A San Nicolás de Tolentino lo podemos reconocer por dos razones, si va vestido, su hábito estará lleno de estrellas, si va con el torso desnudo, lo veremos flagelándose y viendo a una cruz. En el plato aparece la paloma torcasa y debajo del plato se ve la azucena blanca, símbolo de la pureza y perfección. Recordemos que el templo y convento de San Agustín de Salamanca pertenecía a la Provincia que lleva ese nombre nombre, razón por la cual es común ver esta representación sea de "bulto" o en una pintura, como esta magnífica del siglo XVII que se encuentra en la Sacristía.
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