomada en 1945, antes de comenzar la construcción de la Refinería, vemos claramente al centro, en la parte baja, la tarjea competa y comprobamos que el agua iba a dar a un canal que irrigaba el rancho de Chávez.
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