Mucho he ventilado en este blog y en los otros dos que mantengo la estrecha relación que tuve con el tren y todo lo que eso conlleva. La razón es una: toda mi infancia y adolescencia la viví a 150 o 200 metros de distancia de la estación. Diariamente pasé por ahí, al menos un par de veces cada día. La estación era algo más que familiar para mi. Al igual todo lo que había en rededor.
Luego de 30 años de andar por diferentes lugares regresé a Salamanca, una de las primeras cosas que hice fue volver a la estación, a caminarla, a oír el tren cuando anuncia su proximidad y cuando pasa frente a ti a toda velocidad, fue emocionante pero, a la vez triste ver la condiciones en que ahora estaba la estación, eso ocurrió en 2009 y publiqué esto.
Y si entonces hice un Requiem por una estación abandonada, lo que ahora vemos en las imágenes es la condición de abandono en que está la estación, luego de 9 años la cosa ha cambiado para presentarnos una estación en condiciones que dan pena, no queda huella de nada, fuera del cascarón del edificio, lo demás ya no existe o está en vías de desaparecer.
Uno de los tendidos del patio de maniobras, eran 3 vías para tal fin, solo queda una.
Frente a la estación estaba la Casa Colorada, de ella no queda nada más que los marcos de las puertas.
Ropa, trastes, hogueras... rastros del paso de los migrantes centroamericanos que van en pos del llamado "sueño americano". No dudo que esta cruz la haya colocado alguno de ellos.
La pared de una de las bodegas de semillas que hubo allí...
Esto es lamentable, la banca fue colocada hace 120 años, eran seis, solo quedan pedazos de una.
Los característicos colores y diseño de las estaciones del Bajío del Ferrocarril Central Mexicano es lo único que queda de aquello que fue el sistema de transporte más avanzado de la época.
Esta era La Fortaleza.
Como contraste, vemos a la más moderna máquina usada para colocar los durmientes de concreto armado.
Esta era una casa, creo (sin estar totalmente seguro) que era la estación de La Burra.
Así es como hemos perdido toda la memoria y todo el vestigio de lo mucho que hubo en Salamanca.
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