Grata y soprpendente es la visita al Museo Zacatecano localizado en la que fuera la Casa de Moneda de Zacatecas, edificio espléndido que alberga una interesantísima museografía de distintos aspectos de la vida de ese Estado: los Huicholes, Manuel M. Ponce, la Acuñación de Moneda y una magnífica colección de retablos, entre los que se encuentra algo por demás sentido para todos los salmantinos, un retablo del Señor del Hospital.
Fue el pintor zacatecano Fernando Juárez Díaz, originario de la población de Nochistlán, en la parte suroeste del estado, quién donó al Museo su colección de retablos del siglo XIX, la cual contiene Santos, Cristos, Vírgenes, escenas de la vida de Jesús y una muy completa del Niño de Atocha. No pensé encontrarme con esta verdadera joya, pensaba que todos los retablos del Cristo Negro del Señor del Hospital de Salamanca estaban en colecciones privadas en los Estados Unidos, pero he aquí la sorpresa.
Son doce los retablos que forman la sección dedicada a los Santos Cristos venerados, principalmente, en la zona centro del país, aunque también se incluye al de Esquipulas, Guatemala. El primero a la izquierda que vemos es el Señor del Hospital de Salamanca. Gran orgullo y alegría me causó encontrar en este magnífico recinto una imágen del Cristo venerado en Salamanca.
Es indudable su manufactura, de artista anónimo, realizado sobre una placa de zinc y con esos característicos florones, tan usados en la segunda mitad del siglo XIX para ornamentar las imágenes de los Santos Cristos. Grata coincidencia es notar el cendal que viste el Señor, blanco, como el que hace apenas unos meses se le colocó en ocasión de su 450 aniversario de la llegada a Salamanca.
Si bien la ficha informativa no es precisamente la historia que todos nosotros sabemos, en donde dice del milagro al convertirse en color negro y evitar así su robo, como quiera, sabemos que esa es una de las tantas leyendas que entorno a Él existen. Será bueno señalar, para quienes no conocen su verdadera historia, que el milagro realizado es el haber marcado al clavarse "a una vara de donde me depositen esa noche" y pasar de una posición de Cristo Agonizante a un rictus de muerte. La colección de Santos Cristos incluye una buena docena de ellos, veamoslos uno a uno:
El Santo Cristo de las Ánimas. Tradición muy difundida en todo el mundo católico, especialmente en del siglo XV en adelante, en donde se representaba a los pecadores pagando sus penas en el purgatorio, y siempre con la esperanza de salir de allí y gozar de la infinita gracia del Paraíso.
El Señor del la Misericordia de Compostela, Nayarit.
El Señor del Saucito de San Luis Potosí. Cuenta la tradición potosina que se formó milagrosamente en un sauce, también que aparecía continuamente en el lugar elegido para su culto y que curó a una persona de mordeduras de serpiente.
El Señor del Misericorida en Erncarnación de Díaz, Jalisco. Santo Cristo venerado en esa población alteña. Su capilla se ubica en el antiguo cementerio del poblado.
El Señor de Villaseca en Mineral de Cata, Guanajuato. Antiguo Cristo traído desde España por el acaudalado Alonso de Villaseca y depositado en el templo del mineral, venerado fuertemente en la zona.
El Señor de Esquipulas, Guatemala. El culto a este Cristo, en buena medida, fue introducido a la zona del Bajío por los padres agustinos. Muestra de ello las tenemos en los templos de la orden de San Agustín en Salamanca y Moroleón, Guanajuato.
El Señor del la Salud de Zacoalco, Jalisco. Este Santo Cristo viene de la misma fábrica en que fue realizado el Señor del Hospital de Salamanca, pues su ejecución es del último cuarto del siglo XVI de los talleres de Matías de la Cerda en Pátzcuaro y fue ejecutado por su hijo, Luis de la Cerda.
El Santo Señor de Chalma, Estado de México. En esta curiosa alegoría del Señor de Chalma vemos lo que se conoce como La Preciosa Sangre de Jesús.
El Señor del Encino de Aguascalientes. Esta es una interesante leyenda que llega a Aguascalientes desde el barrio andalús de Triana, en donde se dice que dos hermanos estaban enamorados de una mujer y al pelear por ella, enun bosque, cae un rayo el cual desgaja un encino y surge de allí el Cristo que les hizo recapacitar de su error.
El Señor de la Salud de Zamora, Michoacán.
El Señor de los Plateros, Fresnillo, Zacatecas. Este Santo Cristo traído desde España fijó su lugar de culto en las ventas de las minas zacatecanas de Plateros, luegar en donde se le venera y que, en buena medida, su culto ha sido desplazado por el del Santo Niño de Atocha que tiene su sede en el mismo templo.
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El Museo Zacatecano, abierto de miércoles a lunes, cierra el martes. Hoario de 10:00 a 17:00, entrada $ 20.00 pesos.