Este dicho nunca lo había escuchado, lo encontré leyendo algo por ahí. Esto me recuerda a San Pascual Bailón, el que es considerado el santo patrono de los cocineros debido a que él, San Pascual fue cocinero, entre otras funciones, en el monasterio en donde vivía. Siendo español y habiendo sido canonizado apenas en 1690 pronto llegó a México en donde rápidamente fue adaptado su culto en las espléndidas cocinas novohispanas.
Esta imagen de San Pascual fue tomada en el templo del Expiatorio en Salamanca, Guanajuato.
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