martes, 18 de agosto de 2009

Los vitrales en El Señor del Hospital

Mas analizamos el diseño del Templo del Señor del Hospital y mas detalles encontramos en su riquísima arquitectura y, sobre todo, en su profuso decorado. Los vitrales que, según la hora del día difunden la luz dentro del sacro recinto. Esos vitrales localizados a siete metros de altura en ocasiones pasan desapercibidos, pero, dándonos el tiempo suficiente y poniéndoles atención, especialmente a determinadas horas veremos como la luz nos deja ver a cada uno de los personajes que allí existen, son 40, en número redondo los vitrales que ornamentan el templo, considerando los que hay en la base de la cúpula y en la sacristía. En cada uno de los ubicados dentro del cuerpo del templo hay la representación de un Santo, mientras que en la Sacristía son símbolos de Jesús los que se representan. El trabajo es en verdad delicado, verdaderas obras de arte, elaboradas al detalle y con precisión.

La tradición de los vitrales es antigua, inicia en el siglo XII cuando se construyen las primeras enormes catedrales, en plena edad media, edad del oscurantismo cuando florece el arte gótico que se va enriqueciendo con sus coloridos vitrales, trabajos excepcionales que al paso del tiempo van evolucionando, la Catedral de Chartres, la primera que incluye este tipo de trabajo está considerada como una obra maestra, sus vitrales se conservan aun en perfecto estado. Poco a poco el arte del vidrio se va difundiendo en otros países europeos, Francia e Inglaterra son los que mas lo desarrollan.

Ya para mediados del siglo XIX en Londres se crea una verdadera proeza de la construcción al levantar el célebre Cristal Palace o Palacio de Cristal para se sede de la Exposición Universal. Por primera vez en la historia un edifico es levantado totalmente en hierro y vidrio, en buena medida influye esta construcción en lo que años mas adelante se transformaría en el delicado arte del Art Nouveau.

Si consideramos que fue un inglés quién realizó el diseño del Templo, él, Ernest Barton, con la influencia que trajo de Londres a México, específicamente a Salamanca, seguramente buscó engalanar mas aun los detalles de decoración, desconocemos quién habrá sido la casa elegida para dicho trabajo, tomando como punto de partida que fue la Marmolería Ponzanelli, la mejor que había en México en la época, para realizar el trabajo de los barandales, escalones, altar y esculturas de mármol del templo, es fácil deducir que eligieron a los mejores vitralistas que había en el país a finales del XIX, para decir esto me apoyo en un interesante reportaje Víctor Jiménez en México en el Tiempo No. 37 julio / agosto 2000: "Claudio Pellandini, quien llegó a México en 1868, se dedicó a la importación de los célebres cristales franceses de Saint Gobain y de espejos venecianos, para especializarse después en vitrales, vidrios biselados y esmerilados. A Pellandini se deben los emplomados de numerosos templos, edificios públicos y residencias. A fines del siglo XIX, la casa Pellandini tenía grandes talleres en México y una sucursal en Guadalajara, lugares en que también se producía vidrio plano. A semejanza de lo que ocurría en Europa y en los Estados Unidos, donde el Art Nouveau había traído un renacimiento del arte del vitral, la arquitectura porfiriana fue un soporte muy adecuado para el empleo profuso del vidrio".

Así pues, unamos los nombres de Erest Barton, diseñador; Yves Grall, decorador; Candelario y José Rivas, pintores; Octavio Ponzanelli, marmolería y Claudio Pelladini, tal vez el diseñador de los vitrales del Señor del Hospital. A este punto solo nos faltaría averiguar quien fue el maestro cantero que dio forma a los diseños de piedra que engalana el recinto de El Señor del Hospital de Salamanca.





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